Fromage

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Acto VIII: Fromage

Parte 2: Del inicio de varios planes.











No podía, no creía que pudiera hacerlo, había recibido instrucciones de Harry, sí, había recibido algunas palabras de aliento del Lord... ¡Por Merlín! El Señor Tenebroso le había dado malditas y jodidas palabras de aliento, palabras suaves y consejos, pero simplemente no creía poder llevar a cabo la misión.

—No creo que pueda hacer ésto— murmuró Draco una vez llegaron a la gran estatua de Griffin que daba acceso al despacho del director.

Estaba confuso, cansado y asustado, habían sucedido demasiadas cosas y aún no terminaba el maldito fin de semana. El sábado se había pasado toda la mañana explicando la importancia de la sangre de criatura en las líneas familiares a Hermione, le reveló el como ésta sangre no humana, limpiaba sus líneas y prevenía las consecuencias tan conocidas de la endogamia, también le explicó qué era un veela y qué eran los compañeros de éstos, la muchacha había absorbido toda la información como una esponja y había hecho sus propias preguntas, le agradaba que no se haya mantenido callada simplemente aceptando todo o manteniéndose en negación, no hablaron de un noviazgo, desde luego su enlace (ya establecido, pero aún sin terminar según los hechizos que le había lanzado Severus) iba más allá de éso, por lo que acordaron pasar más tiempo juntos y que Draco le enseñara más cosas de la cultura mágica sangre pura que nunca pudo aprender; con vergüenza había admitido que no aprendió más por prejuicio que otra cosa, Lucius también aportó información, como la forma en la que Narcissa y él se enlazaron, fue una hermosa historia de amor, según Hermione.


—Hijo— la mano del rubio mayor dio un apretón sobre el hombro del adolescente —Has traído más honor que nadie a la familia Malfoy, no solo por retar a un duelo mágico a un... indigno como lo es Ronald Weasley, sino que, protegiste con tu vida el honor de tu compañera— regaló una simpática mirada a Hermione, que se encontraba al lado de Draco en silencio —Éste es el momento de demostrarle a ésa familia de cobardes quién eres— el rostro del mayor se volvió serio —Ahora eres la cabeza de ésa familia y yo te acompañaré, hijo mío, pero las decisiones las tomarás tú, con tu compañera— agregó finalmente Lucius.




Draco se giró a ver a Hermione, de lo único de lo que no habían hablado era de la comadreja, la chica se veía a leguas nerviosa, la miró detenidamente, intentó transmitir con sus ojos que si no deseaba enfrentarse a su agresor, no tenía porqué hacerlo, pero Hermione era fuerte, más que cualquier chica que haya conocido antes, por eso, no se sorprendió tanto cuando la muchacha le regaló una sonrisa algo incómoda antes de tomar su mano con timidez.


—Estaré ahí contigo— prometió la chica —No todos son unos cerdos como Ron, los mayores son buenos chicos, estarás bien— dio un apretón a su mano y Draco asintió, dio un profundo suspiro antes de murmurar la contraseña y subir las escaleras hacia el despacho de la actual directora de Hogwarts, la Profesora Minerva McGonagall. Tras ellos, Lucius sonreía triste, su pequeño ya no era tan pequeño, era todo un hombre ahora, que se labraba de su propio camino gracias a su esfuerzo, ya no utilizando el nombre de su padre o su apellido en sus batallas, ahora era reconocido como Draco, solo Draco.


Estaba tan orgulloso.



Dentro del despacho de la dirección, habían más personas de la que Draco quiso ver, desde luego, estaban los siete hijos del clan de pelirrojos, más sus padres, había una mujer de avanzada edad sentada más alejada de los Weasley, y la directora con la nueva sub directora, Dolores Umbridge. El rostro de Draco perdió toda emoción y una máscara de indiferencia fue bien puesta, a su lado, aún tomando de su mano, Hermione trató de imitarlo, su rostro no demostraba mucho, ah, pero sus ojos, ésos eran como dagas que se clavaban en Ronald, Lucius permaneció tranquilo, ignorando a todos y todo mientras permanecía de pie tras la pareja más joven, que había tomado asiento en un sillón lo suficientemente grande como para que ambos pudieran entrar.


MetamorfosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora