Room With a Boy |J.B| ||TERMINADA||

Capitulo 15:

Capitulo 15:

El tiempo había pasado muy deprisa, ya tenía 18, las cosas habían cambiado rotundamente, amaba a una persona, vivía teniendo sexo.

Cada partícula de mi cuerpo conectaba con la de él, sus besos hacían erizar mi piel, sus manos por mi cuerpo me hacían volver loca.
Habia aprendido a lidar con esto que se llama “amor”, cuando mi cuerpo no descansaba a lado del suyo me dedicaba a llorar, a llorar por lo tonta que era, por lo estúpida que me había vuelto, por el daño que yo misma me estaba ocasionando, porque yo misma estaba destrozando a mi corazón en mil pedazos.
El tiempo no estaba siendo justo conmigo, el tiempo estaba consumiendo mi felicidad, el tiempo estaba por dejarme sola con un vacio que no sabía cómo iba a llenar.

Después de 1 año 8 meses Justin y yo vivíamos teniendo sexo, el día de mi cumpleaños número 18 no fue la excepción tuvimos una hermosa tarde y una apasionada y calurosa noche.
A pesar del tiempo teníamos discusiones.
Flash back.
-Es que no te fijas en la mierda que estás haciendo. –Gritó.
-La única mierda eres tú. –Espete molesta.
-Cómo es posible que tenga sexo con una niñita como tú, como es posible si eres un berrinche para la humanidad.
-Púdrete. –Le grite una vez más furiosa, frunciendo mi ceño.
…

Esa tarde tocaba el piano, Justin lo había prohibido meses atrás, que mientras el estuviera en la casa no tocaría el piano. ¿Cómo mierda iba a saber que ya había llegado?
Con el tiempo fui descubriendo ciertas cosas que lo único que hacían era romper mi corazón en mil pedazos.
Flash Back.
-Marco… ¿Tu sabes el porqué Justin odia oír un piano sonar? –Pregunte apenada.
-Lucia vivía tocando el piano, Justin decía que nunca escucharía a otra mujer tocarlo que no fuera ella, que ella era estupenda, que ella era perfecta en todo. –Comento un poco cabreado.

Mi corazón se partió por mil veces más y entonces entendí muchas cosas.
-Marco… ¿ Quien es lucia? –Pregunte ingenua.
-Yo no debería decirte esto, pero me agradas. –Rio, se paró de su asiento y camino hacia la ventana y hablo.
-Cuando Justin tenía 18 años conoció a Lucia una mujer realmente guapa, Justin decía estar enamorado de ella, y ella decía amar a Justin, la relación duro mucho tiempo, Justin estaba por terminar la carrera en Criminología, ella siempre le insistía a Justin que hiciera algo mejor, algo que le dejara mas por aprender, ella era una chica con una buena posición económica, se salió de su casa creyendo que Justin le haría caso y estudiaría licenciatura en empresas, cuando él le dijo que la criminología seguía en sus planes ella se enojo, pero no se fue hasta meses después cuando el se graduó, esa noche ella le regalo la última noche de sexo, y entonces lo dejo, ______ creo que las cosas han cambiado el dejo el tema de ella hace un tiempo, creo que por fin se volvió a ena. –Interrumpí su frase y hable.
-Nada ha cambiado Marco en la sigue esperando todas las noches creyendo que un día volverá, yo toco el piano Justin prohibió que lo tocara, sin embargo en las noches el entra a uno de los cuartos más grande del departamento y coloca pistas de piano grabadas. –Lo mire tratando de sonar fuerte.
-El sigue queriendo a una persona, al principio cuando decidí volver a tocar el piano el llego y entonces pronuncio “Lucia”, cuando vio que era yo tuvimos una pelea, y así trascurrió por muchos meses, hasta que me prohibió volver a tocar, pero creo que eso ya no debe importarme. –Sonreí.
-_______, yo se que tu puedes hacer que… -Me miro con suplica.
-¿Que se enamore? A veces hay cosas que no están a nuestro alcance… -Lo mire y una lagrima había caído por mi mejilla.

…
Esa tarde encontré la respuesta a muchas peleas, esa tarde entendí que yo no podría enamorar al hombre que me había enamorado.
Muchas habían cambiado pero han seguía dándole mi cuerpo, porque era la única manera de sentirme amada por el…
Con mi padre todo había cambiado, empezó a llamarme desde hace 5 meses, y desde esa primera llamada supe que el dolor acabaría que volvería a su lado dentro de dos meses, que todo volvería hacer como antes, excepto alguien yo regresaría enamorada, pero nunca correspondida.

…
-Hola papá ¿Cómo estás? –Pregunte.
-Muy bien princesa, espero lo mismo para ti. –Me respondió con alegría.
-Si papá estoy feliz, ¿Ya te había dicho que volví a tocar el piano? –Le comente sabiendo que eso lo volvería loco
-Oh mi querida ______, es la mejor noticia, llegando a Francia compraremos uno y me tocaras día y noche. –Sonríe a su respuesta.
-Si papá eso sería perfecto. –Conteste alegre.
-Justin debería escucharte le encantaría. –Mi sonrisa se fue y le dije con mi corazón en la mano.
-Oh papá no, al agente Bieber no le gustan esas cosas. –Recordé el porqué y una lágrima escurrió por mi mejilla.
…

Había trascurrido una larga semana y Justin no me miraba, extrañaba sus manos por mi cuerpo, pero esto era lo mejor, aprendería a vivir con su ausencia.
Me encontraba en la cocina preparando mi cena, era la una de la madrugada pero el hambre me venció, vi entrar por la puerta a Justin todo borracho.
-Qué diablos te sucedió. –Pregunte asustada.
-¿Qué tu nunca te has ido de copas? –Respondió molesto.
-Estas hecho una mierda. –Lo mire alzando una ceja.

Iba a gritarme cuando cayó como cerdo al piso, recordé la noche en la que fui drogada entonces me dispuse ayudarlo.

-Ven vamos a la cama. –Me arrepentí de a ver dicho eso, me miro con ojos de pervertido.
-Si es contigo sí. –Medio sonrió.

Puse su brazo alrededor de mi cuello para que pudiera apoyarse en mí, lo lleve hacia su cama, lo medio acosté, quite sus zapatos y sentí su mirada.
-Porque eres tan hermosa ¿Ya te lo había dicho? Si seguro que si. –Sonrió como estúpido.
-Iré hacerte un café cargado. –Lo mire y trate de sonreír.
-No yo quiero que vengas aquí. – palmeo el otro lado de la cama. –Y duermas conmigo.
-Justin estás muy mal, voy por tu café. –Bufe.
-¡NO! –Hizo un puchero. –Te quiero aquí a mi lado, anda ven, vamos hacer el amor.

Mis mejillas se tornaron en un color carmesí, el nunca le había llamado al sexo “Hacer el amor”

Se paró de la cama con dificultad, y me jalo a su cuerpo obligándome a que pusiera mis piernas alrededor de su cadera.
Su manos pasaron por todo mi cuerpo, me miro y beso mis labios con delicadeza.