¿Qué nos ocultan?

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Narra Akko

A la mañana siguiente me levanté algo confundida al ver que estaba en mi casa, pero sonreí al recordar los hechos vividos ayer. Fui a la cocina en mi forma humana llamando la atención de mis padres, ellos no dijeron nada y simplemente me observaban.

Ferno: ¿Qué haces transformada en humana? 

Akko: Ah, la costumbre. -regresé a mi forma de dragón y me sentí algo extraña.

Aria: Aquí el desayuno, te he hecho tu plato favorito.

Akko: Gracias. -sonreí.

Al terminar de desayunar me fui directa a palacio para recoger a Eliza, hoy sería nuestra salida de amigas o como ella lo ve, una cita. Nada más verme me abrazó y nos marchamos caminando con tranquilidad.

Eliza: ¿Adónde vamos?

Akko: Tenía pensado ir a Japón. -por su cara supe que se había sorprendido bastante. 

Abrimos un portal para teletransportarnos a Japón, aparecimos encima de lo que era un edificio, nos transformamos en humanas y bajamos de un salto, por suerte nadie nos vio.

Eliza: Creí que los odiabas.

Akko: Odio a las brujas, los humanos me parecen interesantes. -dije con una sonrisa.

Empezamos a andar por la ciudad en busca de algo divertido que hacer. Nos compramos algunos maracons para comer algo y estaban deliciosos. Iba ensimismada con mis pensamientos cuando me choqué contra una chica.

Tenía el pelo algo rosado aunque se le veía rojo, ojos color abellana, llevaba unas gafas ovaladas y su pelo estaba atado a una coleta. Se le calló la carpeta con sus documentos y la ayudé a recoger, vi que trabajaba de programadora en una empresa.

???: Oh, disculpe. Iba con prisa.

Akko: No pasa nada. Me llamo Atsuko, pero puedes decirme Akko.

???: Me llamo Kobayashi. Lo lamento pero llego tarde, adiós. -se despidió con prisa y se marchó.

Eliza: Los humanos si que son extraños.

Dimos un rodeo hasta que llegamos a un sitio llamado cine, nos dio curiosidad y compramos dos entradas para una película de terror. Mientras los demás gritaban, ambas nos reíamos por los sustos tan malos que daban, eso no daba ningún miedo.

Al salir vimos que estaba atardeciendo, regresamos a nuestro mundo con algunas cosas que compramos. Compré algunos dulces que me llamaron la atención y algún que otro libro interesante.

Eliza: Gracias por el día de hoy, Akko. -sonrió con las mejillas sonrojadas.

Akko: De nada, otro día debemos repetirlo con Suka y Siryah, a ellas les gustaría el país.

Eliza: Una pena que tuvieran que ir a ver a sus familias.

Akko: Hasta mañana.

Cuando salía de palacio vi al rey salir de una sala algo alejada de las demás, dos guardias se pusieron a ambos lados de la puerta para custodiarlas. Las palabras de mi hermana resonaron en mi mente, ¿Qué nos ocultan?

Sentía que algo no iba bien, tendría que investigar qué pasaba en realidad. No quería desconfiar de mi propia especie pero...espero estar en lo correcto. 

Cuando llegué a casa mi madre me dio una carta de parte de Siryah, al parecer Suka había enfermado por comer demasiado y regresarían mañana a medio día. Llegué a mi habitación y me tumbé en la cama, seguía siendo humana y ahora la habitación me parecía enorme, sobre todo la cama.

Narra ???

¡¡¡: ¡Espérame, no puedo correr más! -dijo mientras su pecho subía y bajaba por sus grandes pechos. Tetona.

???: Tsk. Sería mejor si nos transformásemos en dragones.

¡¡¡: Pero ya estamos llegando, además vamos a pasar por al lado de una escuela y será mejor no llamar la atención.

???: Eso es cierto, pero mejor abramos un portal.

¡¡¡: Apoyo eso, no puedo correr más. -dijo cansada.

Abrí un portal hacia el país dragón, quería ver a mi prima cuanto antes. Había escuchado su última gran hazaña y estaba deseando que me contara con todo lujo de detalles.

???: Ya voy a verte, Akko. -sonreí mientras atravesábamos el portal.


Secretos (Diakko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora