Viaje

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Narra Akko

Estuvimos descansando toda la noche en aquellas ruinas, por la mañana unos pasos nos despertaron y nos pusimos a la defensiva solo para ver a Diana con un semblante confundido. Al vernos se acercó a nosotras y nos miró con seriedad.

Siryah: ¿Has descubierto algo? -preguntó ansiosa por lo que hubiera descubierto la bruja.

Diana: Solo he podido averiguar que Magnus Archival sigue vivo, al parecer se esconde bajo la influencia de algún hechizo de ocultación y por eso no lo he podido localizar. Tengo la corazonada de que puede esconderse en las montañas Himbarg.

Yasuka: De todos los sitios...¿Por qué se tenía que ocultar ahí? -refunfuñó con algo de temor.

Diana: ¿Ocurre algo?

Akko: Esas montañas están malditas, todos los que van allí jamás regresan. Incluso algunos humanos han ido con los aviones pero han terminado estrellándose. Es como el triángulo de las Bermudas pero versión montaña.

Diana: Si queréis parar la guerra entre dragones y brujas debemos ir allí, yo os acompañaré.

Lucoa: En eso Diana tiene razón, chicas. Si queremos detener esto debemos ir allí antes de que hayan bajas importantes. Además, tenemos que partir en seguida, ese lugar está como a una semana de viaje.

Sentimos un pequeño temblor cerca de nosotras, escuchamos unos pasos acercarse a donde estábamos y nos pusimos en alerta. Diana sacó su varita y apuntó en la dirección donde venía el ruido, por nuestra parte convertimos nuestras manos en nuestras garras de dragón por si acaso.

De entre los árboles salieron mi prima Tohru junto con otra persona. Nos quedamos confundidas pero ocultamos todo, sonreí y abracé a mi prima. La otra persona nos observaba con curiosidad pero no decía nada.

Akko: Creí que estabas muerta, vi como te clavaban aquella espada maldita. ¿Cómo has sobrevivido?

Tohru: Yo también creí que iba a morir, pero Kobayashi me salvó quitándome la espada. -señaló a la persona y me di cuenta que era con quien me había chocado cuando fui a la ciudad.

Akko: Tú eres con quien me choqué. Gracias por salvar a mi prima...¡Un momento! ¿Eso significa que él conoce nuestro secreto?

Tohru: Así es, no pude hacer nada al respecto.

Kobayashi: Y no soy un chico, soy una chica. 

Todas nos quedamos en silencio observando de pies a cabeza a la acompañante de mi prima. La verdad es que todas pensábamos que era hombre...

Siryah: ¿¡Qué!? ¿Cómo puedes ser una chica? Si no tienes pecho, eres una tabla. -chilló desconcertada.

Kobayashi: Bueno, no todas podemos ser tetonas como ella. -señaló a Lucoa.

Lucoa: ¿Ahora qué he hecho? -preguntó asustada.

Akko: Y yo me quejaba de no tener casi pechos en mi forma humana...-susurré desviando la mirada hacia otro sitio.

Yasuka: Bueno, lamentamos la confusión. -habló en nombre de todas. -Pero debemos partir si queremos llegar a tiempo.

Tohru: ¿Se puede venir? -preguntó abrazando a Kobayashi por el brazo, y viéndonos con súplica.

Lucoa: Llevar a una humana puede ser peligroso. Además, adonde vamos no hay magia. ¿Cómo te las apañarás, Diana?

xxx: Con esto. -dijo una voz a nuestra espalda. Vimos a Eliza quien nos miraba seria, se acercó a nosotras y le tendió un trozo de piedra filosofal a Diana. -He conseguido coger este trozo de la piedra, espero que con esto puedas hacer magia.

Diana: Gracias, Elizabeth. -incrustó la piedra en un una funda especial que había construido Croix hace un tiempo.

Siryah: ¿Tú qué harás?

Eliza: Me voy a quedar para intentar apaciguar a mi padre, pero está reuniendo a un gran número de dragones para acabar con Luna Nova. Lo que tengáis que hacer hacedlo rápido, no sé cuanto tiempo aguantaré.

Akko: Gracias Eliza. -ella sonrió apenada y nos abrazó a cada una. -Bien chicas, es hora.

Todas nos transformamos en dragones y por votación me tocó llevar a Diana en mi espalda y a mi prima le tocó llevar a Kobayashi.  Diana se sujetó de mis escamas para no caer e iniciamos el vuelo, Croix consiguió venir a vernos antes de irnos y nos dio unas mochilas con algo de comida, agua y medicamentos.

Ella junto con Eliza intentarían retener el ataque todo lo que pudieran para que nosotras pudiéramos reclutar a Magnus o al menos que nos dijera cómo acabar con el enfrentamiento. A las dos horas de vuelo noté como Kobayashi tenía mala cara mientras que Tohru iba feliz y canturreando.

Akko: ¿Ocurre algo, Kobayashi? -pregunté con mi voz ahora distorsionada al estar en mi forma dragón.

Kobayashi: Digamos que estoy mal de la cadera y el vuelo en dragón no lo mejora.

Tohru: Oh, yo tengo algo que te puede ayudar. -le entregó una bolsa de tela. -Es como una crema, te la pones en la cadera y te lo va a solucionar.

Kobayashi: Gracias. -dijo mientras abría la bolsa.

Lo siento por ti, Kobayashi.

La pelirroja al ver lo que era cerró la bolsa y la lanzó al vacío. Las demás rieron  divertidas, sonreí ya que nunca había sentido el estar a gusto con mis amigas, incluyendo a una humana y a una bruja.

Diana: Akko, gracias por ayudarme. -dijo de repente.

Akko: No es nada, además, mi hermana tenía razón y no sois tan malas como nos habían contado.

Diana: Y vosotros no sois tan terribles como nos habían enseñado. -ambas sonreímos. -¿Dónde está tu hermana?

Mi sonrisa se desvaneció y la nostalgia me invadió, mis amigas me observaron preocupadas. Hasta Tohru me miró con atención, ella más que nadie sabía lo que había sufrido con la pérdida de mi hermana.

Akko: Será mejor aterrizar, estoy empezando a tener hambre. -las demás asintieron y fuimos descendiendo a una colina.

Diana: ¿Akko? -preguntó preocupada por el tono en el que hablaba.

Akko: Luego os lo contaré, ahora no es el momento.

Al aterrizar y que Diana se bajara de mí, me transformé de nuevo en humana y decidí dar un paseo. Llegué a un río cercano y me refresqué, hablar de mi hermana siempre hacía que me entristeciera.


Secretos (Diakko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora