Narra Akko
Mi cuerpo lo tenía adolorido y lo sentía pesado, abrí lentamente los ojos hasta que pude visualizar que me encontraba en la enfermería de la academia. Me incorporé haciendo una mueca por el dolor e inmediatamente sentí que alguien me abrazaba.
Tohru: Me alegro de que estés bien, prima.
Akko: ¿Qué ha pasado? Me duele la cabeza...-dije algo confundida.
Siryah: Normal que te duela la cabeza, nos hemos metido en tu mente para poder despertarte.
Akko: ¿Y cómo he despertado?
Noté que Diana se sonrojó con fuerza y se dio la vuelta para mirar por la ventana. El resto de mis amigas me miraban con una sonrisa maliciosa y no entendía el porqué.
Roselyn: Eso ahora no tiene importancia, hermana. -dijo mi hermana, que ahora era un pequeño dragón rojo.
Akko: ¿Por qué ahora eres un dragón? -pregunté.
Aria: Rose carece de cuerpo físico, es por eso que ha tomado un cuerpo prestado para poder estar con nosotros. -explicó mi madre con una sonrisa.
Ursula: Creo que será mejor que le dejemos descansar, debe estar cansada.
Todos se despidieron de mí y me dejaron sola en la enfermería, no quería dormir pero al parecer mi cuerpo no pensaba igual y caí dormida a los minutos.
Narra Roselyn
Yasuka: ¿Por qué no le has dicho que Diana la había besado? -me preguntó mientras yo volaba a su altura.
Roselyn: Por que sé que ambas se aman, solo que no se han dado cuenta. -sonreí o al menos esa era la intención. Me posé en el hombro de Tohru y esta me miró curiosa. -Debemos hacer que crean que ahora están unidas para toda la eternidad, solo así podremos hacer que se sinceren.
Por suerte Diana y las demás brujas que estaban con nosotras se habían marchado a sus habitaciones, ahora solo estábamos nosotras y mis padres.
Ferno: Yo me opongo a eso. -se cruzó de brazos.
Aria: Cariño...-le advirtió.
Ferno: Mi pequeña dragoncita todavía es muy joven para tener a alguien, además ya le advertí que no podía tener pareja hasta los 3.000 años. -dijo molesto e hinchando sus mofletes.
Tohru: Tú te casaste con Aria cuando tenías 600 años, no hay mucha diferencia. -dijo divertida.
Ferno: ¡Pero es mi pequeña dragona! No la puedo dejar ir tan pronto. -hizo un berrinche.
Notamos en el ambiente una furia que nos puso la piel de gallina, miramos a Aria y ella tenía los ojos rojos y juraría que podía ver una vena en su frente.
Aria: Ferno Kagari, deja de hacer un berrinche o nos iremos a casa, y no te dejaré ver a Akko hasta que tenga novia. -sentenció.
Ferno: De acuerdo, cariño. Pero cálmate. -dijo asustado.
Gobernado.
El resto de la mañana comenzamos a idear un plan para cómo contarles que estaban unidas por el beso que se habían dado. Tenía que salir todo a la perfección, sabía que era posible que Ion no se lo tomara muy bien pero ya me encargaría yo de hablar con él.
Ahora solo deseaba la felicidad de mi hermana, ella ya había sufrido bastante y debía tener a alguien especial en su vida.
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Nota: Es posible que en unos tres o cuatro capítulos se termine la novela. Lo hago así porque he empezado el curso escolar de nuevo y este año debo terminar sí o sí los estudios para poder trabajar el año que viene, si todo va bien ejejeje.
Además de que tengo alguna que otra novela para subir tanto a esta cuenta cómo a la otra y no quiero que se me haga bola de nieve con tantas historias, y los estudios.
Un saludo.
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Secretos (Diakko)
Hayran Kurgu¿Qué pasaría si los dragones tuvieran un motivo para odiar a las brujas? ¿Y si ese odio los llevara a crear una guerra contra Luna Nova? Los dragones están hartos de que las brujas se beneficien de la magia que ellas llaman suya, pese a que la piedr...