CAPITULO 9 JUEGO CON FUEGO I

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Arnold se encontraba en su habitación recordando lo sucedido la noche anterior.....

FLASH BACK

-¿Podemos hablar?

-Creo que no hay nada de qué hablar –Dijo molesto

-Arnold quiero que me escuches –Lo miro suplicante –Por favor

-Está bien –Se sentó en el sofá –Te escucho

-Bien –Tomo asiento a su lado, mientras se quitaba el sombrero –Quiero que sepas que si acepte ese anillo no fue por gusto pero.... –Volteo para el otro lado –Alan no me....es indiferente

-¿A qué te refieres?

-Sera mejor que no nos volvamos a ver –Dijo decidida

-Te arrepentiste de lo que habíamos quedado ¿cierto?

-¿Qué caso tiene? –Lo miro desafiante –Al final de cuentas, no vamos a estar juntos

-Por tu cobardía

-Vamos Arnoldo sabíamos que yo me iba a casar tarde o temprano con el....

-Creí que serias más fuerte para no acceder –Interrumpió su discurso –Pero veo que eres muy cobarde para desobedecer a dos personas que lo único que te han hecho es daño.

-Son mis padres Arnoldo....

-¿Y por eso debes de ser infeliz toda tu vida?

-Vine aquí para decirte que lo lamento pero que no saldré contigo –Se levantó –Y que no me busques más, de lo contrario se lo diré a mi padre.

-Helga ¿Por qué mi abuela te dice Eleonor? –Ella se quedó helada

-No lo se

-Claro que sí, ¿Por qué venias a mi casa por las noches? –El la sujeto –Como hoy ¿Cómo subiste? ¿Por la escalera de incendios? ¿Cuántas veces lo has hecho?

-No sé de qué hablas....

-Tú me amas, pero te da miedo luchar por ese amor –La miro triste –Helga ¿Por qué Alan sabe que tú eres Cecil?

-No lo sé –Admitió sincera

-Era algo solo de nosotros –La soltó y se voltio dándole la espalda -¿O acaso también fingiste ser Cecil para él?

-¿Cómo se te ocurre cabeza de balón?

-¿Lo amas?

Helga no respondió, solo se dedicó a fulminarlo con la mirada, estaba furiosa porque no sabía cómo se le ocurría tal cosa.

-Si no lo amas –La volvió a tomar por los hombros –Hay que vernos a escondidas, por lo menos de aquí a la fecha.....que tú ya sabes –La miro dulcemente –Después ya veremos que hacer, por favor

-No lo sé.... –Agacho la mirada –Es que la verdad es que yo ya no t.... –El la interrumpió dándole un beso lleno de insistencia, amor y pasión.

Helga solo le correspondió el beso, no podía mas ya que ella también quería estar con el cabeza de balón, aunque se lo prohibiera Alan mil veces, ella no podía no tenía la fuerza suficiente para alejarse de él.

El beso empezó a subir de tono, arnold la tomaba de la cintura, de un momento a otro no supieron como pero ya estaban en la cama del cabeza de balón.

Helga siguió con el beso a pesar de la falta de oxígeno, mientras el empezó acariciar una de las piernas de la rubia suavemente.

No puso resistencia ya que cada caricia de él era como el canto de los Angeles, no podía creer que ella estaba ahí besándose con su musa, con su amado arnold.

LA DECISION DE HELGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora