Luz De Estrellas Y Luna //Tsukishima Kei

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Elei alzó una ceja ante la felicidad persistente que mostraba Sugawara, suponía que era parte de su forma de jugar pero tener a alguien así en el campo le abrumaba; estaba acostumbrada a no hablar mientras se estaba en el campo, era una de sus mejores tácticas, el silencio.

Se comunicaban mediante signos que iban pasando de una a otra y si, en algún momento, necesitaban alentarse pedían tiempo muerto o llegaban cuanto antes al final del set. Así era como lo había establecido Izuri cuando entró como capitana, cuando ella aún jugaba de libero y así lo habían traspasado de capitana en capitana.

Se sorprendió cuando vio que el equipo iba recuperando puntos, aunque, habiendo estado Sugawara desde fuera observando, había supuesto que los tenía analizados y podía leer varias de sus jugadas, como había dicho más de una vez, admiraba y respetaba a Sugawara como armador y aprendería de él todo lo que pudiera.

25-15 para el Seijoh.

''Debemos cambiar de lado, ¡Vamos!'' gritó Keishin, mientras traspasaban sus cosas de una banca a la otra ''Ya que lo que más problemas nos traen son los saques de Oikawa, cambiaremos nuestra defensa para maximizar la eficiencia con algunos jugadores''.

''¡Muy bien, Kei!'' gritó la rubia divertida, dándole un golpe en la espalda ''Deberías pensar más dentro de la cancha''.

''Pienso'' le contradijo enfadado, mientras seguía bebiendo agua.

''Neh, neh, Kei-kun'' sonrió y le hizo el signo de la paz ''Debes relajarte y disfrutar del juego; si no te diviertes, aunque ganes, no habrás ganado'' repitió el himno del Kita-Ichi.

''No me vengas con cuestiones morales'' bufó el rubio ''Y deja de hablar como si fueras estúpida'', la rubia chasqueó la lengua.

''Eres un aburrido'' puso los ojos en blanco mientras Yamaguchi se reía por la conversación entre sus amigos ''Di que sí, Yamaguchi''.

''Eh...¿Si?'' el chico se rascó la nuca extrañado y la rubia sonrió victoriosa.

''Hasta tu mejor amigo se pone de mi lado'' le sacó la lengua.

''También es tu amigo'' el rubio le entregó la botella vacía y la chica alzó una ceja para después cogerla y dejarla en el suelo.

Nada más empezar el set, Tsukishima marcó el primer punto.

''¡Nice, Kei!'' gritó Elei desde el banquillo, animada.

El partido iba 16-15 para el Seijoh cuando Kageyama se puso en la banda tras el pitido del árbitro, con el cartelito con el número 2. Acababa de marcar Asahi por lo que Sugawara no parecía desanimado por el cambio, cosa que las personas del banquillo agradecieron.

''Oe, Lei'' susurró Keishin, la rubia se giró con la ceja alzada ''Intenta que no se note que te alegras cada vez que anotan los del equipo contrario''.

Y no es que se alegrara que estuvieran ganando a su equipo, eso lo aborrecía con todo su ser y sabía que si alguien de su equipo la veía feliz por los puntos que marcaban los otros, iba a tener un problema. Pero no podía evitarlo, su cuerpo no reaccionaba a su mente.

Asintió a su hermano y respiró profundamente, debía volverse a concentrar en su cuerpo y no dejarse llevar por las ansias del partido.

''Buen trabajo'' dijo Shimizu cuando Sugawara se les acercó.

''Buen trabajo'' dijeron Elei y Takeda, al mismo tiempo.

''Muchas gracias'' el peligris les sonrió.

''Jugaste de igual a igual contra el Seijoh'' le animó Keishin.

''Todos nuestros jugadores son fuertes'' respondió Sugawara, sin perder la sonrisa.

''Pero sabes... La próxima vez, podrías utilizar al central más agresivamente'' comentó el entrenador.

''¡Si!, ¡Muchas gracias!'' gritó Sugawara sorprendiéndolos a todos, haciendo una reverencia.

''Supongo que escuchar: 'La próxima vez', es bastante importante para Sugawara-kun'' Takeda sonrió.

¡Ve, ve, ve!, ¡Ve, ve, Seijoh!.

¡Adelante, adelante, adelante!, ¡Adelante, Adelante, Seijoh!.

20-19 para Karasuno y le tocaba sacar a Hinata, el saque fue bajo y bastante débil, lo que hizo que chocara contra la red y, aún así, pasara al campo contrario. Matsukawa se tiró al frente salvando la pelota pero el punto fue al final para el equipo negro y naranja, gracias a que el bloqueo que habían hecho los otros había salido fuera.

''Me da que tendrías que fijarte en enseñar a sacar a Hinata'' comentó la rubia, acariciándose el mentón mientras miraba al equipo.

''Si...''susurró su hermano, algo decaído.

Cuando el partido llegó al 21-21, Elei suspiró y cogió su teléfono.

''Pon alguna excusa'' le susurró a su hermano y salió del campo antes de que Takeda pidiera un tiempo libre.

No podía seguir allí, no porque no pudiera ver que su equipo perdía. Llevaba a rajatabla lo de que en las adversidades tenía que estar con las personas a las que quería, y quería estar allí apoyándolos pero no era capaz. No si se trataba del Seijoh.

No si el equipo contrario eran sus amigos.

Y joder si quería al equipo contrario, pero al mismo tiempo eso le daba miedo. Le daba miedo porque los integrantes del Karasuno le habían hecho olvidar cuanto les quería, porque durante todos esos meses no se había dado cuenta del vacío que había sentido a lo largo del partido.

Cuanto los echaba de menos.

Y rabiaba por no poder saltar, gritar, y animarlos.

Y eso le hacía sentir peor, porque su equipo, sus nuevos compañeros y amigos, estaban sufriendo por una derrota y desgarrándose para poder ganar, y no podía ayudarlos, no podía animarlos como quería.

Se sentía atrapada, así que prefería atraparse en las gradas.