Llevaba seis saques victoriosos, pero no quería que le recordaran así. Era su último año, su último partido, y dejaría la cancha a lo grande.
Se puso detrás de la línea y miró fijamente el balón, haría un saque alto; el arbitro pitó y Elei lanzó la pelota hacia arriba y estiró el brazo derecho, no era buena con ese tipo de saques.
El balón llegó a duras penas al campo contrario, quienes pudieron alcanzarlo sin ningún problema, observó el balón que se dirigía directamente hacia la #1 y dio un paso hacia atrás.
''Ahora'' gritó cuando la castaña pasó perfectamente el balón a la #4.
La setter asintió y flexionó los brazos para darle unos segundos extras a la capitana.
El balón resonó en la esquina del lado contrario, seguido del golpe de los zapatos en el suelo. Todas las miradas fueron puestas en Elei, quien ahora estaba enfrente de la red, con una sonrisa victoriosa.
El marcador cambió a 15-25 para el Kitagawa Daiichi al mismo tiempo que el árbitro pitaba señalando el campo de las ganadoras.
Un segundo después, todas saltaron hacia su capitana gritando eufóricas y alguna que otra llorando de alegría. Habían ganado, pasaban a las nacionales, podrían conseguirlo otra vez.
Después de la entrega de premios, decidieron ir a celebrarlo a algún lado, les daba igual si no conseguían ganar las nacionales, las de tercero ya lo habían hecho y las de segundo y primero aún tenían tiempo para intentarlo.
Cuando salieron del restaurante apretó la medalla de oro que tenía colgada en el cuello y cerró los ojos, intentando así aliviar el dolor del golpe; sus piernas flaquearon y cayó al suelo.
"¡Capitana!" el equipo grito de desesperación, pero no pudo hacer nada, se sentía demasiado débil.
Y lo último que sintió, fue la medalla clavándose en la palma de la mano.
Cuando se despertó no tardó en reconocer el lugar, se había despertado allí más de una vez.
''Voy a avisar al médico de que ya despertó'' escuchó la suave voz de una mujer que se alejaba. Cuando se cerró la puerta, notó que una mano empezó a acariciarle el pelo y otra agarraba la suya.
''Buenos días dormilona'' escuchó la voz de Oikawa, susurrando.
''¿Qué hora es?'' preguntó, intentando enfocar a los chicos.
''No hagas mucho ruido, acabamos de conseguir que Iwa-chan se duerma'' Elei giró la cabeza hacia la mano que tenía cogida y vio a Iwaizumi con la cabeza apoyada en el colchón. ''Son las diez de la mañana, llevas tres días dormida''.
''¿Tres días? Pero entonces... ¿Hoy es lunes?, y... y ¿Por qué?, ¿No deberíais estar en clase?'' giró la cabeza al castaño, intentando no elevar la voz.
''Tranquila, está bien'' Oikawa le sonrió para relajarla y siguió acariciándole el cabello.
El doctor no tardó en llegar, seguida de la señora Oikawa.
"¿Cuántos dedos ve?" preguntó un hombre de bata blanca al verificar que la rubia se había despertado.
"Todos" respondió debilmente, el médico suspiró.
"¿Cuántos dedos tengo levantados?" aclaró.
"Uno" el hombre asintió satisfecho "¿Acerté?"
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Luz De Estrellas Y Luna //Tsukishima Kei
Fanfic"¡No hables de mi! ¿Qué hay de tí, Reina? Si tanto amas el voleibol ¿Por qué no juegas? No te creas la mejor solo por haber ganado las nacionales" "¡Al menos yo he ganado algo!" se puso de pie y lo fulminó con la mirada "Y no me doy por vencida si a...