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Se quedó callada, ¿Qué ha cambiado?.

''Has venido a desayunar a mi casa'' protestó rápidamente y a veces daba las gracias por su rapidez mental en algunas situaciones ''Y he conocido a tu madre'' puso un gesto de superioridad mientras se encogía de hombros ''Acepta que nuestra boda ya está arreglada''.

''Vuelves a decir algo sobre eso'' Tsukishima hablaba pausadamente, pero su tono era frío y amenazante.

''Si, ya'' le sacó la lengua ''Sabes que es broma, Kei'' se quejó con una suave risa ''Tengo mi listón más alto que tu'' movió la mano al ras de la cabeza del rubio, como si estuviera midiendo algo.

Luego volvió a soltar una leve risa cuando Tsukishima puso los ojos en blanco y miraba hacia la puerta, por donde entraba el profesor; Elei se recompuso rápidamente y empezó a tomar apuntes de la clase pues la literatura japonesa le apasionaba.

Aunque durante algunos intervalos, su mente parecía desconectar y volaban lejos de la clase y los apuntes que debía de tomar para luego estudiar; repasó vagamente los momentos en los que había conocido a los padres de sus amigos.

A los señores Oikawa, los conocía prácticamente desde el accidente de coche; a los señores Iwaizumi los conoció en el velatorio de la mujer de Ikkei, quien había muerto poco después de que la adoptasen, cuando aún no se consideraba parte de la familia.

Había conocido a Tooru y a Hajime en el colegio cuando aún no sabía ni hablar del todo bien japonés y ellos le habían ayudado, con una paciencia exagerada; la casa de acogida donde vivía Elei en ese momento estaba en el mismo barrio donde iba al colegio y donde los chicos vivían, por eso todo el mundo sabía quien pertenecía a los 'Hikari'.

La señora Ukai ya había estado enferma cuando la habían adoptado y todos sabían que no le quedaba mucho, por lo que cuando fue ingresada en el hospital a nadie le tomó por sorpresa e Ikkei tuvo que hablar con la señora Oikawa para que Elei se quedara con ellos puesto que no quería acercarse a su hijo ni a su nuera y Keishin era demasiado pequeño.

''Elisabeth, tienes suerte del cariño que te profesa esa familia'' le había recriminado la mujer, cuando el mayor se había ido ''No pierdas a otra familia''.

''No quiero tener otra familia'' gritó la niña, poniéndose en la puerta, para salir de la casa ''No necesito a nadie'', antes de que pudiera abrir la puerta, Tooru le cogió de la muñeca y la llevó hasta el salón, dejando que tuviera un berrinche ella sola, como la dejaban a menudo.

En esos momentos, la pequeña rubia buscaba atención en cada parte que pudiera, aunque tampoco la quería recibir para todos. Desde que llegó a la casa de acogida, pensó que se quedaría al lado de Makoto hasta que se fuera a la universidad pero cuando apareció Ikkei para llevársela, los encontró a ambos como unos invasores en su vida.

Fue entonces cuando se había encerrado en sus nuevos amigos y en la familia de uno de estos, que la había acogido siempre como una hija más.

Cuando Ikkei volvió a casa de los Oikawa, con los ojos rojos y profundas ojeras debajo de los ojos, para confirmar la muerte de su amada, Elei llena de rabia le había gritado cosas que nunca más le había vuelto a gustar recordar.

''Elisabeth'' esta vez, le tocó al señor Oikawa echarle la bronca ''Esta no es la niña que nosotros dejamos entrar en nuestra casa'' miró a su mujer y soltó un suspiro ''Lo siento, pero no podrás volver por aquí''.

Aún así, se presentaron al velatorio donde la niña estaba subida en el nieto de Ikkei, Keishin, que al parecer era el único que podía controlar sus rabietas; junto a ellos, y para sorpresa de la pequeña, aparecieron los padres de Hajime, para darle el pésame a los Ukai y saludar a la pequeña.

Luz De Estrellas Y Luna //Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora