Le dejé una nota a mi Mamá pegada a la pantalla de la televisión, diciéndole que iría a casa de un compañero para hacer un trabajo pendiente, que no estaba seguro de la hora en que volvería y que no se preocupara.
No sabía en dónde estaría Bridie en una tarde de sábado, lo primero que se me ocurrió fue ir a casa de Jeff y saber si él estaba ahí.
Aunque no había dejado de pensar en el hecho de que Jeff sentía algo por mí y lo rechace, aún quedaba una esperanza en mi interior que él dejara de odiarme y lo dudaba al mismo tiempo. Nunca antes había estado en una situación así, y aunque también fuera gay, nunca había estado enamorado... No conscientemente de alguien.
Es decir, había tenido ese pensamiento mientras Bridie se quedó conmigo la otra noche. La manera en que se preocupó por mí por los golpes que tenía. Estaba ahí siendo demasiado gentil. Aunque supongo que era muy normal porque a mí me atraían los chicos, él era un chico y había sido muy atento conmigo. ¿Verdad?
Aun así, aunque no sabía la reacción que Jeff tendría o si al menos estaba en casa, me acerque por el porche de madera. Temeroso llamé al timbre y esperé.El Cabriolet de Bridie no estaba en ninguna parte y dude que él estuviera en casa, espere a que alguien abriera.
Pasaron unos largos minutos hasta que la puerta se abrió despacio y pude ver en el oscuro interior a Jeff asomando la mitad de su cara.―Lamento mucho molestar, ¿sabes dónde puedo encontrar a Bridie? ―Hable lo más firme, sin hacer muchos cambios de voz o algo por el estilo.
―No está aquí ―respondió irritado.
Asentí, comprendiendo.
Asomó la cabeza casi por completo. Las marcas de las ojeras manchaban su piel, eran tan púrpuras que resaltaba en los párpados lilas. Sus pómulos resaltaban en su rostro. Había algo muy raro y aterrador en la manera en que sus ojos me recorrían de arriba abajo. Su cuerpo dio un vuelco repentino, parecía que iba a desvanecerse en cualquier momento. Mire detrás de él, en la oscura penumbra y alguien se movía como esperando por él.
―Sigue por la calle, hacia el noreste. Es una casa grande con techo de dos aguas, chimenea y la entrada parece abandonada. Suerte.
Una punzada de remordimiento me atacó. No pensé que alguien fuera a caer de esa manera por mí. Se veía tan mal, ¿en verdad era mi culpa?
Reflejé en sus ojos una oscuridad tan profunda. Sentí un escalofrío por lo que veía. Desvío la mirada tan rápido hasta que cerró la puerta tan fuerte que tuve que retroceder.
Seguí caminado por la calle.
El poder que la Piedra me había dado era tan fuerte que todo el rastro del cansancio de los otros días se había ido por completo, las marcas en mi cara de los golpes ya no estaban y me sentí tan fuerte y capaz de todo. Los pensamientos sobre Jeff me entristecieron, sentí mucho remordimiento. Deseaba que no hubiera ocurrido nada entre nosotros para seguir siendo buenos amigos.
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El Poder Del Sol© #1 (DISPONIBLE EN FÍSICO)
Ciencia FicciónLA PIEDRA PERTENECÍA A SU PADRE. Y AHORA LE HA DADO PODERES. Cuando Andelin se muda junto a su madre para cuidar a su abuela al pequeño pueblo de Tybee Beach, comienzan a ocurrirle muchas cosas extrañas entorno a la piedra que su padre le dejó al mo...