LA PIEDRA PERTENECÍA A SU PADRE.
Y AHORA LE HA DADO PODERES.
Cuando Andelin se muda junto a su madre para cuidar a su abuela al pequeño pueblo de Tybee Beach, comienzan a ocurrirle muchas cosas extrañas entorno a la piedra que su padre le dejó al mo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ahora no dejaba de pensar en la mentira que había sido la muerte de Papá, de todo en realidad porque Bridie mencionó su participación en una Guerra hace muchos años. No lograba entender cómo lo hizo si era humano.
Abrí su mano sin liberarla, deslicé mis dedos por las líneas que la dibujaban, despacio, como si no quisiera olvidar ningún detalle de ella.
Él se dio cuenta de lo que hacía y dejó su mano a mi total disposición. Subí hacia las líneas de sus venas que marcaban su piel, más allá de su antebrazo hasta el codo, donde todas las venas resaltaban más que en otra parte.
―Lo que te dije, ¿no te resulta ni un poco extraño? ―su voz fue baja, como si no quisiera interrumpir.
―No. En este punto me resulta demasiado normal. Dime, ¿te parece extraño lo que estoy haciendo?
―No. En realidad, me ha tranquilizado. Soy de otro mundo, mis sentimientos y sensaciones también lo son, me veo como un humano, como un hombre normal de dieciocho años. Para otros sería un monstruo, una abominación. Jamás llegare a encontrar a alguien que pueda entenderlo ―Apretó la mandíbula, no parecía enfadado, así que no sabía lo que significaba.
Es extraño cuando ves a una persona todos los días, te acostumbras a esa imagen que se queda retenida en tu mente. Cuando estás demasiado cerca, te das cuenta de nuevos detalles, de la perfección de esa imagen. Se que él ya me había tocado antes, en otras circunstancias, pero no se comparaba porque él estaba a mi disposición. Algo se movía en el centro de mi pecho, mi corazón había empezado a latir con fuerza.
Sentí su piel suave y lisa, mis dedos se deslizaron sin dificultad por su brazo, bajé una vez más a sus dedos y él también los movió por mi palma.
―Voy a ser muy sincero. Yo no te quería aquí, no quería que tuvieras nada que ver con Jeff y ni siquiera que estuvieras en el Pueblo. Tenías ese poder y pensé rápidamente en los problemas que traerías... Mi madre también me lo dijo, aunque ella quería que me asegurará de que la Piedra estaba en manos seguras ―sonrió de pronto―. Recuerdo que no tenías idea de que esos poderes estaban en tu interior.
―En ese entonces... Era un completo desastre. Aún lo soy.
―No, parece que te has acostumbrado a las cosas raras con facilidad. No voy a culparte por cómo reaccionaste con la muerte de Colin. No sé cómo hubiera reaccionado si hubieras sido tú. Lo siento, es fácil ser yo mismo cuando estoy contigo. Ni sentirme frustrado todo el tiempo ocultando mi identidad, con miedo a que pueda decir algo que me ponga en evidencia. Es todo lo que puedo pedir― Sabía que sus ojos me miraban, aunque yo solo veía nuestras manos.
Estiró su brazo hacia mí cara, sus dedos se plantaron en mi mejilla y su pulgar detrás de la oreja.
―Había estado sintiendo algo, no sabía lo que era, pero de pronto estaba demasiado interesado por ti. La noche que me quedé contigo, sentí que sólo quería abrazarte para que no te sintieras mal, fue entonces que lo descubrí...
