Capítulo 9

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Habían pasado tres meses desde aquel maravilloso día, durante ese tiempo habían sucedido muchas cosas, como el hecho de que se enteraron de que Susana era parte de la familia de Aristóteles, siendo su tía. Esto hizo que la familia se pusiera de cabeza pero rápidamente se adaptaron a la idea, bueno todos excepto Imelda pues no aceptaba la verdad. Además de que sus hijos estaban un poco enojados porque les había ocultado la verdad. En ese tiempo Aristóteles había llevado a Temo a conocer a su hermano mayor y a la mayoría de su familia. Todos estaban encantados con él, claro que su abuela, su padre y au tío Tulio no veían así pero no le importaba, él era feliz con Temo, su tahi, Temo empezó a llamarlo así de la nada, y en cuanto supo su significado no pudo evitar llenar de besos el rostro de Temo, de verdad era el más feliz del mundo.

Ese día tenía una cita con su novio en parque, estaba esperando en su banca, entonces Eros llego corriendo llamando su atención. De repente se sintió mareado, los colores a su alrededor perdieron el brilló. -Temo... -Se levantó tan rápido como pudo corriendo a donde fue Eros, llego a la calle principal había mucha gente aglomerada, camino a través de esa gente hasta estar enfrente.

Lo que vio lo dejo helado... Temo estaba en el suelo su brazo izquierdo estaba doblado en una forma extraña, había sangre saliendo de su nariz y cabeza, se podían apreciar unos pocos moretones en su rostro. Se acercó cayendo de rodillas junto a Temo -Por... Por favor llamen a una ambulancia... -tartamudeo, a lo que una persona dijo que ya habían llamado a una. -Temo... por favor resiste...

Aristóteles esta tan concentrado en Temo que no había visto a su padre entre la multitud, a los pocos minutos llego la ambulancia y se llevo a Temo, Aristóteles iba con él suplicando que se quedara. Eros miraba con tristeza desde las piernas de Aris.

Audifaz se quedo viedo la escena hasta que se marcharon, nunca antes había visto a su hijo tan destruido como lo habia visto ahora. Todo había sucedido por su culpa, un niño podía morir por su imprudencia, si solo hubiera mirado por la calle, hubiera visto al auto acercarse y el chico no hubiera tenido que empujarlo fuera del camino.

Ahora recapitulemos, Audifaz estaba en camino al edificio después de haber tenido una discusión con su hijo mayor, pues le había pedido su apoyo para obtener la custodia de Arquímedes, Neto enseguida se negó rotundamente diciendo que nunca haría algo para afectar a sus hermanos o, a Polita, entonces como en algún momento lo hizo Aristóteles, su hijo mayor también lo encaro pero a su manera pacífica pues aún se trataba de su padre.

Paso cerca de una heladería donde a lo lejos pudo ver a Polita con Arquímedes y Eduardo, parecían muy felices. Audifaz estaba disgustado pues no quería que su hijo conviviera con ese hombre, cuando tomo la decisión para acercarse vio como Eduardo se hincaba frente a Polita mientras sacaba una caja pequeña de su saco. Le estaba proponiendo matrimonio a Polita, quien no pareció dudar en su respuesta lanzandose a los brazos de aquel hombre, con eso ya se sentía destrozado, había perdido a su mujer por completo.

Caminaba sin rumbo fijo, cruzo la calle sin mirar, cuando estaba a unos pasos de la banqueta sintió un fuerte empujon sacandolo de la calle y haciéndolo caer. Volteo cuando escucho un fuerte impacto, fue cuando entendió lo sucedido. Cuauhtémoc, el chico que había confundido y mal influenciado a su hijo lo había salvado, pese a todo lo malo que había dicho de él. Ahora no sabía que debía hacer.

Mientras tanto en el hospital, al llegar, Aristóteles seguía la camilla de cerca, no se quería separar ni un poco de Temo tenía que asegurarse de que estaría bien. Cuando la camilla cruzo una puerta, Aristóteles fue detenido por una enfermera. -Lo siento pero no puedes pasar.

-Pe- pero mi novio.

-Te daremos información más tarde debes entender, mientras tanto quedate en la sala de espera. -decía la enfermera, pero Aristóteles no quería entender razones la vida de Temo peligraba.

-Cecilia, ¿Que pas- Aris? -Aristóteles se volteó al escuchar la voz de Robert, el mayor estaba desconcertado al ver la ropa de su primo con sangre, temblando, cargando al perro de Temo. -Yo me encargo.

Robert condujo a Aristóteles a la sala de espera y lo sento en uno de los sillones. -Aris, ¿Qué paso?

-Yo... yo estaba en el parque esperando a Temo, entonces me sentí mareado, luego llego Eros, ahí fue cuando supe que había algo mal, corri detras de él, cuando llegue a la calle principal había mucha gente y luego Temo... Temo...- Aristóteles empezó a llorar abrazando a Eros. Robert entendió al instante.
-No te muevas de aquí, voy por Axel. -Robert corrió al consultorio de Axel y le explicó lo que había pasado, enseguida saco su celular llamando a Pancho mientras caminaba junto a Robert a donde estaba Aristóteles. Robert llamo a Polita para que le llevara un cambio de ropa a Aristóteles.

Quince minutos después Pancho y Polita llegaron al hospital, fueron directamente a la sala de espera. Polita al ver a su hijo corrió a abrazarlo. -Mamá... Temo...

-Lo se Aris, lo se... -decía ella estaba realmente preocupada, en un momento estaba celebrando su compromiso con Eduardo y luego estaba en el hospital.

-Axel, ¿Cómo esta Temo? -pregunto con angustia, tenía un gran nudo en la garganta, su hijo estaba en peligro y no podía hacer nada más que esperar.

-Aun han venido a darnos noticias, pero ya no deben tardar. -dijo.

Pasaron solo cinco minutos y un doctor llegó a la sala. -Familiares del joven Cuauhtémoc.

-Somos nosotros. -hablo Pancho poniéndose se pie.

-El joven Cuauhtémoc tiene unas cuantas costillas rotas así como su brazo izquierdo, obtuvo un fuerte golpe en la cabeza logramos controlar el sangrado pero por ahora necesita una transfusión. Por otro lado el golpe causo algunos daños en su cerebro por lo que tememos que esto pueda causar amnesia y también ha caído en coma, por el momento lo tendremos en observación. -informó el médico.

-¿Podemos verlo? -pregunto Pancho con la voz temblorosa.

-Claro, pero solo pueden pasar uno a la vez. ¿Quién será el primero?

Pancho miro a Aristóteles quién le hizo una seña de que podía esperar. El doctor y Pancho desaparecieron por el pasillo, Aristóteles tomo la ropa que su madre le había llevado y fue a cambiarse. Tardo algo de tiempo, por lo que cuando salió Pancho ya estaba de vuelta en la sala. Aristóteles fue llevado hasta donde estaba Temo. Al entrar se detuvo en la puerta, camino hasta estar junto a la cama, no le gustaba ver a Temo con todos esos aparatos a su alrededor, se sento en el banco y tomo la mano derecha de Temo entre las suyas dandole un beso.

-Te amo tahi. Así que por favor despierta, te necesito mucho, no quiero volver a estar solo, no quiero ser el Aristóteles de antes, por favor no me dejes solo...

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Aquí el nuevo capítulo, ¿Que les parecio? :D, espero que les haya gustado y bueno ya saben ustedes cualquier comentario o sugerencia sera tomada en cuenta. Eso es todo por hoy hasta la próxima.
Byebye.




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