Esa noche Aristóteles no pudo dormir, no quería irse y dejar solo a Temo en el hospital, pero Robert le dijo que no podía quedarse. Cuando llegó al edificio todos le dieron un abrazo, le decían las típicas frases "Veras que pronto se recuperará" "Él es fuerte" "Todo va a estar bien" entre otras, ahora entendía porque la gente odiaba que dijeran eso, no ayudaban en nada.
Al día siguiente, Aristóteles no se levantó a alistarse para ir a la escuela como se había hecho costumbre, no había dormido bien anoche cada vez que cerraba los ojos veía a Temo en el suelo sangrando, o en la cama del hospital. En minutos Polita entro a la habitación de su hijo, sabía que estaba triste pero no podía estar así. -Aris, levantate tienes que ir a la escuela.
-No quiero. -respondió con la voz ronca tapándose con sus cobijas. -Temo no estará ahí...
-Hijo se que estas mal, pero-
-No quiero- volvió a decir.
Polita suspiro. -Esta bien, te dejo el desayuno en la mesa, ire a dejar a Arqui y me quedaré en la panadería. -le dio un beso y luego se marcho.
Después de medio día Neto llego al apartamento, Polita le había llamado anteriormente pidiendo su ayuda. Cuando entró vio un plato con comida en la mesa, Polita le había mencionado que le había dejado el desayuno a Aristóteles en la mesa, por lo visto no había salido de su habitación. Se dirigió a donde estaba su hermano, estaba a punto de tocar la puerta cuando esta se abrió. Aristóteles estaba recién bañado y vestido, tenía unas enormes ojeras, un pantalón gastado y una sudadera con capucha roja, entonces entendió porque Polita necesitaba su ayuda.
-¿Neto?- dijo Aristóteles al verlo. -¿Qué haces aquí?
-Vine a ver como estabas. ¿Vas a algún lado?
Aristóteles entonces pensó que eso había sido idea de su madre pero realmente no importaba. camino fuera de su habitación a un lado de Neto. -Voy al hospital, quiero ver a Temo.
-Si, pero primero deberías comer algo, parece que no has comido nada. -comento Neto siguiendo a Aristóteles.
-No tengo hambre. -respondió cortante siguiendo su camino.
Neto se puso frente a él poniendo sus manos en sus hombros. -Aristóteles entiendo que te sientas mal por lo que le pasó a Temo, pero si no te alimentas vas a enfermarte.
-Ya te dije que no tengo hambre Neto. -dijo Aristóteles tratando de zafarse del agarre de su hermano.
-Escuchame Aris, ¿crees que a Temo le gustaría verte asi?
-Claro que no, pero a mi tampoco me gusta verlo en una cama conectado a esos aparatos. -contestó con voz seca. -Sueltame. Quiero ir a ver a Temo.
Neto suspiro, vaya que su hermano estaba dolido en ese momento. -Esta bien, pero te acompaño.
Aristóteles no dijo nada y siguió su camino, al bajar se encontraron con Dani y Gabriel junto con sus hijos. -Hola Aris, ¿estas mejor?
El chico los miro para luego seguir bajando las escaleras. Neto los miro con tristeza y ellos le devolvieron la mirada, nunca habían visto así, quién diría que el Aristóteles alegre de hace unos días, terminaría así.
Neto fue tras Aristóteles quién parecía esperarlo, el camino fue silencioso, aunque Neto tratará de iniciar un tema era inútil pues su hermano no apetecía decir algo.
Al llegar al hospital fueron a la habitación donde estaba Temo, en cuanto Neto lo vio entendió porque Aristóteles se sentía tan destrozado, de solo imaginar a Grecia o tal vez a alguno de sus hijos le dolia el pecho.
Aristóteles entro y tomo la mano de Temo. -Hola amor, volví. -las lagrimas volvían a reunirse en sus ojos. -Sabes odio que estes aquí, solo ha pasado un día y ya te extraño, por favor no tardes en despertar, te necesito, necesito verte brillar recuerdas porque eres mi linda estrella.
Neto miro la escena triste, suspiro dandose vuelta para darles tiempo a solas. Al salir se encontró con el padre de Temo. -Hola, soy Neto.
-Si, el hermano del Aris. -Pancho estrecho la mano de Neto. -¿Él esta con mi Temo?
Neto asintió. -Si acabamos de llegar. Siento lo de tu hijo.
Pancho sonrió melancólico. -Gracias, Aristóteles tiene un gran hermano mayor.
-Ni tanto, esta muy deprimido no se que hacer para ayudarlo, ni siquiera logre hacer que comiera algo. -Neto se sentó en un silla fuera de la habitación sintiéndose inútil.
Pancho se sento junto a Neto y puso una mano en su hombro. -Aveces no tenemos que hacer nada, solo escuchar.
-Ni siquiera quiere hablarme...
-Dale tiempo. Ya sabes, no hay mejor compañía y consuelo que la familia.
Mientras tanto en la habitación Aristóteles hablaba con Temo, bueno él hablaba. Hora y media después supo que tenía que irse, él no era el único que quería ver a Temo, se levantó, le dio un beso en la frente y otro en la mano. -Te amo Tahi, no me hagas esperar tanto por favor. -Acarició el rostro de Temo, entonces salió de la habitación. Al llegar a la sala de espera encontró a la familia de Temo. -Lo siento, tarde mucho.
Los niños corrieron a él dandole a un abrazo el cual correspondió de inmediato, le dio un beso en la frente a Lupita y luego se separo. -¿Estas bien Aris?
-Lo voy a estar, ahora debo irme. Los veré luego.
Asintieron y fueron al lado de sus padres quienes se preparaban para entrar, fue a donde Neto lo esperaba. -¿Listo para irte?
-Si.
Fueron al estacionamiento, al entrar al auto Aristóteles se derrumbó, estaba muy cansado y se sentía mareado. Al llegar Aristóteles se acostó en su cama, Neto se sento al pie de la cama mirando a su hermano
-¿Porqué no tratas de dormir un poco mientras esta la comida?
-No puedo, tengo miedo de despertar y que todo se vuelva opaco, tengo miedo de que Temo no vuelva a despertar, de que se vaya. -decía dejando fluir sus lágrimas de nuevo. -Se que Temo es fuerte y podrá salir de esto, pero no puedo evitar sentir el miedo de no volver a verlo sonreír, de no verlo junto a mi. No quiero volver a estar solo Neto, no quiero.
Neto se acercó y abrazo a su hermano tan fuerte como pudo, solo dejó que se desahogara. -No se que haré si no vuelve, solo quiero despertar de esta horrible pesadilla.
Aristóteles sollozaba sin parar, Neto solo se dedicaba a escucharlo, su hermano lo necesitaba y no iba a dejarlo solo. Polita entro junto con Arquímedes, se sentaron en la cama abrazando a Aristóteles. Detrás de la puerta estaba Audifaz escuchando cada palabra de su hijo, sentía un gran dolor en su pecho por no tener los pantalones suficientes para entrar. -Esto es mi culpa. -murmuró mientras recordaba el accidente, pronto decidió irse antes de que alguien lo viera.
Unos momentos después, Aristóteles se quedo profundamente dormido, el cansancio por fin lo había vencido. Neto lo acosto en su cama tapandolo mientras Polita cerraba la cortina, después le dio un beso a su hijo. -Gracias Neto, de corazón gracias.
-No es nada, hare lo que sea por mi familia. De cualquier forma el que debería agradecerte soy yo por tomarme en cuenta. -Neto cargo a Arquímedes.
-Aris y Arqui te quieren mucho, jamás podría negarles convivir contigo, además Aris nos necesita a todos. -Se levantaron dejando a Aristóteles descansar.
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Hola a todos, espero que les haya gustado este capítulo y les haya hecho sentir muy tristes, okay no, pero si eso sucedió no se preocupen mientras lo escribía me dieron ganas de borrar el capítulo y hacer que Temo despertara pero luego recorde mi plan y se me paso. Bueno ahora les tengo una pregunta. ¿Les gustaría ver a los hermanos de Temo y a Diego en los siguientes capítulos?
Y bueno eso sería todo por hoy, comenten y hagan sus sugerencias las cuales ya saben serán tomadas en cuenta.
Hasta la próxima byebye.
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Un mundo de Colores
Fiksi PenggemarCuando se nace los colores se ven a escala a grises, todo blanco y negro. A lo largo de tu vida las personas que conoces y significan mucho para ti, te dan sus colores segun tu interpretación de ellos. Cuando conoces a tu alma gemela, tu mundo se ll...