Hey, Mesero [ChanBaek] ©

Capítulo 13

El castaño se delató a sí mismo un par de segundos, mostrando una pequeña sonrisa al ver que su novio se había tomado la molestia de acompañarlo en la misma mesa para comer juntos. Negó con la cabeza y se repitió a sí mismo que no debería ser tan débil ante los encantos del pelinegro, y que debería de ser alguien orgulloso después de lo que este le había dicho.

— ¿Y qué te hace pensar que quiero hablar contigo? — dejó de mirarlo y se giró hacia donde estaba Sehun, quien de inmediato le dio un sorbo a su refresco ante tanta tensión en el ambiente.

Chanyeol rodó los ojos y sonrió. Amaba y odiaba que su novio fuese tan dramático. Dejó ambos platos encima de la mesa, se agachó lo suficiente y con su mano derecha sostuvo con delicadeza la barbilla del castaño, haciendo que este se girase y quedasen ambos frente a frente.

— Tus acciones dicen una cosa — le acarició la mejilla, a lo cual Baekhyun cerró los ojos de manera indirecta. Park Chanyeol sabía cómo volverlo loco — pero tu mirada siempre te delata.

Se apartó — ¿Ah sí? — colocó ambos brazos encima de la mesa y poco a poco fue recostándose mientras mantenía el contacto visual, quedando su cabeza recargada encima de sus manos — ¿Y qué más te dice mi mirada?

— Pues... — Chanyeol se sentó a su lado y carraspeó un poco debido al nerviosismo que le provocaba estar cerca del más bajo — Que no durarás mucho tiempo enojado conmigo. Que dejarás tu orgullo aun lado y... me pedirás disculpas por lo que me dijiste.

— ¿Y cómo estás tan seguro?

— ¿Porque me quieres? — le dio una sutil caricia en la espalda.

— Mentira. No te quiero — el mesero lo miró con confusión — te amo — entrecerró los ojos y le sonrió. Chanyeol se llevó la mano al pecho y suspiró del alivio — pero tendrás que hacer un gran esmero para que te perdone.

— Pero... ¡tú fuiste el que comenzó!

— Era broma, Chan. Pero está bien — se incorporó y se acomodó correctamente en su lugar, acercando más la silla hacia la de su novio — aprovechemos que estamos más tranquilos para poder conversar.

— Me parece perfecto. Pero primero comamos, que me muero de hambre. Mi príncipe.

— Aun no utilicemos apodos cursis... mi rey — el pelinegro acercó ambos platos — ¡Te dije que no quería carne! Solo el arroz.

— No me odies, solo quiero asegurarme de que comas bien. Ahora cállate y come.

El más bajo gruñó y le dio un enorme bocado a la carne. Terminaron de comer en menos de media hora. Dejaron los platos a un lado e intercambiaron miradas.

— Ahora sí. ¿Qué querías decirme con exactitud al salir de los baños? — preguntó el alto.

— Bien. Yo... — no completó la frase ya que Sanha, uno de los chambelanes de Somi, se acercó hacia ellos.

— ¡Hola! Lamento interrumpirlos, pero Somi quiere verlos — dijo. Se dio la vuelta y se retiró.

— ¿Crees que se algo malo?

— Quizás tiene que ver con la pelea de hace un momento — respondió Chanyeol — vamos — se levantaron de sus asientos y se encaminaron hacia la mesa de Somi. Para sorpresa de ambos, ella se encontraba sola.

— ¡Chicos! — Se levantó de su asiento y corrió a saludarlos — me alegra tanto verlos juntos. Tenía miedo de que no asistieran.

— ¿Cómo crees que te íbamos a fallar? — habló Baekhyun. De inmediato sintió una sensación de culpabilidad por haber pensado en no asistir a la fiesta.

— ¿Qué pasa? ¿Es por lo de la discusión que tuve con el ex novio de Baek? — preguntó Chanyeol.

— No, no. Nada de eso... por cierto: Le hubieras dado su merecido a ese pesado — le dio unas palmadas en los hombros.

— Si no te agrada. ¿Entonces para qué lo invitaste? — preguntó Baekhyun con un tono molesto.

— ¡Yo no lo hice! Sabes que su padre y mi padre son muy amigos y trabajan en la misma compañía — el castaño rodó los ojos — ahora sí: lo que pasa es que... ocupo de su ayuda.

— Depende de que sea.

— Es que... — hizo un ademán con sus manos, indicándoles que se inclinaran para escucharla mejor. Ambos se inclinaron, tal y como ella les había pedido, y agudizaron sus oídos — quiero que me ayuden a escapar — les susurró.