Wind | YM

Epílogo: Wind

2 años después...

Te he extrañado más que nunca... No sé que hacer JiMin.
Cada día despierto pensando en ti y en lo estúpido que fui.
La vida sigue igual de sombría desde que te fuiste.
Tú dabas color al horrible mundo que me rodea.

No sabes cuanto me arrepiento de mis acciones, de todo.
A veces desearía nunca habernos conocido. El haber coincidido en los pasillos de la escuela, habernos casado si te iba a hacer sufrir de esta manera.

YoonGi caminaba lentamente entre los pequeños pasillos del cementerio, mientras sostenía un hermoso ramo de lirios blancos. La flor favorita de JiMin.

Algunas lápidas se encontraban cubiertas por la blanca nieve causada por el frío invierno.
Recordaba que ese día JiMin cumplía 19 años de haber muerto. También era cumpleaños de sus hijos.

Suspiró con tristeza al no haber sabido nada de ellos en esos dos años.
Aunque Jungkook aceptó el contrato con su empresa, no dejó que se acercara a sus hijos, por petición de ambos hermanos.

Aunque eso no evitó que preguntara por ellos cada que hablaba con Jeon.

En esos dos años sucedieron tantas cosas...

Su divorcio con TaeHyung. En donde ambos nunca fueron felices y solo aparentaban frente a su hijo.
A pesar de todo, de verdad esperaba que él encontrara a alguien que le hiciera feliz.

Tuvo una mejor relación con su hijo menor, él cual aún permanecía con cierto resentimiento hacia su progenitor. Aunque nunca lo pudo despreciar, porque después de todo, era su padre y lo amaba.
No hacía falta decir que TaeHyung estaba realmente contento al saber que su hijo no lo odiaba.

Dejó sus pensamientos al aire cuando a lo lejos divisó a tres personas frente a la tumba perteneciente a JiMin.
Se acercó a paso lento y se sorprendió de ver a Hyeon y Agust.

¿Qué hacían allí?

Se golpeó mentalmente al olvidar que ellos también querrían ver a su padre en su aniversario luctuoso.

Los miró detenidamente y se dio cuenta que el cabello de ambos ahora era de un rubio casi cenizo. Sus facciones eran cada vez más parecidas a las de JiMin y él cuando eran jóvenes.

- Tanto tiempo si vernos, señor Min -

La voz de Agust le asustó un poco. YoonGi se tensó al verse notado por los menores, pero decidió responder a lo anterior dicho.

- Sí. Tanto tiempo - murmuró.

- ¿Se encuentra bien de salud? - habló esa vez Hyeon sin mirarlo.

- Estoy bien. Aunque un poco resfriado - respondió.
- ¿Cómo han estado ustedes?

- Nosotros nos encontramos bien -
Hablaron ambos a la vez.

Quedaron en silencio por algunos segundos antes que los hermanos volvieran a hablar.

- Tenemos algo para usted -

Agust rebuscó algo en la mochila de su hermano menor, antes de tenderle lo que parecía ser un desgastado y amarilloso sobre, el cual sin duda había sido blanco hace tiempo.

Al parecer era una carta.

Min la inspeccionó confundido, pero al darle la vuelta, en la parte de atrás, se encontraba hacía quien iba dirigida.
Sintió sus ojos cristalizarse al ver quién la había escrito.