Capitulo 18

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Recordé que hoy era día libre, así que me levanté y me dirigí hacia el baño. Tenía los ojos muy hinchados de tanto llorar, la nariz la tenía más roja que la del reno ese ¿Ronald? ¿Rufo? No recordaba su nombre, pero la nariz la tenía de un color bastante similar a la del Reno el cual no recuerdo su nombre.

Lave mi cara con agua fría, el rojo iría desapareciendo de mi rostro poco a poco. Me aplique un poco de polvo para disimular el color, ya estaba lista y dispuesta para visitar a mis padres y a Calum... Si se dignaba a aparecer.

Salí de mi habitación y baje las escaleras para llegar al mismo lugar donde me habían venido a visitar la primera vez.

A causa de que no me nombraban por el altavoz le pregunte a un guardia de seguridad que ocurría. El me dijo que no había llegado nada por el momento. Bien, debieron haber tenido algún retraso o algo por el estilo.

Espere aproximadamente una media hora a que llegarán. Ninguna de los 3 aparecía y al parecer también la hora de visitas había acabado. Me fui de aquel lugar, todo fue peor que esta mañana. Quería ir ya a casa, pero al parecer ni allí les importaba.

Me fui cabizbaja hacia mi habitación o quizá no me dirigía hacia allá, solamente me dirigía a algún lugar no especificado. Quería caminar y llorar, pero no haría lo segundo, ya tenía suficiente con lo de hoy.

En esos momentos me odiaba, odiaba mi existencia en el mundo. No era que me quería suicidar o algo parecido, no. Simplemente estaba pasando por un mal momento, un momento por el cual todos alguna vez hemos pasado en la vida. Por qué no hay ninguna vida perfecta, no existe, siempre hay que a atravesar una gran tormenta para llegar hacia el arcoiris, es una lección de vida que hay que aprender. Hay que sonreír por que se sabe que siempre se viene lo mejor después de todo lo peor.

Seguía caminando por todo el internado sin rumbo, quizás ya estaba dando vueltas.

Choque con alguien torpemente, siempre sucedía algo cuando estaba en las peores condiciones, que suerte la mía.

Por Dios era Ashton.

Mi cara cambió rotundamente al verlo, hacia mucho - quizá no tanto- no hablamos. Ashton sonrió de oreja a oreja, amaba su sonrisa ganadora de premios.

Siempre se nota la sinceridad con la que sonríe, eso me gustaba de Ashton, bueno ya saben... No gustar de gustar, si no de agradar.

-Vaya, vaya.- empezó a decir Ashton- Mira a quien tenemos aquí. ¡_____ Johnson!.

-¡Ashton Fletcher Irwin! Que sorpresa- dije siguiéndole el juego. Nos acercamos para abrazarnos, era el primer abrazo que recibía el día de hoy y fue de lo más reconfortante.

-¿Qué paso? - pregunto Ashton con el ceño fruncido después de habernos separado.- Quizá no te conozca muy bien, pero se que tienes algo. No eres la misma chica de ojos brillantes a la que conocí, ahora el brillo de tus ojos son lágrimas.- Quería llorar ante el comentario que hizo, pero reí ocultando mi tristeza, la verdad era que cuando me ponía triste me volvía dramática y no era muy bueno que digamos. Además su comentario fue tan cursi que si no hubiera estado en esas condiciones hubiera reído a carcajadas, aunque fue tierno.

-Que cursi eres, Ash.- dije aún con mi falsa risa.

-Lo siento- se sonrojó, Aww, que tierno.- Pero es la verdad.

-Tranquilo no debes disculparte.- le sonreí con ternura, Ashton solía ser tan tierno como un gato, bueno lo es en lo poco que lo conozco.

-______, por favor no evadas mi pregunta. ¿Segura que estas bien? - Dijo con una expresión de preocupación.

Internada || Luke Hemmings y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora