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Ahora me encuentro aquí en el famoso puente Brooklyn observando este inútil mundo, ya mi corazón dejo de doler, aunque pasaron semanas para que volviera a este lugar, queme la casa donde me mudaría con ella y le envié todas sus cosas a casa de sus padres.

Sigo pensando y decido saltar de este lugar, pero sin antes llevarme conmigo mi libro. Trato de volverme gigante debajo del agua, pero no lo consigo y desaparezco para aparecer en otro lugar.

Bueno viaje hasta Egipto y busco un teléfono público para hacer una simple llamada, ya que deseo darles la noticia yo mismo.

- Buenas, ¿familia Armet? –pregunto y mi madre afirma con un sonoro si – les hablamos desde la comisaría de policía para informarles que su hijo Abimael Armet hoy fue visto arrojarse desde el puente Brooklyn, tememos que no haya sobrevivido –agrego uno vez cambie el tono de mi voz.

- ¡¡¡No!!! Mi bebe –escucho que grita y eso parte mi alma, pero ella nunca fue mi verdadera madre y eso ya no me debería doler.

- Lo lamentamos señora- digo antes de colgar.

Camino como si nada hubiera pasado y mientras lo hago cambio este cuerpo por mi verdadera forma de un moreno con los ojos azules tan profundo como el mar y una gran estatura, vuelvo a desaparecer y aparezco en el famoso reloj tic tac de Londres. Me sorprendo porque algo me trajo hasta acá y dudo que haya sido Bastet ya que esta desapareció de mi radal hace un buen rato, creo que regreso al valle de los dioses.

Bastet

Cuando me levanto la mañana siguiente, me encuentro con que volví a mi forma pequeña pero lo que me sorprendió fue que tenía el vientre muy abultado como si tuviera un bebe dentro de mí, corro hasta aparecer en mi casa como una nube blanca. Mis hijos al verme se asombran y corren hasta mí, pero algo los para.

- Madre, ¿estas embarazada? –dicen al unisonido.

- Eso lo dudo, genios un dios no podrá procrear con un mortal- les digo más que obvia, mientras camino hasta mi habitación y trato de ver que llevo dentro de mí.

- Abuela –dicen los niños, pero les hago seña para que me dejen tranquila y así lo hacen.

Si estuviera embarazada el cual no es el caso, tendría que estar de mi tamaño para soportar su poder porque estos se alimentan de todo a su alcance y ya tuviera mi abdomen del tamaño de una embarazada de 5 meses, solo con tener 2 meses porque nosotras en 5 meses damos a luz.

Algo raro, pero como somos seres superiores ellos casi no nos necesitan para poder crecer dentro de nosotras, invoco uno que otro libro para leer sobre el tema y todos me dan las mismas respuestas que ya se. Grito de frustración al tener mi abdomen como una embarazada de 5 meses.

- ¿Estas embarazada? –me pregunta Logan y me agarro la cabeza en modo de frustración.

- Un dios nunca se podrá embarazar de un simple mortal –murmuró más que enojada –ya no se hablará más del tema y tráeme una hamburguesa doble con papas fritas y una malteada de zapote –agrego haciéndole seña con mi mano para que se valla.

- También te comprare una prueba de embarazo o algo mejor, vamos al hospital y te saco de tu duda, porque quieras o no estas más que embarazada –me grita y por primera vez me asombro por su forma de hablarme.

- Me acabas de gritar, a tu madre –trato de aguantar las ganas de llorar y es algo raro en mí, me levanto de mi silla para caminar fuera de la casa.

Mientras camino trato de ver que me sucede porque me rehúso a estar embarazada, trato de leer mi cuerpo, pero algo lo bloquea o mejor dicho alguien; esperare los próximos 3 meses para ver si es verdad aquello que él me dijo.

Comienzo a crecer sin poder controlarlo y me trasporto a cualquier lugar del mundo que no sea habitado por mortales, una vez en mi tamaño veo como algo dentro de mí se mueve por si solo y veo como me trata de sentir sin necesidad.

Lloro de la emoción, aunque negaba su existencia y a la vez me alegro de que se encuentre trato de hablar con él lo cual niega, en los antiguos libros se decía que solo hablan con sus padres, sin notarlo comencé a llorar porque una vez este bebe nazca mis dones se irán y terminare envejeciendo rápido, creo que solo tendré minutos para despedirme de todos.

Me vuelvo a trasportar de regreso y esta vez aparecí en el garaje de la casa, trato de llamar la atención de mis nietos, pero aquellos me ignoran pasando de largo de donde me encuentro, trato de volver a mi tamaño, pero ese pequeño dios no me lo permite así que solo me queda esperar que uno de mis hijos trate de sacar su coche; aunque pensándolo bien esta es mi casa y aquellos mis autos.

Salgo destruyendo eso a mí paso y entro, pero esta vez me deja tener una estatura promedio y encuentro a Logan con mi pedido en sus manos y sin pensarlo se lo quito para devorarlo.

- Tenías razón, estoy embarazada de un mini Amun-Ra o Bastet no me deja saber- murmuro con la boca llena de comida sin digerir –comenzare a cambiar de formas y por ello me iré unos tres meses, cuando nazca regresare –agrego antes de desaparecer y volver a la pequeña isla desierta.

Con mis manos levanto una fuerte casa, solo meneando mis dedos de manera casual y dentro hago crecer todo tipos de plantas e inmuebles y vuelvo a mi estatura, me recuesto de una hamaca que hice crecer de dos palmeras que se encontraban en el horizonte para quedarme observando el atardecer mientras acaricio mi vientre.

- Dejaras a mami hablar contigo –susurro para que escuche- te cantare una canción de nuestros dioses.

Mil maravillas conocerás en el horizonte, si Ra a tu lado esta, somos tan pequeños per valientes y mientras más grandes mejores.

Porque cual alto deseas llegar tu padre Amun-Ra te ayudara a alcanzar y tu madre Bastet te enseñara que es el amor. Porque todos tenemos caminos que recorrer, pero al final tendrás la eternidad para conocer las mil maravillas que Ra te concederá.

- Descansa mi pequeño dios- murmure mientras perdía mi vista al más haya.

Dioses De Egipto (saga Faraón) IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora