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Advertencia:
Leves menciones de deseo sexual y/o relaciones sexuales. Si te hace sentir incómodo, o Cringe, No leas la novela. Porque no quiero leer comentarios despectivos acerca de lo antes mencionado, ya que entorpece mi autoestima y creatividad. Gracias.
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Emillie Olive Brooks.
Me quedé completamente helada al ver mi apariencia en el espejo de agua hermoso que era el enorme estanque frente a mis ojos.
No era una simple Beta, o una asombrosa Alfa. Era una Omega, y eso no estaba bien. Mierda, mierda y más mierda. Soy de lo más bajo de la pirámide.
Esperaba que fuera una de dos o una simple e independiente Beta o una Glamurosa Alpha, pero ser una Omega, no estaba para nada en mis planes. Vuelvo a mi forma humana, dejando atrás a mi loba blanca.
"Somos hermosas" Escucho a mi loba en mi cabeza. Claro que lo somos, pero solo con mi forma lobo. Mi esencia humana era muy diferente. Un Aura simple y sencilla, no parecía ni de lejos una Omega, porque sí, las Omegas tenían cuerpos increíblemente femeninos para procrear al menos camadas de tres, una bendición para algunas manadas como la nuestra que son pequeñas.
Me apuro a entrar en la soledad de mi sencillo apartamento en la gigantesca reserva llena de un bosque extenso en la que vive nuestra manada. Trabajaba en una pequeña Biblioteca en el centro comercial del pueblo. Para mí, cuando termine de estudiar la licenciatura en la universidad, no hallaba otro refugio más que en los libros.
Había viajado lo que quería y también me había aburrido de ello, también había perdido mi rumbo por no transformarme y sentirme vacía. Mis padres y mi hermana se la pasaban viajando por el mundo. Hasta que me dí cuenta me hacía falta algo, lo sabía, mi transformación y mi pareja, y estos días me había decidido transformarme. No sabía que iba a obtener este resultado, prefería nunca haberme transformado jamás.
Me pongo a pensar rápidamente en comprar alguna pastilla supresora antes que mi celo se haga presente y no pase por alguna situación bochornosa. Salgo inmediatamente, en la vieja camioneta que me servía como transporte, hacia la clínica del pueblo. Teniendo en cuenta el dinero que podrían costar las pastillas, llevo el que creo es suficiente en mi billetera.
— Buenas Noches, Señorita Brooks. — Dice la secretaria que atiende, Leila. — ¿Que se le ofrece? —
— ¿Se encuentra el Doctor Rhydian? — Le pregunto por el Doctor amigo de mis padres.
— Está dando su última consulta.—
— Podría decirle sí puede concederme una consulta de emergencia. — Digo casi implorando. Ella asintió al ver mis ojos suplicantes.
— Espera un momento.— Habla bajo, y apunta a las sillas de enfrente. Me acerco a estas y espero lo mejor que puedo.
Aunque mi paciencia empieza a llegar a su límite. Sobre todo cuando siento un olor extraño, casi delicioso, y un escalofrío recorre mi espina dorsal.
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Mi Hermosa Omega. ©
Short StoryAdvertencia: - Historia Corta. - Hombres Lobo. - Leves errores de Ortografía. - Mención u Descripción de relaciones sexuales y minima violencia. Derechos de autor completamente reservados a Kennya Chávez. *** NO COPIAS NI PLAGIOS NI ADAPTACION...