Mi Hermosa Omega. ©

20. Tú Amor es mi fetiche. (Capítulo Final)

— No puedo creer que no nos dijeras nada. — Regañaba Marie a su hijo Warren quien rodaba los ojos mientras cargaba a sus cachorros de ya casi 1 año, estaban casi durmiendo en sus brazos, Keanu e Iván los mayores.

— Agradece que estoy dejando que los veas ahora mamá, ya me estoy arriesgando dejando que salgan así como así solo por una barbacoa. — Mire mal a Warren mientras yo estaba dándole de comer papilla a la menor y más pequeña, Dara. La de en medio Laia, estaba en brazos de Hunter, muy adormitada.

— No puede ser. — Reí un poco al ver el rostro de Dara viendo a su abuela extrañada sin dejar de intentar masticar con sus lindas encillitas y dos pequeños dientitos la papilla.

— Su hijo solo intentaba cuidar de nosotros. — Digo con calma, veo a mi padre correr con el antiguo Alpha en el bosque hacia nosotros haciendo que los pequeños en brazos de Warren se despierten con rapidez.

Warren ve mal a su suegro y a su padre. Pero los pequeños comienzan a pedir ir con los enormes lobos frente a ellos, quienes los veían con admiración y se transformaban sin querer en pequeñas bolas de pelo para correr tropezándose con sus abuelos, mientras Warren está correteando tras ellos viendo que no haya nada que puedan morder y lastimarse.

— Además es entendible. — Decía mi hermana mientras dejaba que su pequeño Cole fuera a corretear con sus primos también.

— Me perdí el embarazo de mi nuera, y el parto de mis nietos. —

— Tranquila Mamá, volveré a embarazar a Luna un día de estos. — Todos rieron, pero yo miré mal a mi Alpha.

— Y un día de estos le voy a cortar el nudo al Alpha. — Sonreí y mis mejores amigos rieron.

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(7 años después)

— ¿Mami? — Dara me llama un poco asustada, al igual que sus hermanos está asustada.

— ¿Si cariño? —

— ¿Cree que papá está enojado? — Reí ante la pregunta de Iván.

Porque bien podría enojarse si llega a enterar que sus hijos se perdieron en el bosque, aunque era una rotunda mentira, porque Lizy y yo estuvimos tras ellos todo el tiempo a escondidas, solamente los seguimos para ver que hacían.

— Creo que sí. — Admití.

— Pero fue idea de Cole. — Laia, señaló a su primo mientras yo voltee a ver a Lizy quien quería reír.

— No. Fue idea de Kean. — Decía el pequeño niño al punto de las lágrimas, me acerqué a mi sobrino a abrazarlo con ternura.

— Tranquilo cariño, el Alpha solo va a castigar a los necios que no pueden tomar sus propias decisiones y decidir hacer lo correcto. — Miré ladeada a mis hijos y todos veían hacia el suelo culpables.

— Solo queríamos traer esto. — Iván sacó detrás de su espalda un par de flores silvestres, de esas que crecen entre algunos arbustos del bosque.

— Papá dijo que quería darle flores a Luna. — Dijo Laia a punto de llorar... El corazón se me encogió, pero la verdad es que algo podría haberles pasado.

— Bien a la próxima vez, pueden decirle a algún adulto como Lizy su tía, o a mi, mi madre, marie o incluso a Chelsea si quieren. — Dije tomando el pequeño y adorable ramo de flores.

— ¿Quieren plantar un par de flores al frente para que el jardín se vea mejor? — Todos los pequeños asintieron apesadumbrados, el Jeep de Warren estacionó en frente. Y se bajó extrañado caminando hacia nosotros a paso rápido.