POV. Emilie Olive Brooks Janssen.
— Tienes que admitir que te hago falta. — Sonrió al imaginar a mi hermana burlándose de mí al otro lado del teléfono. — Te iría a visitar, pero ya sabes mis padres están como locos y no digamos de Finn. —
Sonrió al imaginar la suerte de mi cuñado.
— ¿Cuántos meses tienes? — Le preguntó cuando paseo frente a una tienda con ropa maternal y cosas para madres, es grande, pero la única en la reserva. Todo porque es super raro que alguna loba se embarace.
— Tengo cinco. — Ríe risueña. Yo quisiera decirle que apenas sé que tengo un mes. Y ya estoy un poco o más bien muy emocionada.
— Tienes que venir cuando nazca. —
— Claro que iré. ¿Y tú? ¿No has encontrado a tu Alpha? — Puedo sentir como me ven extrañados de reojo el resto de personas en el centro comercial, sería como delatarme si entro a ver cosas de bebés, así que intento pasar de largo sobre el local.
— Mmm. — Me quedé pensativa sin saber que hacer o decir. Porque sé que le dirá a mamá y luego al ser Omega querrá venir a ver que tal me comporto como Omega.
— No le diré a mamá. — La escuchó decir.
— Tengo la marca. — Admití, y escuché un chillido de emoción del otro lado.
— ¿En serio? Que suerte tienes. ¿Y? ¿Quién es? ¿Lo conozco? ¿Es de la manada? ¿Qué dijeron Warren, Liam y Hunter? ¿No lo atacaron? — Reí al escuchar su emoción.
— Lo conoces. — Admití. — Si es de la manada. — Dije sinceramente. Soltó un chillido.
— ¿Y qué dijo Warren? ¿Lo aceptó? — Mi ceño se frunció.
— ¿Cómo que qué dijo Warren? ¿Por qué? — La escuché reírse al otro lado.
— Es obvio, está enamorado de tí desde que tenias 8 años. —
— ¿Qué? ¿Por qué dices eso? —
— ¿Cómo que porqué? — Se rió otra vez.
— Cuando nuestros padres le enseñaron a pescar todavía recuerdo que fue a dejarte a ti el pescado en lugar de a su madre. Era obvio que su lobo te decía lo apto que era para proveerte como alfa. Por un momento siempre me pareció adorable, eso y que siempre dejaba su olor en tus mejillas para que los niños o adolescentes no se te acercaran. —
— ¿Hacía todo eso? —
— Espantaba a los chicos que llegaban a casa a preguntarle a papá que querían cortejarte. — Una sonrisa escapo de mis labios.
— Era muy posesivo contigo. Lastima que nunca se te confesó y ahora estás con otra persona...—
Estaba por decirle que mi Alpha ni siquiera intentó cortejarme ni nada parecido, ni siquiera salimos por un mes, pero siendo sincera tampoco lo necesitábamos. Nos conocíamos de toda la vida. La Luna pensó que lo correcto era que nuestro momento destinado fuera desde el nacimiento. Nuestros destinos siempre estuvieron enlazados.
— Aunque también es una suerte que no fueran destinados. — ¿Y ahora como le digo que cargo un cachorro del Alpha?
— ¿Por qué? — Pregunte curiosa mientras me sentaba fuera de un lugar de helados y le señalaba al mesero una bebida de frozen y pagaba por adelantado.
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Mi Hermosa Omega. ©
Short StoryAdvertencia: - Historia Corta. - Hombres Lobo. - Leves errores de Ortografía. - Mención u Descripción de relaciones sexuales y minima violencia. Derechos de autor completamente reservados a Kennya Chávez. *** NO COPIAS NI PLAGIOS NI ADAPTACION...