— No pienso discutir contigo en esa forma Warren. — Niego rodando los ojos. Suelta un gruñido y otro aullido, diciéndome lo furioso que está conmigo.
— No estamos tan lejos. — Niego.
En realidad no lo estábamos, pero solo quería un poco de barbacoa, y necesitaba un poco de leña para el fuego de la parrilla y el resto es historia, no es mi culpa que los betas estén tan distraídos. Vuelve a gruñir cuando me agacho un poco con mi pequeño vientre de tres meses, y ahora más notable.
— Solo son unas pocas ramas Warren. — Digo mostrándole que en realidad solo son ramas de árboles secas.
Le darán el aroma y sabor perfecto a la carne. Camino lentamente y voy dejando un rastro de mi aroma dulce para que mi Alpha se calme un poco de camino de regreso a la mansión. Lo escuchó gruñir mientras volvía a agacharme.
— Relájate Warren. Estás recordándome la vez que me perdí sin querer en el bosque. — Gruñé aún más fuerte. Y solo puedo rodar los ojos y volteo a verlo. Aún de lobo se ve radiante y ardiente. Suelto las ramas.
— Tráelas tú entonces. — Niego apuntándole. Puedo ver cómo se transforma en humano nuevamente.
— Lo primero que te pido que no hagas. Y es lo primero que haces. —
— Les dije a lo que venía, no es mi culpa que no le presten atención a su Luna. — Niego viéndolo mal. Mientras este recoge las ramas y leña.
— Culpa tuya es que no prestes atención. Solo tenías que enviar a alguien por leña seca. — Regaño con voz fuerte. Gimoteo sin querer, odio en este momento a mi omega. Y él es capaz de notarlo.
— No es que seas mala Luna, pero estás cuidando mal de mis cachorros. — Eso fue todo para que mi sentido Omega se apagará. La que lanza un gruñido soy yo y me transformo para no contestarle.
— Oye el que debería estar molesto soy yo. —
Comienzo a correr muy molesta, tengo hambre como si no hubiera comido en 3 días y los demás no tienen muchas ganas de apurarse que digamos.
Cuando estoy lo suficientemente cerca de la mansión, tomó mi forma humana otra vez. Voy a terminar de preparar la carne y la verdad es que se ve perfectamente apetitosa cruda y con todos las especias necesarias. Tan deliciosa que si no se apura con la leña comenzaré a comer así. Y pasa lo que no quería. Me rindo.
Voy por mi celular para marcar a algún lugar de comida rápida y que traigan un poco de comida. Suspiró frustrada en el sofá mientras comienzo a comer un par de galletas en lo que espero la comida, solo quiero un poco de carne, por el apetito ni normal. Creo que simplemente el cachorro me está matando.
— Aquí tienes. — Volteó a ver a mi Alpha. Tiene la mirada en el suelo, y está ofreciendo un plato con un enorme trozo de carne cortado en perfectos trozos apetecibles.
— No tengo ham... — Justo mi estómago empieza a gruñir con solo oler la carne, las especias y el delicioso aroma que el humo a madera perfectamente seca le dio a la carne.
— Deberías comer un poco, mis cachorros seguramente tienen hambre. — Tomo el plato de sus manos, y él aún no ha levantado la mirada.
Me levanto del sofá porque necesito un poco de aire, el olor fuerte a testosterona de mi Alpha no está ayudándome ni un poco encerrándose a mi alrededor con el objetivo de protegerme.
Camino hacia la terraza exterior y me siento en la enorme mesa de madera, observó a los segundos al mando aún cocinar, un par de betas regañados siendo obligados a correr por todo el territorio en su forma humana sin poder transformarse.
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Mi Hermosa Omega. ©
ContoAdvertencia: - Historia Corta. - Hombres Lobo. - Leves errores de Ortografía. - Mención u Descripción de relaciones sexuales y minima violencia. Derechos de autor completamente reservados a Kennya Chávez. *** NO COPIAS NI PLAGIOS NI ADAPTACION...