— ¿Cuantos? — Pregunté alarmada al Dr. Rhydian.
— Son tres. — Afirmo nuevamente con una sonrisa, mi Alpha estaba hinchando el pecho completamente orgulloso.
— ¿Seguro que no son cuatro? — Preguntó Warren nuevamente sosteniendo mi mano, y el doctor negó.
— Pues sinceramente Alpha. No podría descartarlo. — Negó con una sonrisa. — Felicidades Luna de verdad. — Asintió el Dr. amigo de mis padre muy emocionado.
— Era la primera Omega en mucho tiempo y es un honor saber que ahora Luna tendrá sanos y fuertes cachorros. — Asintió, tragué fuerte asustada.
— Gracias. — Murmuré. Pasó una servilleta quitando los restos de gel sobre mi vientre para que pudiera bajarme de la camilla.
— Recuerden regresar para su cita, y también atienda todas las indicaciones Luna. — Asentí.
Luego Warren y yo salimos con calma de la clínica. Algunos miembros de la manada que lograron verme, sonrieron felices y orgullosos. Subí al Jeep junto a mi Alpha. Mi celular sonó, y yo atendí rápido.
— ¿Si? —
— No puede ser. — Era Lizy. — ¿Cuando pensabas decirme? — Fruncí los labios.
— Warren quería mantenerlo en secreto, ya sabes Alphas y sus paranoias sobre querer mantenerme lejos del peligro. — Escuche un gruñido de mi Alpha.
— ¿Cuánto tienes? —
— Casi 5 meses. — Dije con una sonrisa viendo la ecografía.
— ¿Y cuántos son? — Tragué fuerte.
— Son 3 cachorros. — Habló mi Alpha fuerte y orgulloso. Rodé los ojos.
— Ya lo escuchaste. — Reí.
— Bien hecho Alpha, así se embaraza a una Omega. — Carcajee al escuchar a mi hermana por el celular. Warren rió también.
— Si. Si. Yo pronto estaré en labor de parto y podré ir a visitarte. — Reímos ambas. — Te llamo luego, tengo un par de cosas que hacer. —
— Lizy, no le digas a nadie, por favor. — Habló Warren.
— No se preocupen. — Colgó. De la nada vi extrañada como Warren estacionaba frente al centro comercial.
— Quédate ahí. — Habló claro, mientras se bajaba del Jeep.
Pero no estaba asustada porque él sin decirme le había pedido a Liam y Hunter que nos siguieran por si acaso atrás en una camioneta. Entró a una tienda de ropa femenina, y yo no tenía ni idea de para que... Regreso con una sonrisa en el rostro como si tramara algo.
— ¿Qué es? —
— Ya lo verás en casa. — Mi ceño se frunció.
— ¿Es un vestido? —
— Uno que a mi me va a gustar. — Asintió con una sonrisa, me vio a los ojos, y leí en sus ojos lo que era y lo que quería que yo hiciera con él.
— ¡Warren! — Regañe.
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El siguiente texto tiene una suave descripción o mención de relaciones sexuales, si no te gusta puedes dejar de leer el capitulo.
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Mi Hermosa Omega. ©
Short StoryAdvertencia: - Historia Corta. - Hombres Lobo. - Leves errores de Ortografía. - Mención u Descripción de relaciones sexuales y minima violencia. Derechos de autor completamente reservados a Kennya Chávez. *** NO COPIAS NI PLAGIOS NI ADAPTACION...