Virgen por maldición » YoonMin [COMPLETA]

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Yoongi

Horribles. Así habían sido estos últimos días. Primero lo que pasó la noche donde Jimin se pegó a mis más de lo normal, después el beso tan diferente y ahora cada vez que ambos estamos solos se pasea por la casa usando únicamente ropa interior. ¡Dios! Me estoy volviendo loco. Su cuerpo perfecto ante mis ojos y su actitud dulce cambiando de repente a una más atrevida, solo hace las cosas difíciles, muy, muy difíciles.

Y no soy tonto... bueno puede que lo se un poco, pero ahora se perfectamente que quiere provocarme, que quiere llevarme hasta el borde donde tenga que encerrarme en el sótano y esposar mis manos para apaciguar todo el deseo que tengo por sentir su cuerpo de una forma más íntima.

[♡]

- Osito~ ¿quién es la persona que más te ama?

- Tu~ mi Príncipe... solamente tú.

- ¿Y tú a quien amas?

- A ti mi Príncipe, sólo a ti.

Esos dos retrasados son Nam y Jin, quienes en vez de hacer algo productivo se la han pasado por más de tres horas en la cocina hablando como idiotas.

- ¿De quién eres osito?

- Si, si, el negro es tuyo, sólo tuyo.- Interrumpí a Jin y este me miró con mala cara.- No me mires así, han pasado toda la mañana con sus cursilería, hasta Lisa salió de la casa porque ya no quería escucharlos.

- Pero miren quien habla... El mayor cursi cuando tiene a Jimin cerca.- Habló está vez Nam.

- ¿Yo? ¿Cursi? Ja, por favor no digas tonterías.

Caminé hasta el refrigerador y saqué una manzana. Si esperaba que termine Jin el desayuno me vuelvo viejo.

- ¡Hyung, vamos!- Escuché a Jimin desde la sala.

Hoy día lo llevaré a la empresa, ya ha ido algunas veces y se ganó el cariño de muchos de los que trabajan ahí. Claro que fue así, ¿quién podría odiar a ese ser hermoso, precioso, divino y mío? Pues obvio que nadie.

- Nos vemos, retrasados. Y si van a hacer sus cochinadas, háganlo es SU habitación... No quiero volver a tener que desinfectar la sala y la cocina... asquerosos.- Dije señalando a ambos. Se rieron y con señas de mano me dijeron largo de una vez.

Sólo espero que hayan tomado en serio mis palabras. Es traumático enterarse que en el lugar donde comes, Jin puso su sucio y desnudo trasero.

[♡]

Llegamos a la empresa y muchos de los trabajadores nos saludaron a mí y a mi piojo, de una forma respetuosa. Ya era un chisme en toda la empresa de que Jimin es mi pareja.

-      ¡Jimin!- Exclamó mi secretaria y rápidamente se acercó a Jimin para estrujarlo entre sus brazos.

-      Hola noona.- Saludo él, dedicándole un tierna sonrisa.

-      ¿Cómo has estado, cariño?... ¿Ya comiste? ¿Tienes hambre?- Comenzó a preguntar, sin importarle que su jefe – ósea yo- también había llegado y que lo ignoro completamente.- ¿Quieres un pastelito?- Jimin soltó una risita.

-      Estoy bien noona, gracias.

-      ¿Y un helado?- Inquirió nuevamente Lily.

-      Ya déjalo, lo fastidias.- Hable a lo que ella bufo. Por alguna razón vi su vestimenta y me di cuenta que tenía puesto lo mismo que ayer.- Veo que la pasastes bien anoche.- Dije alzando mis cejas sugestivamente.- No pierdes tiempo.

-      Ja, bueno fuera.- Contestó.- En realidad fui a la casa de una amiga y me invitó a unos tragos. Como se me hizo tarde dormí allí y no pudo prestarme ropa... Es que vieras, sus blusas me quedan cortas, sus vestidos me quedan como blusa, en sus sostenes solo cabe una teta mía y quiso prestarme una tanga nueva que tenía guardada, pero se me metía entre las nalgas y nah, prefiero mis calzones de vieja que me agarran todo el trasero.- Hablo haciendo señas alrededor de su cuerpo.

-      Okay... Creo que mucha información.- Tome la mano de Jimin.- Nos vemos.- Jale a Jimin hasta mi oficina y me pareció escuchar a Lily decir algo sobre una visita.

-      No tardaré mucho, son unos cuantos papeles que debo ordenar y luego vamos a desayunar.- Le hable a Jimin. Abrí la puerta de mi oficina y sin darme tiempo de reaccionar escuche una voz conocida.

-      ¡Yoongi!- Sentí al dueño de aquella voz lanzarse encima mío y apretarme con sus brazos.

-      ¿Baekhyun?- Lo observe a él y luego a Jimin, quien había soltado mi mano y tenía el entrecejo fruncido.- ¿Q-qué haces aquí?

- ¿Que hago aquí?... Pues dándole una visita sorpresa a mi guapo ex novio... ¡Sorpresa!

Je, je, je, si... sorpresa.