I: Felicidad

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Alice estaba en su tienda, mirando cada dos segundos su teléfono esperando un mensaje o llamada de su mejor amiga. Estaba nerviosa. Hoy su amiga sabría si quedaba o no en la película que tanto quería y estaba ansiosa por saber la respuesta. Ella confiaba plenamente en su amiga y en sus capacidades pero la incertidumbre la estaba matando.

Lucy era su mejor amiga. Se conocieron en la universidad hace casi siete años y desde ese momento se habían vuelto inseparables. Se habían apoyado en momentos oscuros, había sido la única persona que dejó que la acompañara durante el peor año de su vida. Alejo a todo el mundo, menos a Lucy. La verdad es que si la había alejado, pero Lucy no lo había aceptado e insistió, hasta que a Alice no le quedo más que aceptar que la chica no se rendiría.

Suspiró tratando de dejar de lado sus nervios y puso un mechón de su cabello detrás de su oreja. Ahí fue cuando el teléfono cobró vida y vio una llamada entrante. Era Lucy. Tomó el celular rápidamente y contesto.

- ¿Te lo dieron? – dijo Alice, sin preguntar nada antes.

- ¡SI! – grito Lucy.

Alice sintió una felicidad enorme en su corazón por su amiga. Estaba demasiado feliz por ella.

- Sabía que lo lograrías, eres perfecta Lucy. – y era verdad, Lucy era muy buena en lo que hacía. En la visión de Alice, era la mejor. – ¿Sabes lo que esto significa? – pregunto Alice a su amiga. Su amiga rió.

- Oh no, esa voz... ¿Qué tienes en mente? – dijo riendo. Sonrió de vuelta.

- Tú y yo vamos a salir hoy en la noche. Ya sabes, propongo comida en mi casa y después ir a un bar a celebrar... ¿te parece? – Alice vio como entraba gente a su tienda y sonrió a los potenciales clientes.

- Eso suena bien... pero no quiero que me dejes sola por un chi... -

- Oh no, ¡claro que no! Hoy se trata de ti, querida amiga. Solo tú, yo  y el alcohol – dijo Alice riendo. – Debo colgar ahora porque debo atender a gente... ¿Hablamos luego?

- Si, éxito en todo y gracias por el apoyo. No sé qué haría sin ti –

- Nada... obviamente, nada – dijo antes de cortar riendo. Alcanzó a escuchar la risa de su amiga antes de dejar el teléfono guardado.

Alice se acercó a la gente que estaba en su tienda y sonriendo comenzó a atenderlos. Hoy iba a ser un gran día.

***


Alice se miró al espejo por última vez antes de decidir que estaba conforme con los resultados. Londres era frío la mayor parte del tiempo, sobre todo de noche. Había decidido usar unos pantalones negros ajustados, botas con taco grueso pero altas, un crop top negro y sobre este, una camisa a cuadros roja y negra. Todo parecía bien. Su maquillaje era suave. Su largo pelo castaño lo arreglo haciendo unas ondas, pero despeinadas al mismo tiempo.

Miró su reflejo una vez más. Todo parecía bien.

Fue en ese momento en que sonó el timbre y salió corriendo de su habitación a abrir a mi amiga que estaba fuera. Abrió la puerta y ambas gritaron dándose un abrazo fuerte.

- Lucy, ¡estoy tan feliz por ti! – dijo Alice no soltando a su amiga mientras entraban a la casa.

- La verdad es que yo tampoco puedo creerlo, cuando me dijeron que si me darían el papel de Mary Austin estuve a punto de llorar frente a todo el mundo – rió.

Alice acompaño a su amiga a la cocina donde tenía todo listo. Había ordenado una pizza para comer antes de salir. Lucy sonrió con complicidad sacando una botella de champaña.

Save Me | Joe MazzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora