VII: Almuerzo y más

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Era martes en la noche. Joe había aguantado desde el viernes sin hablarle a Alice porque no quería aburrirla ni darle la posibilidad de cancelar el almuerzo del día siguiente. Lucy no había mencionado nada al respecto, pero era obvio que sabía todo.

Él tomó su celular, sentándose en la sala de su casa y busco rápidamente el contacto de Alice para enviarle un mensaje. Durante un minuto pensó en la posibilidad de llamarla directamente y preguntarle. Solo para escuchar su voz. Estás perdido, Mazzello. Miró la hora. Alice ya debería estar en su casa, así que no estaría ocupada en el trabajo. Decidió llamarla.

Marcó su número y demoró en contestar, pero finalmente lo hizo.

- Hola Mazzello – dijo Alice. Joe sonrió imaginándosela.

- Hola Alice... pensaba enviarte un mensaje, pero preferí llamarte. ¿Está bien? –

- Si... claro, está bien. Me demoré en contestar porque estaba terminando de cocinar – rió un poco.

La verdad es que eso era una mentira. Alice se cuestionó el contestar el teléfono, pero pensó en lo que Lucy le había dicho y llego a un acuerdo consigo misma, en donde iba a dejar que las cosas fluyeran. Que pasara lo que tenía que pasar.

- Hablando de comida... te llamaba para preguntar la dirección de tu tienda y para saber si aún sigue en pie el almuerzo de mañana – Joe dijo las últimas palabras con miedo, rogando que ella mantuviera los planes y no saliera corriendo. Porque él le estaba dando implícitamente una salida... ella podría cancelar todo. Hubo unos segundos de silencio que pusieron ansioso a Joe.

- Si... me refiero a que quiero salir a almorzar contigo... anota la dirección – la voz de Alice se escuchó un poco insegura. Joe apuntó la dirección. No podía dejar de sonreír.

- Anotada la dirección... estaré ahí a las una. ¿Es una buena hora? –

- Si, perfecto... um, ¿cómo estás? – pregunto Alice, sin saber por qué había intentado que la conversación siguiera.

- Todo bien... las grabaciones van bien, hemos avanzado perfecto así que estamos todos bien emocionados por eso – y era verdad. Con sus amigos estaban muy felices y orgullosos de sí mismos, había que decirlo. - ¿Cómo estás tú? – pregunto de vuelta Joe.

- Me alegra escuchar eso – dijo Alice – um... bien, el ritmo del trabajo bajo un poco así que he tenido tiempo para respirar – soltó un suspiro – de hecho, trate de dejar todo más o menos en orden para no tener un imprevisto mañana –

Joe sonrió como estúpido. Para él, eso era todo. Ella quería salir con él y se prometió no meter la pata de ninguna manera.

- Eso es genial, gracias Alice. Yo mañana grabo solo en la mañana, así que estaré libre después. –

- Otra vez, me alegra escuchar eso – rió – tengo que colgar, debo hacer unas cosas –

- Está bien, no te quito más tiempo. Nos vemos mañana – dijo Joe.

- Nos vemos – susurró Alice de vuelta.

***

Joe entró a la tienda y se fijó que Alice estaba dándole la espalda, atendiendo a unos clientes. Ella no lo había visto aún, así que comenzó a recorrer el lugar. Era bien fascinante. Y gritaba Alice por todas partes. Empezó a mirar las distintas prendas que había en los colgadores y quedó impresionado por la creatividad. Algunos quizás podían decir que era incluso atrevida, pero claramente ese era el valor de todo eso. Chica talentosa, susurró para él.

Alice terminó de atender a los nuevos clientes y sonrió despidiéndolos. Se dio vuelta y se impactó un poco a ver a Joe Mazzello ahí, mirando muy concentrado las prendas que ella había hecho. Tomo una respiración y se acercó a él. Evito darle vueltas al hecho de que estaba prácticamente temblando.

Save Me | Joe MazzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora