XXIV: Termino de las grabaciones

258 24 12
                                    




Tres semanas después...

Alice estaba frente al espejo de la pieza de Joe con la camisa arriba. Se miraba atenta las costillas que aún tenían un tono amarillento, un recordatorio de lo que había pasado no hace mucho. Con un dedo se tocó la piel, dolía pero muy poco era más una molestia que otra cosa. Se miró la cara y ya no había rastro de lo que había pasado ahí. Al menos las costillas podía ocultarlas, pero la cara había sido horrible.

Se había encerrado en la casa de Joe, no había salido a ninguna parte. Primero porque no tenía realmente nada que hacer fuera, su tienda seguía cerrada. Y segundo, porque tenía miedo. Le costaba admitirlo, pero no quería poner un pie fuera de esa casa.

Lo que la había mantenido cuerda había sido el trabajo. Joe y los chicos se habían encargado de traer todo lo necesario desde su casa y así ella podía trabajar y había avanzado demasiado. Tenía dos colecciones en bocetos y una ya lista. Era solo cuestión de tiempo para que pudiera salir nuevamente... solo necesitaba la fuerza para hacerlo. Todavía no la tenía, pero confiaba en que lo lograría... pronto. Había hablado con algunos clientes que tenían encargos y ellos entendieron los problemas que tuvo, sin darles muchos detalles. Había confeccionado esas prendas y Lucy había ido a dejarlas. Seguía siendo la mejor amiga de todas.

En cuanto a Mike, no lo había vuelto a ver más. Nadie lo había vuelto a ver. Tampoco a Alex, su novia. Ella le había pasado su tarjeta la primera vez que la atendió sin saber que era la nueva novia de él y daba gracias porque él no descubriera su número de teléfono.

La policía había ido dos veces a tomarle declaración de lo que había pasado esa noche y el tribunal había decretado una medida provisoria de alejamiento, pero en realidad no servía de nada porque Mike estaba inubicable. De todas formas, era mejor así. Alice había llamado al policía que le había dado su tarjeta cuando su tienda fue atacada y le comentó la posibilidad de que Mike fuera el responsable del asalto. Le dijo que no tenía pruebas para demostrarlo, solo era lo que sentía y que con la golpiza ella había reafirmado aún más sus convicciones. Le dijo que lo tendría en cuenta en la investigación.

Suspiró mirándose una vez al espejo. Hoy sería la primera vez que saldría a la calle y aunque la verdad era que sentía miedo, si le tranquilizaba el hecho de que estaría con Joe, con todos los chicos y que sería una fiesta privada. Mike no podría interceptarla y eso quitaba casi todo el peso de sus hombros.

***

Por otro lado, estaba Joe. Las tres semanas habían sido el infierno y el cielo al mismo tiempo. Disfrutaba enormemente tener a Alice en su casa, amaba llegar del trabajo y verla ahí. Tenía más que confirmado que iba a pedirle oficializar la relación y que le propondría ir a NY con él. Pero al mismo tiempo sentía impotencia al verla en el estado en que se encontraba.

La primera semana había sido la peor. Si bien Alice podía moverse, lo cierto era que le costaba mucho y toda su cara seguía muy hinchada y morada. Verla lo torturaba siempre y solo quería protegerla de cualquier cosa que pudiera hacerle daño.

Pero al mismo tiempo, sentía una adrenalina fulminante cada vez que iba al set y se daba cuenta que ya todo iba a terminar. Cada vez que terminaba un día los nervios se disparaban porque eso significaba que quedaba un día menos. Todos se sentían igual, era algo que se palpaba en el aire.

Agradecía tener los amigos que tenía. Agradecía haber hecho tan buenos amigos. Todos ellos se preocupaban mucho por Alice. La verdad es que él al comienzo no había querido contarles, pero era estúpido... Lucy y Rami ya sabían, habían estado ahí. Que Gwil y Ben se enteraran era inevitable. Ambos no podían creer lo que había pasado y estaban muy enojados. Querían matar al tipo y sin mentir, él también. No sabía cómo reaccionaría si alguna vez lo tuviera al frente.

Save Me | Joe MazzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora