X: Sentimientos

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Alice tomo una respiración profunda y al moverse, todo su cuerpo dolió. Poco a poco los recuerdos de la noche anterior llegaron a su cabeza, produciéndole mariposas en su estómago. Abrió los ojos de a poco y se dio cuenta que estaba sola. La picó un poco la decepción pero después dio gracias. No sabía qué hacer y que Joe no estuviera ahí la ayudaba a pensar de forma objetiva.

Se sentó en la cama y se dio cuenta que al lado del velador había una nota.

"Tuve que irme porque hoy grabamos temprano. Estaré enviándote mensajes durante el día... y gracias".

Alice leyó el papel unas tres veces antes de suspirar y dejarlo donde mismo había estado. Se levantó tratando de dejar los pensamientos de lado y fue a ducharse.

***

Había pasado una semana desde que Alice había visto a Joe, la noche en que todo se descontroló. Respondía los mensajes que él le enviaba, pero todos eran evasivas. Se estaba odiando a si misma por estar haciendo eso, pero había llegado a la conclusión de alejarse. Y ella sabía que Joe se había dado cuenta también. Era demasiado inteligente.

"No eres feliz porque no quieres".

Ella lo había pensado mucho pero la respuesta siempre fue lo mismo: ella no podría confiar nunca en alguien, y Joe no merecía eso. Joe era todo lo bueno que Alice jamás creería merecer. Se odiaba por ser tan débil en algunos momentos y tan segura en otros. Lo peor de todo es que su miedo podía ser irracional, pero le calaba cada hueso.

Alice se había centrado en el trabajo y no tenía tiempo para nada. Tampoco había vuelto a hablar con Lucy, salvo para preguntarse cómo estaban cada una. Tibiamente, la situación se asemejaba demasiado a lo que había pasado hace un par de años y eso estaba comiendo la mente de Alice. Pero esta vez era diferente: ella había cortado la posibilidad de cualquier cosa. Pero el resultado era el mismo... estaba sola.

***

Antes de comenzar a almorzar, Joe revisó su teléfono para darse cuenta que Alice no había respondido. Suspiró. No sabía por qué habían quedado en esta posición, pero no le gustaba para nada. Sabía que ella lo estaba empujando y él no podría ir a invadirla a su casa si ella no quería verlo... pero cada vez era más difícil resistir.

Comenzó a comer. Estaba solo, no quería dar explicaciones sobre su humor. Sus amigos menos mal no habían hecho preguntas, como que de cierta forma sintieron las malas vibraciones que expelía.

La noche que había pasado con Alice había sido quizás la mejor de su vida. Todo había sido perfecto. Ella era atrevida, y eso a él le encantaba. Era hermosa, además. Cuando vio su cuerpo la imagen se grabó en su cabeza y lo había estado torturando toda la semana. Ella respondía tan bien a cada toque, cada beso. Era perfecta... y lamentablemente ella no quería saber nada de él.

- Por fin te encuentro – Joe se sobresaltó un poco al escuchar la voz de Lucy. No la había sentido llegar, estaba perdido en Alice.

Lucy tenía su bandeja y se sentó junto a él.

- Cómo estás? siento que con todo el trabajo recién puedo hablar de algo que no sean las escenas – dijo Lucy haciendo una mueca antes de comenzar con su almuerzo.

- Bien... - dijo Joe. Siguió comiendo.

- Ugh, eso fue lo menos creíble del universo – reparó Lucy - ¿Qué pasa, Mazzello? Se nota que algo ocurrió que te tiene desconcentrado.

Joe suspiró. Quizás debía contarle a Lucy lo que había pasado, pero al mismo tiempo no sabía si era sería una buena idea.

- Tiene que ver con Alice? – preguntó Lucy. Joe se quedó callado revolviendo su comida. Estaba actuando como un niño de diez años, pero no sabía que decir. La chica suspiró - ¿Qué paso con Alice?

Save Me | Joe MazzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora