CAPÍTULO 9: Un destino, una profecía y una promesa

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-Estas bien? Estás inmovilizado.
-Creo que no puedo procesar toda esa información, es demasiado.
-Pues es lo que es, así, sin más.
-¿Así que gracias a la llama surgió el mundo?
-No, la llama lo evolucionó, el mundo era gobernado por dragones eternos, ambos, tanto el mundo como los dragones, no tenían principio ni fin.
-...
-Escúchame, ambos fuimos marcados por la señal oscura.
-¿De qué hablas?
-Ambos estamos enfermos, por lo cual algún día nos convertiremos en Huecos, supongo que ya los has visto, y asesinado a unos cuantos.
-Un momento, qué? Estamos destinados a morir? De qué carajo hablas?
-Cuando surgió dicha señal, los humanos se convertían en Huecos, pero en cada humano era diferente, en algunos, apenas se infectaban, se convertían al instante, pero en otros, como tú, lo hacían a largo plazo, entonces reuníamos a todas esas personas como tú, y los encerrábamos en este asilo, los que se infestaban a largo plazo, tardaban alrededor de 50 años en convertirse en hueco del todo. De hecho, recuerdo hace 43 años, cuando te encerré en esa celda. 
-Me estás diciendo que estoy destinado a morir? Entonces que sentido tiene escapar? Si de todas formas va a ser en vano?
-Existe una antigua profecía, que decía que un no muerto, algún día, lograría salir de este asilo, y este no muerto, le pondría fin a todo esto, y salvaría lo que queda del mundo. Y sí, te liberé por esa razón, así como lo hice con incontables no muertos, pero la mayoría, o los terminaba matando porque se volvían locos y me atacaban, o los volvía a encerrar debido a que ya estaban en un punto de no retorno.
-No creo en esas estupideces, lo siento, busca a otro hueco que crea tu cuento de hadas y dragones mágicos.
-Entonces qué? Te quedarás aquí sin hacer nada? Yo fracasé en mi misión, ese demonio me arrojé hasta aquí cuando intenté matarlo, y ahora tengo mi columna completamente rota, y mis piernas, rotas, sin la capacidad de moverlas. Pero tú puedes triunfar en donde yo fracasé. Tu tienes oportunidad, se que no es una decisión fácil, pero te lo pido, por favor.
-Y que gano con hacerlo? Tu dijiste antes que me encerraste en este lugar, dime quien soy, mi nombre, mi edad, si tenia familia, donde trabajaba, dime... quién soy.
-Así como tu, la marca se va extendiendo por todo mi cuerpo, hasta llegar a mi cerebro, ya no recuerdo ni cuantos años tengo, tantos años que pasaste en esa celda, la marca oscura te fue pudriendo tu mente, y borrando tus recuerdos. Pero, en el caso de que lo sepa y te lo diga, ¿Harás algo al respecto? ¿Acaso sabiendo quien eres, vas a salvar a la humanidad entera de su destrucción?

No sabía que responder en ese momento, me quedé completamente en blanco, me di cuenta de que el destino del mundo estaba en mis manos, no solo mi vida, la vida de millones estaba en juego, gracias a Oscar, logré percatarme de lo egoísta que estaba siendo, al preferir saber quien era, en lugar de saber quien voy a ser. Finalmente, acepté su petición

-Mira, ésto es un frasco de estus, está hecho de un vidrio especial, que permite contener el fuego de las llamas en su interior.
-Entiendo, y que pasa si lo bebo?
-Al igual que las hogueras, estas llamas tienen proporciones curativas, que te regeneraran todas tus heridas, y retrasa la infección de la marca oscura. Pero procura no olvidarte de recargarlo.
-No lo olvidaré.
-Prométeme que no te rendirás bajo ningún motivo, mi corazón podrá morir esperanzado, y yo, después de todo lo que pasé, lograré descansar en paz. Prométemelo.
-...Lo prometo
-Por cierto, donde están mis modales, me llamo Óscar De Astora, fué un gusto, señor o señora hueco. Ahora vete, voy a clavarme este cuchillo en mi cabeza, para terminar con este sufrimiento, y para que mi mente no se deteriore tanto, y no pierda más de mis valiosos recuerdos.



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