BEGIN AGAIN

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Llego el miércoles y junto a él el segundo dia de clases, la gente aún continuaba mirando, señalando y susurrando cosas cuando Renato caminaba por los pasillos del colegio; sus compañeros algunos se burlaban de él, otros lo ignoraban o lo trataban mal. Entre Agustín y Agustina trataban de evitar que dañen al chico castaño, Agustin incluso casi se va a las pilas con algunos de sus compañeros; Gastón por su parte no entendía nada, pero tampoco quería ser un metido y preguntar qué era lo que pasaba. El único buen gesto del dia que tuvo Renato vino de un chico llamado Julian.

FLASHBACK:

Julian durante el recreo se acerca a Renato quien se quedaba sentado en su banco durante el mismo; ya que salir afuera y enfrentarse a todas las miradas solo lo hacía sentirse mal.

-Tato…- dice Julián, eran los únicos en el salon.

-¿Que pasa Julian?- dijo Renato indiferente. Julian nunca lo había tratado mal ni nada, pero nunca hablaron mucho.

-Quería pedirte perdón- dijo el rubio rascándose la nuca.

-¿Por qué? Vos nunca me hiciste nada- dijo Renato.

-Exactamente eso, no hice nada. Me quede callado cuando todo paso y eso tambien es ser cómplice de todo lo que te paso. Yo era amigo de…- dijo el chico.

-¡No lo nombres!- grito Renato. -Ya esta ya paso, lo hecho hecho está.-

-Perdón, devuelta Tato. Cualquier cosa que necesites podes pedirme.-

-Gracias Juli- dijo con un intento de sonrisa.

FIN FLASHBACK

No fue el mejor dia, pero Renato ha tenido peores. A la salida del colegio se dirigió a casa de sus abuelos, la cual quedaba solo a una cuadra del colegio; se encontraba por fuera de un portón rojo, que daba a un hermoso patio delantero con todo tipo de plantas desde helechos, ficus, cactus, rosas, etc; su abuela era una loca de las plantas disfrutaba mucho de cuidarlas y regarlas, a Renato le gustaba ayudarla. Toco el timbre para anunciar su llegada, al rato sale su abuelo, un hombre alto y corpulento de cabellos blancos y ojos azules; salvo por el color de ojos Renato era la viva imagen de su abuelo de joven. El hombre sonrió al ver que recibió la visita de su nieto.

-¡Tatito! ¡Que agradable sorpresa! Pasa hijo.- dijo el hombre, Renato atravesó un camino de piedras que daban a la puerta principal e ingreso en la casa, atravesó el hall de entrada y dobló a la derecha para dejar su mochila en uno de los sillones del living principal, el living estaba rodeado de fotos de la familia, desde fotos de la boda de sus abuelos hasta fotos de cada uno de sus nietos, y a un costado se hallaba un piano. El gran amor que tenían tanto Agustín como Tato provenía de su abuelo, él les había enseñado todo, en su juventud había sido profesor de música y había aprendido a tocar varios instrumentos; aunque a Renato no se le daban muy bien los instrumentos, el chico tenía una voz muy privilegiada.

-Debes tener algo muy urgente que decirme para no haber esperado ni un dia en venir a verme- dijo su abuelo con las manos en la cintura.

-Vos me conoces muy bien- dijo Renato. -¿Y la abuela? ¿Y la tía?- aparte de Nancy, la madre de Renato tenía otra hermana.

-Tu abuela fue al supermercado, y tu tia Ines desde que la hicieron directora del centro de salud tiene mucho más trabajo. Bueno pongo la pava, vengo y hablamos de eso que te tiene preocupado. Pero antes ¿todo bien?- dijo el abuelo.

-Estoy bien Abuelo, no te preocupes.

-Me refiero a todo lo que te paso, ¿como llevas eso?-

-Voy mejorando cada dia, igual no es algo que sane de un dia para el otro-.

I knew you were troubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora