Gabriel y Gastón iban caminando algo apresurados.
—¿Estas seguro Gabi? —preguntó Gastón.
—Varios chicos y chicas me dijeron que él se los envió. Y que lo estuvo mandando a muchos grupos. A parte todos saben que el chico este no puede guardar un secreto y le gusta esparcir los rumores que escucha. No me extraña que sea él —dijo Gabriel decidido.
—Pero ¿tenía que ser hoy? No tengo mucho tiempo tengo que reunirme con Agustín y Renato —dijo Gastón.
—Podes irte, no te estoy obligando a quedarte —dijo Gabriel.
—Alguien te tiene que controlar —
—Solo voy a averiguar algunas cosas —dijo Gabriel.
Llegaron a un club de tenis. Se escuchaban las pelotas rebotar en las raquetas y en el suelo. Comenzaron a buscar a su objetivo cancha por cancha.
Gabriel vio al chico rubio mientras se limpiaba el sudor de su frente. No pudo evitar sentir odio en su interior. Bufó al dejar salir el aire en sus pulmones. Casi que fue corriendo hacia el chico si no fuera porque Gastón lo sujetó por el hombro.—Controlate, no queremos hacer un show —dijo Gastón. Gabriel asintió.
—¡Ey! ¡Diego! ¿Como estas? —dijo Gabriel alzando la voz y saludando al rubio.
El chico, todavia con la toalla en sus manos, no entendía que hacia Gallicchio saludandolo. Gabriel y Gastón se acercaron a él. En cuanto estuvo lo suficientemente cerca Gabriel, tomó a Diego de la remera y lo estampó contra el alambrado que delimitaba la cancha de tenis. Los ojos de Gabriel se pusieron serios y sus labios formaban una líneas. Gastón rodó los ojos, Gabriel nunca podría controlar sus instintos.
—¡Pará! ¡Pará! ¡¿Qué te pasa Gallicchio?! No hice nada —dijo el chico, nervioso y asustado ante el trato del chico.
—Sabes muy bien lo que hiciste. ¡El video! —gritó Gabriel. —Me vas a decir como lo conseguiste, ¿quien te lo envió? —dijo Gabriel con una tranquilidad que helaba la sangre de Diego. No entendía a qué se refería pero sentía que si no respondía las cosas se pondrían feas.
—Perdón, pero, que video —dijo Diego nervioso. Los ojos de Gabriel se oscurecieron.
—¡Sabes muy bien de lo que hablo! —dijo elevando la voz. Empujó al chico contra el alambrado de nuevo.
—¡Te juro que no se! ¿Podes ser mas especifico? —dijo Diego. Intentaba librarse del agarre de Gabriel pero no conseguía nada. Gabriel se acercó al oido del chico.
—Me vas a decir quien te mandó el video de Renato, hijo de una gran puta. A menos que quieras que te rompa la cara ya mismo. Te encargaste de divulgarlo por todos lados, más te vale que lo hayas borrado o vas a ver —dijo Gabriel.
Gastón no sabía que hacer, volteaba a ver si alguien se acercaba, pero no había nadie. No podría detener a Gabriel si se descontrolaba y comenzaba a golpear a Diego.
—Gabi... —intentó decir Gastón.
—Tengo todo bajo control Gastón. Nuestro amigo ya va a hablar —dijo Gabriel.
—Me gustaría estar más cómodo para hablar —dijo Diego.
—Oh, ¿mas cómodo? Permíteme —dijo Gabriel, empujando al chico al suelo. —¡Habla! —ordenó Gabriel.
—Me lo envió Jerónimo. Contento. Perdón no pude contenerme con un chisme así. Pero te juro que ya no hago esas cosas, le hice daño a mucha gente, intento cambiar—dijo Diego. Por un momento Gabriel se vio reflejado en el chico. Ahora tenía el nombre de la persona que había comenzado con todo este asunto.
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I knew you were trouble
FanficEn el último tiempo Renato ha vivido una montaña rusa de emociones, desde el descubrimiento del primer amor, pasando por infidelidades, ruptura e incluso la humillación pública. Todas esas experiencias han llevado a que el chico, que de por sí ya er...