Capítulo 10

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Llego a casa y las luces están apagadas. Cuando las prendo, diviso en la mesa de centro del living cuatro botellas de cerveza, suspiro y las tomo para dejarlas en la cocina junto a más envases de bebidas. Que raro, Jacob invitó a sus amigos a tomar cerveza y no me dijo nada. Tampoco me dijo que iba a salir porque acabo de fijarme que en su habitación no está.

Lo llamo tres veces y no me contesta, capaz no lo escucha por la música, de seguro salió a alguna discoteca. Dejo de insistir y me voy a dormir, estoy bastante cansada como para hacer alguna cosa. Me acuesto en la cama luego de desvestirme y miro el techo.

¿No estará ocultandome nada Jacob, no? Espero que no, no quiero que vuelva a pasar algo malo. No quiero distancia entre nosotros. ¿Y si le pasó algo y por eso no contesta? Él siempre me avisa todo lo que hace a mi costa. ¿Estará bien? Cierro los ojos con fuerza y trato de dejar de pensar en Jacob. Mi mente viaja hacia otro lado, parece a propósito para no dejarme en paz. ¿Qué será aquello que lo preocupaba tanto a Devon? ¿Me dirá la verdad en todo? ¿Qué oculta? ¿Puedo confiar en él? Cuando estoy sola, mi mente es muy peligrosa. No para de trabajar causándome dolores de cabeza.

Con esos negativos pensamientos, en algún momento, me quedo dormida.

🥊🥊🥊

Me levanto con el sonido de la alarma, debo hacer mi rutina diaria y entrenar a mi hermano. Me visto y salgo de la habitación. Me extraña que todo esté igual que ayer y silencioso. Jacob no durmió aquí, tampoco dejó mensajes en mi teléfono. Tomo mi botella de agua y salgo a correr. El día está normal, no hace ni frío ni calor, típico de primavera.

Vuelvo a casa al terminar y me ducho para ir al gimnasio. Llego en menos de quince minutos y veo a un montón de chicos cuando entro. Saludo a Mark como de costumbre y cuando salgo, me encuentro a Jacob. Me acerco rápidamente a él, quien está hablando animadamente con Callie y Devon. Los tres dejan de reír cuando me ven, frunzo el ceño.

—¿A dónde fuiste anoche que no dormiste en casa?—pregunto calmada y extrañada a la vez.

—Eso no te importa, estoy demasiado grande como para cuidarme solo—ruge a la defensiva juntando las cejas. Alzo mis cejas sorprendida. ¿Qué le pasa?

—Eso lo sé, pero siempre me avisas. Y hoy no pudimos hacer tu ruti...—me interrumpe, fastidiado. Hoy se ve raro, será por las ojeras o por otra cosa que no logro descifrar.

—Sólo me salte uno, Aria. No fastidies, ya déjalo—dice con fastidio y mira a Devon—. Luego hablamos, esta noche saldremos y espero que vengas Callie.

Se va dejándome con la boca abierta. Miro a mis dos acompañantes y ellos se encogen de hombros.

—Tranquila, será por la resaca—dice Callie.

—¿Desde cuándo tú y mi hermano se ven tan cercanos?—Miro a Devon y éste se encoge de hombros.

—Tu hermano es muy simpático—dice y se va.

—Que tengas un buen día, Aria—Callie se va por donde ellos se fueron y me quedo sola, parada en el centro del gimnasio.

Dejo mi bolso en la oficina de Mark y busco a Jacob para entrenar. Como se está haciendo costumbre, cuando terminamos, él está agitado y pide que terminemos a la mitad. No se que le pasa pero tampoco quiero preguntarle, no porque sino él me contestará a la defensiva, yo me enojaré y terminaremos en una gran pelea que no quiero afrontar. No ahora.

Me quedo en el gimnasio cuando Jacob se va, hago mi rutina de entrenar a Devon. Tanto él como Devon se ven distantes conmigo y no entiendo que pasa.

—Ya me cansé, ¿podemos seguir mañana?—dice agitado, casi sin poder hablar. Frunzo el ceño.

Ha de ser por no descansar que están así, es seguro.

KNOCK OUT©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora