CAPÍTULO TRES

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Tiempo no tuvo de pensar pues la pequeña Mérida Atenea fue corriendo hacia su ángel.

La pequeña se detuvo frente a la alta rubia.

Sonrió.

-Eres muy alta-dijo la pequeña elevando su cabecita para verla mejor

Merianto soltó una risita y se acuclilló para estar a medida de la niña.

-Y tú eres muy pequeña-respondió sobándole su cabello
-No es cierto-frunció el seño-soy la más alta de mi salón
-¿De verdad?-dijo con falsa sorpresa
-Si lo es-una voz serena interrumpió la conversación

La rubia elevó su cabeza, hacia aquella voz.

Raquel era casi de su altura sólo unos centímetros la diferenciaba y tenía el cabello corto, color rojo sangre con ojos castaños.

Era hermosa e intimidante, pero Merianto nunca fue dejarse intimidar fácilmente y esta no iba hacer una excepción.

Se posicionó más erguida y elevó su barbilla, mostrando un porte de reina.

Raquel pasó por alto aquella actitud.

-Hola-le extendió su mano con una sonrisa-soy Raquel amiga de Francis
-Hola-respondió extrañada-yo soy...
-Merlina, si, me hablaron mucho de ti-dijo observando a Francis

El mencionado les ofreció una sonrisa avergonzada.A distancia se notaba su leve sonroje. Con solo verla sus sentidos se estancaban ¿Como una adolescente podía hacerle sentir los más bajos pensamientos y al mismo tiempo los más hermosos sentimientos?

UN CAFÉ CON MI PROFESOR Y SU EX ESPOSA [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora