UN CAFÉ CON MI PROFESOR Y SU EX ESPOSA [EDITANDO]

Chapitre Trente Deux

Francis no tardó mucho en llegar ya le faltaban dos cuadras y estas pasaron rápidas. Salió rápido del coche y corrió hacia el restaurante que Meri mencionó.

Entro en él oyendo la típica campanilla que anuncia que alguien llegó, fue directo al baño y un nuevo sonido llegó a sus oídos proveniente del lavado de mujeres.

Con paso ligero va hacia el y se da cuenta que aquel sonido eran sollozos, su alma se partió al pensar que esa era su querida Afrodita.

Intenta abrir la puerta, pero un peso se lo impide, al bajar la vista y ver atra vez de esa pequeña abertura nota una melena rubia.

-Meri-dice

La mencionada eleva la vista, sus ojos negros se ven cristalinos a causa del llanto a Francis se le rompe el alma al verla así, tan frágil y vulnerable no era la Meri que él conocía.

El ver la silueta de Francis hay la reconforta y tranquiliza, toda la situación ocurrida con Sebas se va y solo quiere largarse de Hay con él a su cuarto.

-Meri-se agacha donde ella-Dios mío-exclama-¿Que pasó?
-Me encontré con él en la disco y luego la perseguida y luego el restaurante, tú llama y...-la pobrecita se encontraba alterada y alarmada
-Ese....desgraciado-decirle desgraciado queda corto-Te persiguió por toda...

Meri no lo dejo continuar pues sabía a donde iba ir todo esto. Lo tomo de la cara acariciando la, que él estuviera aquí la tranquiliza y quiere que él entienda eso, que todo lo malo ya paso y que ahora lo importante es que está a salvó, con él está a salvó.

Presiona sus labios con los suyos y mile de descargas eléctricas van por su cuerpo, eso quiere decir que lo peor ya pasó.

La tormenta ya pasó.

-Larguémonos de aquí-dice Francis al separarse del beso
-Francis-tomó de su hombro antes que se valla-acompáñame...-su voz se interrumpe, pero traga en seco-acompáñame a la comisaría-finaliza

Francis asiente entendiendo a lo que se refiere y es cuando se da cuenta que es una decisión madura.

-Me eh dado cuenta-empieza-que esto no parara si no lo detengo. Al principio creí que era algo sin importancia y que al mudarme, todo pasaría, pero no es así.

Adonis solo llega a asentir nuevamente.

-Vamos Afrodita-la toma de la mano dirigiéndola fuera del baño de mujeres

Los dos ignoran las miradas de todos los clientes ¿Como culparlos? Si estás viendo a una pareja salir, pues ¡obvio piensas lo peor ¿No?

-¿Que carajos ven todo?-expresa educadamente Meri-ocúpense de sus asuntos-culmina

Francis niega sonrojada murmurando un "lo siento" para todos.

Al subirse en la camioneta y ambos ponerse el cinturón, porque obvio la seguridad es primero, Francis arranca el carro y maneja por todas las calles hasta llegar a su destino.

La música de fin de que suena es without me de Halsey y por suerte la pieza musical ayuda a aligerar el ambiente y aclara las ideas de Meri.

Tuvo suerte que el camino fuera largo, así tenía tiempo de ordenar su cabeza y ver que le decía a las autoridades.

Su pensamiento viajó a porque no lo hizo antes, obvio porque le gustaba, pero también tiene algo que ver con miedo. Sebas estaba mentido en pura porquería y el miedo a que le hiciera algo a su padre y "madre" la asustaba un montón, sin embargo después de todo lo ocurrido tiene los ovarios para ir a reclamar sus derechos así tengo su maldito merecido.

Francis toma su mano y la acaricia, sigue siendo transparente para él en estos momentos lo agradece, después de todo es lo mejor que le a pasado en la vida, claro después de poder volver a la universidad y estudiar lo que más le gusta.

-Nunca-habló Francis-dejes que un simple mortal como ese intimida a una diosa como tú ¿Entendido Afrodita?

Como siempre sabe que decir para sonrojarla y hacerla sentir mejor, ella se limita a asentir y no pasa mucho cuando ve que faltan unas cuadras para llegar a la comisaría.

Francis se estaciona en frente de esta y vuelve a besar sus manos para darle fuerzas.

-¿Lista?-pregunta
-Desde que nací-miente

Ambos sale del auto y al llegar al lado de ella Fran le ofrece su mano y ella gustosa lo acepta.

Suspira.

Las lágrimas empiezan a caer por sus mejillas, el aire mueve se melena rubia y ella, ella se siente libre, bueno siente que está a punto de estarlo. Tal vez después de esto será feliz con Francis y por primera vez se da cuenta que merece esto que después de todo lo qué pasó merece ser feliz.

Por fin dejará atrás todo lo malo y seguirá adelante con solo felicidad.

Te lo merece-dice su conciencia
Si me lo merezco-responde a esta

Pensándolo bien tiene algo que agradecer a Sebas, si él no la hubiera sumergido en la escoria, no hubiera salido ella a conocer a Francis, la persona que le apoyó sin tener que hacerlo.

Entran en el edificio.

Ahora puede sonreír sin tener aquel miedo que él volverá, ahora podrá tener esa vida que tanto desea.

-Buenas tardes-dice Francis-venimos aquí a poner una denuncia
-Un segundo por favor-responde una voz femenina y oye como teclea algo

Todo estará bien-otra vez la voz de su conciencia, que creía inexistente

Oye pasos que se acercan hacia ellos y ve a un hombre con bigote y cabello castaño con ojos marrones con trave de polícia.

-¿Que ocurre Celia?-dice el señor que parece de unos cuarenta y algo
-Los señores acá quieren hacer una denuncia-responde
-Ah-dice-¿Y se puede saber contra quién?

Francia está a punto de hablar, pero ella sabe que él no tiene porque seguir interviniendo es ella quien decidió esto, es ella quien lo terminará.

Toma la mano de Francis, quién la mira confundido, pero ella le regala una sonrisa, haciéndole entender que quiere.

Dirige sus vista a los oficiales quienes la miraba impacientes.

Y entonces lo hace.

-Contra Sebastián Augustos Domínguez-habla

Y al decir ese nombre siente que se libera.