-¿Está mal si te deseo? -preguntó viendo al ángel al lado suyo, quien se removía incómodo ante lo dicho.
-Si es un deseo impuro, entonces está mal -volvió a encogerse. -¿Para qué me deseas?
-Para estar contigo por toda la eternidad.
-☀-☀-☀-☀-☀-☀-☀...
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—Dabi, no creo que funcione así.
—Shhh, detalles.
Ambos estaban tranquilos sentados en el pasto, mientras que las luciérnagas comenzaban a salir a pasear, sin embargo, ambos seres estaban más concentrados en un reloj rosa para niña, que se habían encontrado tirado.
—Dabi —Shoto suspiró y volteó a ver a su alrededor, ambos estaban sentados en moño uno frente al otro, rodeados por un hermoso paisaje digno de enamorados.
Sintió un escalofrío recorrerle los huesos, sin embargo, se calmó al ver un singular especimen concentrarse en un reloj infantil antes que en el ambiente que los rodeaba. Le sonrió sin darse cuenta, y vio al azabache recargado en su codo mirar la pantallita con aburrimiento.
Volvió a centrar su atención en los bichos que les rodeaban, y cómo volaban cerca del diablo.
No podía evitar sus sentimientos, así que no controló la calidez en su pecho, al ver a aquel "mounstro" ocupado con un reloj para niña.
Sonrió. Pero alguien le sacó de sus pensamientos con una pantalla de reloj en su cara.
—Son las 11:11, pide un deseo —rodó los ojos, pero cuando sus ojos se toparon con los contrarios no pudo evitar sonreírle al azabache.
Se sonrieron, inevitablemente calleron ante aquella situación digna para un par de amantes.
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