Cassandra (Libro 1)

Capitulo 1

Aún tenía esa sensación de pánico en todo el cuerpo. Mi cerebro estaba en alerta permanente como si en cualquier momento una bruja eterna pudiese atacarme. Revisé que la vela protectora de mi cuarto aún estuviese encendida. Me senté en mi cama a pensar. Recuerdo exactamente que pasó después de lo que le hicieron a Bianca. Supongo que esa es la parte mala de tener memoria fotográfica.

Justo después de que el cuerpo de mi hermana cayera hacia el suelo grité y lloré tan intensamente como pude. Me acaba de quedar sola. Las brujas se habían desvanecido. Simplemente soltaron a Vini y desaparecieron. El cuerpo de Bianca estaba en el suelo. Sus ojos marrones estaban vacíos. Las lágrimas corrieron como cascada por mi cara. Incluso ahora, en mi cuarto 11 años después de lo sucedido las lágrimas caen.

Vini sacudía el cuerpo de mi hermana como si esperara que algo pasara pero nada paso. Ella seguía tan muerta como antes. Incluso el propio Vini parecía muerto como si le hubieran quitado la vida a él también. Mi madre siempre me abrazaba cuando estaba triste así que lo abracé. Él me dio una pequeña sonrisa o mejor dicho el intento muy forzado de una.

-Tenemos que avisar al consejo de brujas- su voz sonó tan hueca como si no fuera él quien me lo decía. Ahora entiendo que al igual que yo perdí a mi hermana, él perdió al amor de su vida. Eso dejo un hueco en él.

El consejo de brujas investigó lo sucedido sin embargo no pudieron hacer mucho. Las brujas eternas llevaban matando miembros del consejo desde hace meses. Mis padres incluidos.

Ninguna bruja o brujo deseaba quedarse conmigo yo era una abominación según ellos. Una bruja cuya única manera de tener poderes era absorberlos de objetos mágicos e incluso de otras brujas. Todos creían que si se quedaban conmigo yo les haría daño. Vini deseaba cuidarme pero declararon que su estabilidad mental luego de la muerte de Bianca no era la adecuada para hacerse cargo de mí.

Así que decidió buscar a alguien que quisiera cuidarme. Mis padres tenían muchos amigos, no solo brujos sino de otras especies como vampiros o lobos. Esa era la razón de que tuviesen tantos enemigos. Vini no tardó en contactar al mejor amigo de mi padre, Valentino quien al enterarse de que mi hermana había muerto viajó hasta Roma. No le costó mucho convencer a las brujas de entregarle mi custodia pues para ellas yo era una maldición.

Entonces Valentino nos llevo a su casa en Rumania. Al principio me costó adaptarme pero en esa casa yo no era la única que había pasado por algo así. Habían otros dos chicos, Violeta y Armando, ambos habían sido adoptados por él luego de quedarse sin nada. Casi todos en esa familia eran vampiros yo era diferente pero por primera vez en mi vida nadie me miraba mal por serlo.

Ana era la única hija biológica de Valentino pero jamás nos trató diferente. Para ella éramos sus hermanos. Incluso se podría decir que conozco a mi mejor amiga gracias a ella.

Con los años fui conociendo más a esa familia y amándola con cada fibra de mi ser. No me malinterpreten. Jamás olvidé la familia que perdí ni busqué sustituirla pero aprendí a abrirle un espacio en mi corazón a una nueva vida.

Con todos mis recuerdos revueltos, me levanté de mi cama y me senté en el escritorio. Todavía hay muchas cosas más que contar de mi familia. Pero por ahora solo tienen que saber  que lo que impulsa mi vida es luchar. Por la familia que perdí y que nadie ha vengado. Por la familia que gané y que si no protejo perderé para siempre.

Empecé a leer todos los libros de historia mágica que tenía para investigar. Después del sueño que tuve si algo era seguro es que no volvería a dormir esa noche.