Cassandra Garza es una bruja. Una bruja que desea vengar la muerte de su familia. Tras años intentándolo aún no logra nada pero jamás se rinde. Mientras investiga acerca de lo sucedido,un trato con un vampiro de ojos verdes la puede ayudar en su ven...
Nuevo capítulo!!! Después de publicar el capítulo pasado me llegó un comentario que me animó mucho a seguir escribiendo esta historia, así que este capítulo me quedó más largo de lo que esperaba. Por eso es que decidí dividirlo y poner el resto en el próximo que será un poco más corto.
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Cassandra Soltamos nuestras manos luego de cerrar el trato.
-Cassandra ¿puedo hacerte una pregunta sin que te molestes?-parecía un poco asustado de que me enojara.
-Todo depende de la pregunta pero haré lo mejor que pueda.-Le respondí.
-La mansión a la que entramos los chicos y yo. ¿De quién es?- preguntó rápidamente.
-Es de mi familia.- No le dije mucho más.
-Tenía entendido que los dueños de esa casa eran vampiros.- Parecía algo confundido.
-Fui criada por vampiros.- le respondí sonriendo ante su confusión.
-Eso... es muy raro.- un segundo después de decir eso. Abrió mucho los ojos y comenzó a decir rápidamente.- No me refiero a que este mal, es solo que no es muy común que unos vampiros críen a una bruja.
No pude evitar reírme al ver cómo intentaba arreglar lo que había dicho.
-Tranquilo, entiendo a que te refieres. Mi familia no es del todo común pero me gusta.- "y es por eso que quiero detener a las brujas eternas. Para que no les hagan daño" pensé.
-Esperó que algún día quieras contarme esa historia.
-Algún día- le contesté, aunque en realidad no tenía la intención de hacerlo.
-Tengo otra pregunta ¿Cómo exactamente descubriste que éramos vampiros?
Le conté como desde un principio sospeché que eran vampiros y cuando leí el anuario de mi hermano lo descubrí definitivamente.
-Así que pude haber conocido a tu hermano sin saberlo.
-Estuvieron en el mismo lugar durante dos meses, así que puede que alguna vez hayan hablado.- Se me hacía muy raro pensar en ellos dos hablando. Justo cuando parecía que él diría algo, el teléfono sonó. Gillian miró al teléfono.
-Es Max- dijo y entonces contestó. Estuvo unos minutos hablando con él hasta que colgó la llamada.- Me tengo que ir. Deje a Max sin auto en un centro comercial.
-Entonces, yo me voy. Recuerda que tenemos un trato.- Abrí la puerta haciendo que entrara agua al auto.
-Hablaré con los chicos para que nos ayuden. Si no te molesta que ellos sepan que eres una bruja.-Cerré la puerta para evitar que el agua siguiera entrando.
-Tengo que hablar con alguien antes de que hagas eso. Te mandaré un mensaje cuando puedas decirle a los chicos.- Abrí la puerta y salí del auto.- Adiós.
