Cassandra Garza es una bruja. Una bruja que desea vengar la muerte de su familia. Tras años intentándolo aún no logra nada pero jamás se rinde. Mientras investiga acerca de lo sucedido,un trato con un vampiro de ojos verdes la puede ayudar en su ven...
Bueno...Casi lloré escribiendo esto. Les hablo al final de cap.
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Abrí la puerta del cuarto y la vieja foto me devolvió la mirada. Las lágrimas inundaron mis ojos. Mis emociones se agrandaban en mi pecho. Los recuerdos llegaban a mi cabeza como una película, cada uno de ellos clavándose en mi corazón amargamente. Las lágrimas corrían por mi mejilla lentamente. El mundo se movía cada vez más lento mientras la tristeza aumentaba.
La foto era bastante linda. Era una foto de cuando tenía 4 años, dos años antes de quedarme sin familia. Allí estaban plasmados mis padres biológicos. Mi madre tenía una sonrisa gigante y su cabello negro caía descontrolado en sus hombros. Mi padre no sonreía tanto porque me estaba sosteniendo para que dejara de moverme. Una mini Cassandra intentaba salir de los brazos de su padre. Bianca estaba junto a mi madre sonriendo y tomando el brazo de Vini. Mientras él intentaba tapar su cara con un libro.
A veces me sentaba a pensar en lo que hubiera pasado si las brujas eternas no los hubieran matado. Mis padres serían reconocidos por haber removido las leyes que prohibían a las brujas sin magia propia ser consideradas brujas reales. Ellos nunca me vieron como me veían las otras brujas; siempre hablaban con el consejo para que yo tuviese una vida mejor.
Mi hermana se casaría con su novio Vini. Tendrían una casa con una biblioteca gigante para Vini. Mi hermana sería importante dentro del consejo de brujas. Creando nuevos hechizos que tanto amaba hacer. Tendrían un hijo o una hija que llevarían a la escuela todos los días y yo le hubiese enseñado a escaparse.
Pero nada de eso pasó,porque los mataron antes de que pasara. Ahora solo quedábamos Vini y yo. Vini buscando a las brujas eternas desde Europa y yo buscándolas desde aquí. Me gusta pensar que mis padres y mi hermana son felices en alguna parte.
Las lágrimas me nublaron la vista e intenté a mirar a mi alrededor. Habían muchos objetos mágicos y otros de valor sentimental que decidí esconder aquí por mi bien emocional. Entre ellos la varita de mi madre. Solo las brujas muy poderosas tienen una. La guardé aquí porque no tengo planeado usarla nunca.
La tristeza me llenaba nuevamente porque cada cosa que veía era un recuerdo nuevo. Decidí que lo mejor por ahora era salir del cuarto.
Caminé por los pasillos de la mansión intentando despejar mis recuerdos. Mis padres adoptivos tenían muchas cosas allí desde cuadros a objetos de mucho valor. Incluso documentos importantes y secretos. Me entretuve un poco mirando alrededor. Aún así tenía esa sensación de tristeza clavada en mi pecho. No suelo llorar muy seguido pero cuando lo hago no paro hasta que libero todas mis emociones. Odio derrumbarme así. Me sentía vulnerable como si todo fuese a caer sobre mí por eso. Hace tiempo no me sentía así. Ahora nadie me estaba mirando, podía ser débil por unos minutos. Tenía mucho peso como para soportarlo. No consigo avanzar nada en mi búsqueda. Habían desconocidos cerca de mi familia; gente con secretos que no he podido descifrar.
Así que allí sentada en medio de un pasillo me di una oportunidad para derrumbarme.
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Me siento mal por hacer sufrir a Cassandra pero esto era necesario para saber más sobre su pasado. Aclaré un poco acerca de que ha pasado con Vini.
Ya saben que a pesar de que ha pasado un mes, Cassandra no confía aún en los chicos. (El próximo capítulo será narrado por Gillian)
