Capitulo 34

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Yo no dire nada. Ya todos estamos acostumbrados a que actualizo cada dos meses. Lo siento.

Si hay algo que odio en este mundo es soñar

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Si hay algo que odio en este mundo es soñar. Buenos sueños o malos sueños eran lo mismo para mí. Dejaban detrás un amargo sentir que me estrujaba el corazón en cuanto despertaba. Este en especial era uno de esos buenos sueños.

"Me estaba mirando en el espejo. Tenía puesto un hermoso vestido azul. Parecía que estaba lista para un evento formal. Alguien toco la puerta de mi habitación.

-Adelante.- grité mientras aún me miraba al espejo.

-Siete pronti? (¿Estás lista?)- No lo podía creer. Voltee asustada hacia la puerta. Parada justo en frente estaba mi madre con un vestido formal color púrpura, su favorito.

-¿Mamá?

-Muoviti. Dobbiamo essere puntuali. (Avanza. Tenemos que llegar a tiempo.)- Mi madre sostuvo mi mano y comenzó a halarme hacía afuera.- Tua sorella non può diplomarsi senza che la vediamo prima. (Tu hermana no puede graduarse sin que la veamos primero.)

Así que íbamos a la graduación de universidad de Bianca. Me sostuve de la mano de mi madre y avanzamos corriendo juntas por el pasillo."

Me levanté con el pecho pesado. Un nudo de emociones armándose lentamente dentro de mi. Tomar las manos de mi madre aunque sea en un sueño era demasiado para mí. Además, en el sueño íbamos a la graduación de Bianca, camino a ver su mayor sueño cumplido. El nudo en mi pecho acabó por soltarse. Acabé llorando sin querer hacerlo. Era tan injusto para ellos. Mi hermana tenía sueños que nunca pudo cumplir.

-Buenos días, Cassandra.- Me sorprendió escuchar la voz salir de mi celular al parecer nunca había colgado la llamada con Gillian al altavoz. Intenté componerme un poco para que no se notara que acababa de llorar.

-Buenos días,Gillian.

-Estás llorando.- Al parecer no me sirvió de nada porque se dió cuenta con solo tres palabras.

-Si, tuve un sueño que me hizo llorar.- le resumí lo que había pasado de una manera menos abierta.

-Sé que no me lo vas a querer contar pero sabes que si algún día te animas, me puedes contar lo que sea.

-Gracias. Siempre me cuesta tomar confianza.

-Aproximadamente ¿cuantas décadas te toma tener confianza con alguien?- bromeó haciendo que me riera.

- Dame un par más y puede ser que confíe en ti .- Ambos reímos sin poder evitarlo. Mientras hablaba con él fui sorprendida por Adri entrando a mi cuarto. Ella tenía la llave de mi casa, así que no era extraño. Aunque sí era inesperado.

Cassandra (Libro 1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora