—Eso fue Asombroso—Alabó Leo con una gran sonrisa de orgullo, como si él le hubiese dicho qué hacer en aquel momento—. Has dejado a todos sin habla, me incluyo, ¡hubieses visto la cara del General!
Frank sonrió.—Thalassinos, lograste quedarte por tu cuenta. Realmente eres digna de ser Reina.
—¡Shhh! Que nadie puede saberlo—Siguió Travis tapando la boca de Frank con una gran sonrisa. El castaño parecía extasiado, ¿y cómo no? La chica se había lucido—. Bien, Cole, ¿qué harás ahora?
Cassandra miró por encima de su hombro, logrando divisar a Zander acariciando a su caballo, con la mirada puesta en Cassandra. Le sonreía calidamente, esperando su turno para hablar con ella a solas. Esperaba que no fuese una conversación tan larga, ni incómoda, porque no podría resistir ante cualquier petición de Zander. Era su debilidad.
Le hizo una señal a sus nuevos amigos para que avanzaran sin ella, necesitaba hablar con Zander de alguna manera, y con ellos presente jamás iba a poder. Esperó paciente a que todos se fueran hablando de lo espectacular que había actuado Cole Thalassinos, escuchó las felicitaciones y halagos hasta que ya no hubo nadie, hasta que ya nadie la podía observar.
Se acercó a Zander con una sonrisa de lado, sin intentar ser coqueta, pero para Zander era la sonrisa más hermosa que había apreciado en toda su vida y la única que valía la pena mantener en ella. Estaba enamorado. Muy enamorado. Desde hace años, sólo que jamás tuvo la oportunidad de decirlo en voz alta y ahora veía como todo se escapaba entre sus dedos. La única chica que le interesaba estaba comprometida y a un paso de ser descubierta y decapitada.
—Príncipe Zander—Hizo una reverencia como usualmente haría cualquier persona. Zander se rió divertido ante aquel hecho, mordiendo su labio al final, sin notar que se veía irresistible.
—Cole Thalassinos—Repitió como saludo, aunque moría por abrazarla y darle vueltas, incluso intentar besarla. Su corazón latía a un ritmo rápido y la sonrisa lo delataba.
Cassandra mordió su labio.—¿Caminamos?
—Por favor, detesto que tu prometido tenga la mirada sobre nosotros—Bromeó alejándose de su caballo, Cassandra sonrió tímida. Él no bromeaba del todo, de verdad odiaba sentir la mirada de Perseo sobre ellos.
—Cuando sea Reina la primera ley quitaré será esa, uno debería casarse con quien quiera, cuando quiera y donde quiera—Murmuró agotada. Le gustaba pensar en positivo acerca de su mandato, pero le era difícil cuando veía que no muchos la apoyaban—. ¿De qué querías hablar conmigo, Zan?
Zander suspiró.—Cuando decidí que iría mi ejército a la guerra antes que el del General, sabía que podría haber problemas, que podría salir herido, sin embargo, cuando sucedió, cuando me hirieron tanto que pensé que no iba a sobrevivir, lo único que podía pensar era en tu sonrisa, en tus ojos volviéndose más pequeños mediante la risa que yo causaba, en las pecas que te salen con el sol de verano, en lo rosados que tus labios se colocan luego de que los muerdes por los nervios, en lo brillante que tus ojos se colocan cuando te regalo una flor.
>>Pensé que iba a morir ahí, sin verte, sin saber qué ocurriría contigo. Desperté por suerte. Y me di cuenta, Cassie, que no quiero y no puedo perderte. Me levanté y respiré nuevamente porque te tenía en mi cabeza y corazón, sólo quería verte una vez más antes de morir. Eras mi impulso en ése momento, y ahora también, incluso desde que éramos sólo unos niños. Te quiero, Cassie, y más que eso, te amo.
Cassandra frenó sus pasos para poder mirar a Zander con sus ojos muy abiertos, sus mejillas sonrojadas y sus labios entre abiertos por la sorpresa. Era la imagen de la inocencia que tanto le gustaba a Zander, amaba aquello de Cassandra. No estaba seguro de lo que podría pasar más adelante, no sabía cómo podría tomarlo, pero tampoco podía estar otro minuto más sin ella, sin poder decírselo libremente. El peso de su espalda se quitó y pudo respirar libre.
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The Crown's Price [Percy Jackson]
FanficUn día normal se puede convertir en una catástrofe con un sólo deseo, uno que ni siquiera notas que haces, un deseo que no debiste pedir; o eso es lo que crees y te gustaría creer, porque a veces el deseo más oculto en tu corazón es el que se cumple...