Percy abrió los ojos ante la molestia del sol en la zona ocular y frunció el ceño por el fastidioso despertar que había tenido aquel día, aunque se detuvo abruptamente al darse cuenta de que estaba en su habitación con la ropa del día anterior puesta y algunos rasguños en su piel. No recordaba cómo había llegado ahí, sabía que debía ser normal la situación, pero no recordaba nada después de su juego de palabras con sus amigos respecto a sus vidas de semidioses. Y eso fue en la mañana del día anterior, entonces, ¿qué había ocurrido en las horas posteriores? ¿por qué su cabeza estaba en blanco?
Entonces comenzó a recordar su extraño sueño, parte por parte, uniendo piezas y rememorando situaciones que jamás en su vida había pasado. Y todo el golpeó como si fuese un caleidoscopio lleno de recuerdos en su memoria. Él. Cassandra. Annabeth. Zander. Todo, recordaba absolutamente. La sensación de una espadra atravesando su abdomen, le hizo mirar en dirección donde debería estar aquella herida, pero estaba bien, sólo era la sensación. No estaba muerto, no había perdido a Cassandra, tenía otra oportunidad.
¡Cassandra!
Percy le había hablado horriblemente el día anterior, tal como cada vez que se topaban desde que se habían conocido. La hija de Marte de seguro lo odiaba más que a ningún otro campista, pero si él la recordaba entonces quizás ella también lo haría y podrían estar juntos para siempre... si es que no había sido un sueño extraño en el que todos sus amigos estaban presentes y él se había enamorado de Cassandra mediante un sueño. No, no podía cambiar de parecer de la noche a la mañana sobre ella sin tener una historia de por medio.
Se levantó de golpe y salió de su cabaña con rapidez buscando a las personas con las que había jugado ese tonto juego el día anterior, si alguien tenía información sobre si era un sueño no, eran ellos. Fue directamente a la cabaña de Will Solace para hablar con él, pero a medio camino se topó con Will, Leo y Piper hablando entre ellos atropelladamente, pero al ver a Percy se quedaron callados esperando que él hablara sobre lo que todos habían soñado, porque normal no era.
—Dime, por favor, que tienes la misma impresión que nosotros sobre el extraño sueño que tuvimos—Pidió Piper con ojos preocupados. Percy tragó y asintió con demasiada lentitud para el gusto de los demás—. Dioses, pensé que me estaba volviendo loca.
—¿Los demás?—Preguntó confuso.
—Hazel cree que estamos locos—Habló Leo—. Frank dice que dejemos de hacer bromas, que no es gracioso. Nadie nos cree.
—¿Y Cassandra?
—¿Dónde más?—Piper rodó los ojos cruzándose de brazos—. Está con su novio, Percy. Si es cierto lo que vivimos, ella no te recuerda, y si ha sido un sueño, entonces tendrás el corazón en miles de pedazos.
—¿Con Zander?
Leo negó. —Mira por ti mismo.
Percy volteó en dirección hacia donde Leo pedía y se encontró con la sonrisa amable de Cassandra Thalassinos, aunque, claro, no era dirigida a él, sino a la persona que le acompañaba aquel día: Adrián. Se veía feliz, más que con él, se veía realmente feliz y en paz. Recordó bastante cosas en ese instante y le rompieron el corazón con sólo hacerlo, entre ellas que Cassandra y Adrián estaban juntos hace casi cuatro años y que él no era más que un chico odioso que le hacía la vida imposible. Adrián la había salvado en una misión del campamento romano, fue entonces cuando se enamoraron y Percy fue el primero en burlarse del accidente de la castaña.
Joder.
Sí que lo había arruinado con la castaña en grande en esta vida, si es que no era otro sueño extraño. Cassandra no lo consideraba la persona más amable con la que podría toparse en una calle o misión, siempre le evitaba porque el hijo de Poseidón solía molestarla con cualquier cosa y lo que sea que dijera Cassandra era usado en su contra. Él había provocado eso. Creía que la chica era torpe y descuidada, sí, a veces lo era, pero así se había enamorado de Cassandra ¿no? Entonces, ¿podría ella amarlo otra vez si intervenía en su estable relación?
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The Crown's Price [Percy Jackson]
FanficUn día normal se puede convertir en una catástrofe con un sólo deseo, uno que ni siquiera notas que haces, un deseo que no debiste pedir; o eso es lo que crees y te gustaría creer, porque a veces el deseo más oculto en tu corazón es el que se cumple...