The Crown's Price [Percy Jackson]

19.

—Yo que tú no confiaría en él—Susurró Zander en el oído de Cassandra antes de mirar al General con cierto recelo. Ella rodó los ojos—. No hagas eso, sabes que no te lo diría si no fuera en serio.

—Dirías cualquier cosa con tal de alejarme de Percy, y lo sabes—Contrastó de mal humor, caminando junto a Zander para hablar de estretegias—. Y tú me has pedido hablar acerca de alianzas, no de mi compromiso.

—Es prácticamente lo mismo—Insistió mientras dejaba que ella pusiera su brazo contra el suyo—. No deberías confiar en él, yo no le confiaría mi pueblo.

—Pues tú no confías en nadie, Zander.

—Confío en ti—Afirmó deteniendo su paso antes de encararla. Los labios de Zander se curvaron en una sonrisa—. Además, la jugarreta de General enamorado no me la creo, Cass. Lo vi hacer el mismo papel con Annabeth hace un tiempo atrás, antes de que se comprometieran.

—Terminó hace mucho.

—¿Sí? Entonces, ¿por qué hablan tan cerca ahora?

Cassandra miró en dirección a la que apuntaba Zander con autosuficiencia. Con temor, giró sobre sus talones encontrando al General y a Annabeth hablando demasiado cerca el uno del otro, intentando esconderse de los demás. Cassandra vio la sonrisa de Annabeth ante algo que había dicho Percy, y también vio la sonrisa que él le había dado a ella. Una mirada de adoración, tal como las que él le daba a ella. Sabía que Zander intentaba jugar con ella, pero tampoco podía evitar sentirse extraña cuando veía a Percy y Annabeth juntos.

Annabeth movió su cabello a un lado mientras reía con Percy intentando ser disimulados, incluso se susurraban cosas en el oído. Cassandra no era la única que había notado aquella cercana relación, Leo, que se acercó a Cassandra, también los miraba. El Moreno sabía que debía alejar a Zander de Cassandra, ella misma se lo había pedido, pero la actitud del General lo había dejado un poco perplejo. En especial porque él sabía que Cassandra estaba con Zander.

—¿Interrumpo?—Sonrió ampliamente interponiendose entre Cassandra y la vista del General. Ella lo miró inmediatamente y le sonrió—. Veo que no, ¿cómo está la Reina favorita del pueblo?

—Exageras, Leo—Se rió divertida—. ¿Cómo vas con el entrenamiento de Hazel y Piper?

—Pues, más lento que con el tuyo, Princesita—Se burló nuevamente. Incluso Zander sonrió ante aquello—. Bromeo, son buenas chicas, probablemente avancen más rápido de lo que esperamos.

—Veo que se han hecho buenos amigos—Admiró Zander con media sonrisa. Cassandra asintió de acuerdo ante aquello y abrazó a Leo por el costado—. Siempre es bueno rodearse de Buenos amigos, los que darían lo que fuera por ayudarte.

—Lo sé, Zan—Recordó—. Siempre lo has dicho, y creo que he encontrado buenos amigos y aliados. Lo que es difícil en éstos tiempos donde cualquiera puede traicionar tu confianza, aludiendo una falsa amistad.

—Auch... Espero no hables de mí—Sonrió Leo intentando no mostrar la incomodidad del momento—. Bueno, Príncipe Zander, ¿le molesta si me robo a la Reina unos segundos? Tengo que hablar de algo privado con ella.

—Adelante.

Leo y Cassandra se alejaron lo suficiente de Zander y de todos los demás para que ella pudiese respirar tranquila y dejar sus ideas tontas atrás. No se conocían desde hace mucho tiempo, y probablemente les faltaba mucho por contarse, pero ambos confiaban en el otro y en instinto que cada uno poseía, quizás había sido la forma en que se conocieron, pero Cassandra le confiaba su vida completa a Leo Valdez.

Podría estar equivocada, quizás estaba siendo demasiado confiada, pero pensaba arriesgarse. Toda su vida había estado entre muros, conociendo a pocas personas y que ni sabía si eran sus amigos o si debía siquiera considerarlos como tales.