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Percy Jackson encabezaba la búsqueda de tres semidioses, sin avisar dónde estaban, como solían hacer siempre. El hecho de que llevasen ya casi una semana y media sin ver o saber algo de Cassandra, Nico y Adrián los tenía a todos alterados, porque tampoco había forma de contactar con ellos, ni siquiera mensajes Iris. Nada.

Era como si se los hubiese tragado la tierra.

Estuvieron días recorriendo Grecia, por distintos lugares, porque no tenían nada más que el nombre del lugar donde estarían, pero no una ubicación exacta. No tenían nada. Habría sido un total desastre de no ser porque se dividieron en grupos para abarcar más terreno y se avisaban constantemente por hallazgos o cualquier novedad.

Annabeth, Leo y Percy abarcaban el primer grupo, pero ninguno había encontrado pistas sobre los semidioses, nadie los había visto, nadie comprendía qué buscaban aquellos turistas. Se habían reunido todos en Tebas después de abarcar otros lugares sin éxito. Hazel, Piper y Jason fueron los últimos en llegar al lugar acordado, debido a que estaban en Atenas.

— ¿Nada? — preguntó Percy, sin esperanzas.

— Viejo, nadie los ha visto siquiera. — Jason pasó las manos por su rostro, frustrado —. No hay pistas, no hay nada. ¿Y si les pasó algo?

— No, son inteligentes, habrían salido de problemas. — dijo Annabeth —. Nos quedan dos lugares más.

— Este y Argos. — Piper completó —. ¿A dónde?

— No lo sé. — Percy soltó aire retenido —. Pensemos bien, ¿qué buscaba Cassandra?

— A su familia. — Frank respondió.

— Y eso fue después de saber de su pasado, ¿no? — preguntó Jason, con altas dudas.

— La cual estaba en Grecia, según Nico. — Piper puso su mano en su barbilla —. No tenían una dirección exacta, ¿o sí?

— No, creo que no. — Comentó Will —. Pero sí creen que se está repitiendo la historia, quizá...

— Podrían estar aquí, en Tebas. — Hazel abrió la boca en sorpresa —. Tendría sentido. Los perdió hace siglos aquí.

— ¿Dónde buscamos? — Leo se rascó la nuca —. Hay demasiados lugares.

— En el lugar más obvio. — Annabeth se cruzó de brazos —. En el castillo.

— Andando.

En el pueblo buscaron entre las leyendas y lo que decían los ciudadanos, el lugar especifico en el que estuvo situado el antiguo castillo de la familia Thalassinos, entonces comenzaron a encontrar historias sobre ellos y lo que habían hecho. Las versiones variaban entre cada persona, pero todos decían lo mismo: el lugar estaba embrujado.

Por supuesto, ninguno de ellos lo creyó, porque sabían que no era magia lo que habitaba el lugar, sino que una protección. Annabeth había escuchado todas las historias atentamente y lo que la gente creía ver cada vez que se acercaban al lugar, entonces dedujo que el lugar estaba protegido por los dioses por alguna razón y eso alejaba a los mortales de la zona.

Les tomó otro día más dar con el lugar exacto, ya que había transcurrido demasiado tiempo desde que un palacio estuvo en ese lugar, pero la vista que tenían desde abajo era sorprendente. El lugar estaba lleno de árboles grandes y plantas, las que evitaron tocar a toda costa, sin saber qué era lo que llamaba a los monstruos, pero a Percy se le olvidó todo en el instante en que encontró una toalla casi al borde del acantilado.

The Crown's Price [Percy Jackson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora