Rami.
Nunca estuve tan avergonzado. Creí que esto sería tan sencillo, que sería como una actuación más, pero esta era la vida real. No había cámaras, directores, camerinos, luces fuertes directo hacía tu cara, solo éramos esa chica y yo, de la cual, mi hermano pensó que no fue necesario decirme su nombre, solo diría las líneas, y me iría. No era fàcil, lo supe desde que me lo pidió, y realmente no quería hacerlo, no estaba aquí por otra cosa más que porque siempre ayudo a mi gemelo mayor, en lo que sea, pero esto había cruzado un límite, y no sabía cómo detenerlo, ni siquiera sabía hablar frente a ella, solo parezco un bebé.
Me preocupaba que se diera cuenta que no soy Sami antes de que logré terminar esta relación. Sin duda es lo más difícil que he hecho en mi vida, y nunca imagine que llegaría a hacerlo. En verdad en algún momento de nuestras vidas, Sami y yo intercambiamos lugares con nuestras novias para ver si nos reconocían; nunca lo hicieron, pero fue tan inocente a comparación de ahora.
La chica que se hallaba frente a mí, aparto la mirada y se dirigió hacia la puerta de la habitación, dejo al perro que poco antes me dejo desnudo, fuera del lugar. Luego giró y camino al closet, de él saco un traje negro y una camisa blanca.
-Los zapatos están a lado de la cómoda-habló.
-Gracias-dije con voz rasposa. Me sonrió y ahora ella entró en el baño a ducharse.
Me cambie con tanta velocidad, que de repente confundí si el agua que caía de mi cabello era sudor o solo residuos de la ducha. San Diego era el doble de caluroso que Los Ángeles, el traje era una pesadilla.
Recibí un mensaje de mi hermano donde me preguntaba cómo había salido todo. Contesté con un simple "Aún no". Al enviarlo, la chica salió de la ducha con solo una toalla en su cabello. Por instinto me giré y lance una disculpa algo torpe.
-Lo siento-exclamó-La costumbre-suspiré y comencé a sudar de todo el cuerpo.
-Parece...--tragué saliva-Como si nunca te hubiese visto así-disimulé. Ella se rio.
-No tienes que ir a la cena si es que te incomoda-giré un poco la cabeza a mi derecha, ella estaba parada del otro lado de la cama mientras se colocaba su ropa interior y con facilidad, paso un vestido negro por sus piernas, luego por sus caderas hasta llegar a sus brazos.
-Descuida, si quiero-mi celular recibió una respuesta a mi último mensaje.
"Hazlo rápido, Rami, sino se dará cuenta"
"¿Cómo se llama?" envié. El chico tardó en contestar lo que la chica tardó en arreglarse. Una vez lista se giró a mí y me sonrió, buscando de alguna forma mi aprobación.
-Te ves bien, cariño-dije. Ella sonrió tiernamente.
-Hace mucho que no me decías así-un extraño brillo brotó de sus ojos. Mi celular recibió un último mensaje
"Se llama Elani"
***
Llegamos a la cena en un lindo restaurante en el centro de la ciudad. Yo, comenzaba a relajarme un poco ya que desde que había cruzado la cafetería estaba demasiado tenso y rígido. Mi hermano tenía razón, si dejaba pasar más horas la chica se daría cuenta de nuestra farsa. Ella no es ingenua para nata, pronto notará más cosas inusuales en "Sami".
Nos encontramos con dos parejas de chicos, que al ver a Elani, una de las chicas corrió hacía ella y la estrechó en un eufórico abrazo. Eran muy parecidas, excepto por el tono de cabello, por lo que concluí en que era su hermana. Luego me saludo a mí con un beso en la mejilla.
-¿Te estás portando bien, Sami?-dijo hacía mí.
-Déjalo, Bárbara, es su última noche aquí-dijo Elani.
-¿Se despedirán como Dios manda?
-Cielos-murmulla la chica a mi lado. Bárbara me mira esperando mi reacción.
-La misma Bárbara-improvisé. Ella se rio y nos llevó a la mesa. Suspiré en mi interior.
Estaba metido en un lío tremendo. Me maldije por haber dicho que si quería venir a esta cena. No conocía a estas personas, y ellas a mi si, bueno, más bien a mi hermano, y fue difícil fingir que los conocía y me reía de las historias en las que yo había participe en el pasado con ellos. En varías ocasiones bromearon en que me había comido la lengua el gato, porque no hablaba como en las otras noches, y es que no sabía que decir sin meter la pata. En las dos horas de camino, no mentalice tener que fingir ser mi hermano con más de una persona y durante casi un día completo.
Cuando terminamos de cenar. Pedí a Elani que si podíamos charlar afuera. Salimos hacía un especie de jardín que se encontraba atrás del restaurante. Era muy bonito, luces adornaban el lugar, había senderos de piedra, bancas para las parejas y una hermosa fuente en el centro.
-Has estado muy callado desde esta mañana, Sami-cuando decía el nombre de mi hermano volvía a la realidad, como un chasquido de dedos.
Al mirarla a los ojos, ahí estaba nuevamente ese brillo, ¿Será que realmente estaba enamorada de mi hermano, que si termino esto, su corazón quedará destrozado? Imaginar ese bonito rostro mojado en lágrimas me hizo retroceder en aquello. No podía hacerlo, y tampoco quería.
-¿Me disculpas un momento?-pedí. Ella asintió un poco confundida. Me alejé entrando al local nuevamente y llame a mi hermano por teléfono.
-¿Cómo estuvo, Rami?-preguntó al atender el llamado.
-No lo haré. No puedo hacerlo.
-¡Vamos, hermano!-exclamó estresado.
-Es más difícil de lo que imagine. Lo siento, pero no.
-Escucha, solo no la veas a los ojos. Lo sé, tiene unos ojos hermosos, que te hacen caer rendido, por eso yo tampoco podría hacerlo, pero solo piensa que estás actuando ¿De acuerdo? Mira hacia otro sitio y no la dejes hablar cuando termines.
-Hermano, por favor-suplica cuando me mantuve callado. Lancé una mirada hacía la chica que me esperaba de pie junto a la fuente, y no entendí, porque mi hermano dejaba ir a una mujer tan bella.
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Corazón de niña 《Rami Malek》
Fiksi PenggemarRami Malek debe hacerse pasar por su gemelo por unos días para romper su compromiso, sin embargo, con el paso del tiempo los sentimientos hacia la mujer de su hermano lo traicionan y muchas verdades salen a la luz. #3 en Rami Malek el 19/11/21 #1 en...