Elani.
Después del nacimiento del primogénito de mi mejor amiga, me fue imposible no sentir melancolía. Ambas estábamos en una edad en la que cualquiera desearía comenzar a crear su propia familia, Mila no planeo su embarazo precisamente, no sabía quién era el padre pero nadie la juzgaba. Decidió tener al bebé como una oportunidad para sentar cabeza y tener un propósito al final del día. La situación que me afectaba, era que Sami y yo, aunque aún no estuviésemos casados, nos dimos cuenta que no podíamos procrear. Aquello fue algo que hasta ese momento no me preocupaba, mi hermana Bárbara presentó el mismo problema, y se divorció después de tres años de matrimonio, todo indicaba que yo también tenía ese problema. Sami me propuso matrimonio antes de saberlo, y después de haberlo hecho, todo cambió entre nosotros, aunque él lo niegue, yo sé que fue así.
El desea tanto tener una familia, tiene ya treinta y siete años y ha expresado que el tiempo se le escapa de las manos, indiscreta e indirectamente, sé que me culpa.
Observe el anillo de diamante blanco sobre la cómoda antes de ponérmelo nuevamente. Lo pensaba, Sami se mostraba tan distinto, y que hayamos vuelto no me daba una pizca de señal en que él quisiera que continuáramos con nuestros planes de boda, no quería hacerme ilusiones, pero lo deseaba.
-Buenos días-anuncia el moreno, moviéndose bajo las sabanas. Voltee a verlo y nuestras miradas se encontraron.
-Buenos días-sonreí.
-¿Qué haces?-se incorpora y observa por mi hombro el anillo sobre el mueble-Es muy bonito. Digno de tus dedos-lo miré completamente halagada. Hacía tiempo, incluso antes de que se fuera, que ya no me decía cosas bellas, como cuando intentaba conquistarme, llegó a ser frío y cortante.
Me acerqué y lo besé en los labios un rato, el me correspondió. Antes me gustaba besarlo, pero ahora me sentía necesitada de sus labios cada vez más. Su sabor, su textura, incluso la forma en la que se movía era diferente, era mejor
-Debo ir a trabajar-murmuré.
-¿Puedo llevarte?-sonreí.
-Sabes que me encanta que lo hagas, aunque sea solo hoy-dije, ya que no lo hacía nunca, en realidad.
-De acuerdo, pero no sin antes desayunar y ducharnos-asentí y nos incorporamos de la cama.
****
La sonrisa en mi rostro era imposible de disimular. Al llegar al trabajo, salude a todos mis compañeros y pasé directo a mi aula, deje todas mis cosas sobre el escritorio y proseguí a preparar mi primer sesión.
En el almuerzo, fui a la sala de profesores y solo tome un café, mi compañera y mejor amiga se hallaba incapacitada por su reciente parto, la cual era la psicóloga de la institución. No me llevaba mucho con las demás maestras, pero si solíamos platicar un poco de los alumnos en la comida o en los pasillos. El que era una pesadilla y todas ignorábamos, era al profesor de deportes, el cual, todos los días, venía con una actitud arrogante y cada día coqueteaba con una maestra diferente.
-Buenos días, señorita-dice hacia mí entrando por la puerta.
-Buenos días, profesor-contesto por educación.
-Hoy te ves muy bonita sonriendo, ¿Se puede saber cuál es el motivo? O es que ya pensaste en aceptar mi invitación-se aproximó a mí.
-Tengo novio, profesor.
-Ah, volvió Malek. Pero volverá a irse otra vez ¿no? Hay que hacer algo para que no te quedes solita tantos días.
-Roger-lo llama el director de la institución-Tus alumnos están peleando en el campo, por favor has tu trabajo-el profesor se aleja y me guiña un ojo descaradamente, se va sin decir nada.
-Si te está molestando, por favor, repórtalo-murmuró Logan, un viejo amigo y actual director de la escuela.
-No quiero problemas-murmuré de igual forma.
-La escuela te beneficiará a ti, no esperes a que se sobre pase contigo, Ela.
-Descuida, recuerda que tome clases de defensa personal-suspiró con estrés.
-No puedo despediro sin pruebas concretas, si lo hago podría demandarme. Nadie de ellas se anima a hablar. No sabemos lo que ha pasado fuera o dentro de la escuela con él-expresa con tono bajo todavía.
-Te preocupas demasiado.
-¿Volvió Sami?-asentí sin poder evitar mi sonrisa-Por eso te sientes segura. Nunca vi que te trajera a la escuela.
-Ha cambiado bastante-me miró no muy convencido.
-No quiero bajarte de tu nube, Ela. Esta vez no diré nada al respecto.
-Gracias-el timbre de vuelta a clases se escuchó por toda la escuela. Todos los maestros que nos encontrábamos en la habitación, salimos regresando a cumplir con el resto de nuestra jornada del día.
****
En la hora de salida, me sorprendí tanto al ver el auto de Sami parado en la entrada y el recargado en el cofre. Corrí hacia él y nos abrazamos.
-¿Qué tal tu día, cariño?-preguntó atento.
-Muy bien, ¿y el tuyo? Muero de hambre-hablé rápido como acostumbraba cuando estaba hambrienta. Sami soltó una risa adorable.
-Te invito a comer, entonces-me tomó de la mano y me llevó hacia la puerta del copiloto, la abrió para mí y me ayudo a subir. Sentí una emoción inigualable al vernos nuevamente como novios por primera vez. Estaba feliz.
-¿Quién es él?-pregunta Sami una vez dentro del auto, mirando al profesor Roger, que estaba parado en la entrada, observando a nuestra dirección.
-Nadie importante,
-No me gusta cómo te mira-me mira directamente a los ojos, y por un momento, percibí algo inusual en él. Algo impropio de Sami que me hizo dudar.
-¿Estás celoso?
-Si-confeso inseguro. Me reí y lo besé en los labios.
Sami nunca había sentido celos, por nadie.
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Corazón de niña 《Rami Malek》
FanfictionRami Malek debe hacerse pasar por su gemelo por unos días para romper su compromiso, sin embargo, con el paso del tiempo los sentimientos hacia la mujer de su hermano lo traicionan y muchas verdades salen a la luz. #3 en Rami Malek el 19/11/21 #1 en...