Capítulo 12: "Cruel"

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Elani.

Los murmullos en la planta baja me hicieron despertar. No les tome importancia y trate de dormir otra vez. El sol aun no asomaba sus rayos por el gran ventanal que daba vista a la playa, el cual se encontraba abierto, y una deliciosa brisa del mar de la mañana, acarició mi cuerpo cuando me quite las sabanas. Me estiré sobre la cama y me incorporé, camine al ventanal y salí al balcón.

Lo último y lo primero que pensé anoche y esta mañana fueron en las palabras de mi madre ayer, y tenía razón, ahora me daba cuenta de lo mucho que amaba a Sami, y hace tiempo el me pidió que viviéramos juntos en Nueva York, yo me negué, por supuesto, por la dirección que estaba tomando nuestra relación en ese momento, era complicado, buscábamos un escape, pero ahora, parecíamos ir por el camino correcto, y estaba dispuesta a hacerlo, Iría con él a cualquier parte.

Los murmullos pronto se hicieron más audibles y luego, algo se estrelló fuertemente contra el suelo. Baje lo más rápido posible encontrándome con Sami y Mila en la entrada. Un florero es lo que estaba sobre el suelo roto a pedazos.

-¿Qué rayos sucede aquí? ¿Están peleando otra vez?-exclamé.

-No quería dejarme pasar a verte.

-Te dije que estaba dormida y no quisiste irte-reclama Sami.

-Mila, no deberías estar aquí, aún estás de gravedad-dije acercándome-Además, ¿Cuál es tu urgencia de verme?-le miré directamente. Ella le echo un vistazo a Sami detrás de mí y luego volvió su mirada.

-La maternidad me está volviendo loca, necesito que me ayudes. No he dormido en toda la noche.

-Tranquila, ve a casa de Bárbara, yo las alcanzare en quince minutos. ¿Bien?-hablé calmadamente tratando de trasmitirle tranquilidad. Ella asintió y se marchó. Me iré a Sami, el cual tenía cara de asustado todavía.

-Está loca-dijo graciosamente.

-Creí que ya no iban a pelear.

-Ella solo llegó y dijo e hizo cosas extrañas. Luego me lanzó el florero-me reí ante su tono de voz. Cerré la puerta detrás de mí. Me acerqué a él y lo besé.

-¿De verdad hoy será tu ultimo día?-pregunté.

-Sí, cariño. Lo lamento, pero volveré.

-¿Qué tal si mejor... yo voy contigo?-abrió un tanto los ojos-Hace tiempo me lo pediste, y no estaba segura. Ahora lo estoy, estoy segura de mi amor y quiero ir contigo a cualquier lugar. A tu lado no me hace falta nada.

-Eso es... genial. Me encantaría que vinieras conmigo, pero ¿y tu trabajo?

-Puedo dejar mi currículo en cualquier escuela, eso no es problema.

-¿Lo has hablado con tus amigas y tu hermana?

-La decisión es mía. No podrían hacer que cambie de opinión.

-Bien. Entonces, podremos irnos hasta mañana, mientras arreglas todo en tu trabajo ¿Qué dices?

-Muy bien-sonreí y volví a besarlo-Iré a ducharme y a verme con mi hermana y la chica loca-bromee y nos reímos. Me giré y regrese por las escaleras directo hacía la ducha.

****

Media hora después ya estaba en casa de mi hermana con un delicioso desayuno para las tres. Mila se encontraba un poco más tranquila y pensativa que hace rato. Sin embargo, cuando les conté mi plan de irme con Sami a Nueva York, Mila fue la primera en reaccionar negativamente.

-Por supuesto que no-explotó-No puedes hacerlo.

-Mila, sé que solo quieren lo mejor para mí, pero esto es lo que yo quiero, ¿Podrías respetarlo?

-Yo estoy de acuerdo-habló mi hermana-Bueno, lo respeto, de verdad hasta yo vi a Sami muy distinto. Tal vez tenías razón desde el primer día. Sami parece otra persona.

-No parece. Es otra persona-dice Mila. Ambas la miramos confundidas-Solo finge, por favor. Alguien no puede cambiar tanto en un mes, ¿eres tan boba que no te das cuenta?

-Mila, por favor. Deja de insultarla. Que tú te hayas embarazado de un imbécil desconocido no significa que Ela no pueda ser feliz con Sami.

-Por lo menos puedo embarazarme-respondió.

-Mila, ¿Qué rayos te pasa?-exploté yo esta vez-No puedes andar por la vida tocando fibras sensibles en la vida de mi hermana y en la mía, ninguna de las dos te ha juzgado por tener un bebé sin una pareja, cosa que tu familia si hizo. Las únicas que te hemos apoyado somos nosotras. Así que tranquilízate si no quieres perdernos a nosotras también. Además, ¿Cuál es tu problema con Sami?

-Él te engañó-justificó.

-Bien, tú lo has dicho, él me engañó a mí, pero parece que te lastimó más a ti.

-Pues soy tu mejor amiga. Y sabes que quién lo hace una vez lo hace dos veces.

-¿Y te preocupa más resolver mi vida que la tuya?

-Sí, porque luego llegas conmigo llorando como una estúpida, y tengo que tragarme las ganas de decirte lo idiota que eres por estar con él.

-Creo que fue suficiente, Mila-defiende mi hermana-Ela no merece que sientas eso por ella.

-Lamento ser honesta, las amigas deben serlo-se excusa.

-Tú no eres honesta-dije yo al borde de las lágrimas-Eres cruel-tomé mis cosas y me marché.

****

Al llegar a casa, lo hice hecha un mar de llanto, Sami en seguida al escucharme, fue a mi encuentro, y aunque se encontraba en una llamada telefónica, apartó el teléfono y me abrazó.

-Está bien, cariño, está bien-dice consolándome mientras me acaricia la cabeza.

-Te amo, Sami-dije como pude y luego me separé y lo miré a los ojos-Dime que hago bien al irme contigo. Y que intentarás no hacerme daño de nuevo-me acarició las mejillas empapadas.

-Trataré el resto de mi vida enmendar todo lo malo que hecho, dándote todo mi amor y respeto. ¿Confías en mí?-asentí sin detenerme a pesarlo-Te amo, Ela-sonreí. Aquellas palabras que tanto me hacían feliz y que no había escuchado desde su regreso, causaron algo tan profundo e indescriptible en mí pecho y mi estómago.

Corazón de niña 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora