-Siguiente- gritó el entrenador -Dios, estos niños son pésimos este año- añadió susurrando desesperado.
Llevábamos una semana en pruebas de baloncesto ¿Por qué tanto? Porque este instituto era famoso por sacar estudiantes con becas a las mejores universidades, y los chicos de primero veían su oportunidad para ser famosos y además conseguir chicas, lo único que les faltaba era algo de talento.
Los de último año comenzaban a asistir hoy a la elección de jugadores así que sería breve, pues el único puesto fijo era del capitán, Dave, y el resto de equipo del año pasado tenía que hacer pruebas hoy, pero aunque el entrenador no lo dijera, tenían el puesto asegurado ya que eran uno de los mejores equipos que habíamos tenido en años.
-Comienza el primero de último año- le anuncié al entrenador con una carpeta a mano con los nombres de quienes habían entrado al equipo y quiénes no.
Al igual que yo el entrenador estaba sufriendo con mi compañía, no es que no nos esforzáramos por llevarnos bien pero simplemente no habíamos nacido para estar en un mismo lugar al mismo tiempo y no llevarnos mal.
¿Quieren escuchar algo cliché? Kayla, la capitana de las porristas estaba ahí fijándose en quien ocuparía el resto de año con ella en la cama, y su séquito que solo le era fiel animando también miraba a los chicos como si esto fuese un centro comercial con todas sus tiendas en oferta.
-Nombre- pidió el entrenador.
-Kyle Busch- respondí.
-Dave, pasa el balón- exigió el entrenador y puso los ojos en blanco en cuanto se dio cuenta que estaba haciendo su hijo.
Dave el cual no podía dejar de ser él estaba comiendo con su vista a las animadoras.
-Sí, ahí va- dijo saliendo de su trance.
Ese tal Kyle era hasta bueno, así que el entrenador viendo su potencial me pidió que lo anotara en el equipo.
-Hola- dijo Ian llegando a mi lado.
Le sonreí en forma de saludo.
-¿Muy horrible tu castigo?- preguntó.
-Creo que me colocaron en el gimnasio a propósito, el deporte ni el ambiente deportivo es lo mío- me quejé.
Mi relación con Ian había vuelto a la normalidad, no habíamos vuelto a tener relaciones y gracias a eso pudimos volver a ser los amigos que iban al restaurante del centro a disfrutar de su comida hablando de temas al azar.
Él rió de mi desgracia.
Pasaron más de diez estudiantes contando a los del equipo del año pasado, así formando el equipo había ocho jugadores, sin contar a Dave.
-¿Quién sigue?- preguntó el entrenador animado, el talento lo colocaba así.
-El último- anuncié antes de leer su nombre -¿Ian Bishop?- añadí dudando de cada palabra.
Lo miré y este sonrió, un poco coqueto para mi gusto.
¿Ahora también era bueno en el deporte? Este chico se ganaba mi odio cada vez más.
¿No podía ser más perfecto? Estúpido.
Ian salió a la cancha tomó el balón que le lanzó Dave el cual no parecía nada sorprendido.
Mi amigo el perfecto esquivó a los otros chicos que se suponen que debían probarlo para ver si pasaba al equipo y antes de encestar con tan solo unos segundos en la cancha, me miró y volvió a sonreír.
Encesto, una cesta limpia.
Dave aplaudió, nadie había ocupado menor tiempo en la prueba y la había pasado, claro excepto Dave en su primer año que resultó siendo nato para el deporte, un prodigio del baloncesto.
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Atrapada en tu red (Catfish)
Teen FictionJane conoció virtualmente a Alex, y esta pareja cae perdidamente enamorada, hasta que un día Alex se muda a la misma ciudad que Jane, así que deciden conocerse finalmente después de medio año de mandarse mensajes. El día que se conocen todo cambiará...