¿Ex-novia?

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Estaba sumida en las imágenes de mi celular, las fotos que Ian y yo nos habíamos tomado juntos. Él era hermoso y a mi lado se veía feliz, ya llevábamos dos semanas juntos prácticamente como chicles, pues no tenía con quien más estar, seguía disgustada con Harriet y Dave, y a estos se les veía felices por los pasillos, lo único positivo de todo esto es que Kayla estaba desesperada y enojada, no tenía ni al capitán o al co-capitán del equipo estrella.

Volví a concentrarme en la foto que más me gustaba de nosotros, él veía a la cámara sonriendo y yo le daba un beso en la mejilla. Nos veíamos inocentes, como si la vida apenas comenzara, pero a él ya le habían roto el corazón y a mí me había engañado haciéndome enamorar de una chica virtual.

Tiré el celular a mi cama con brusquedad dándome cuenta de mis pensamientos.

-¿Enamorar?- susurré asustada.

No, no estaba enamorada, no me podía enamorar de una chica, es completamente loco, he estado con varios chicos antes, no puedo dudar de mi… sexualidad.

-Basta- me ordené.

Deja de pensar en eso, mierda.

Tocaron a la puerta de mi habitación.

-Pase- dije y mi madre se asomó por la puerta.

-Ian vino a verte, cariño- le sonreí.

Me apresuré a bajar, al verlo tuve que besarlo para disipar la nube de duda en mi mente. Me abrazó de la cintura y me alzó un poco sin separar nuestros labios.

-Vaya recibimiento- tenía una sonrisa muy grande en su rostro.

-Me encantas- dije con un hilo de voz. No estoy mintiendo, tal vez. Lo abracé.

¿Por qué tengo que dudar de mí?

Jugó con mi cabello un rato antes de darme un beso en la frente.

-Y tú a mí- suspiró.

Nos sentamos en las escaleras del porche con nuestras manos entrelazadas.

Era domingo de comienzos de invierno y en este barrio de los suburbios era realmente tranquilo y relajante ver las hojas caer a causa del otoño.

-Te tengo una noticia- dijo de repente.

Lo miré confundida.

-Tengo que viajar a Nueva York, donde están mis padres, requieren de mi asistencia a una entrevista en la universidad, sé que aún falta medio año para graduarme pero lograron conseguirme esto por un amigo decano que tienen…-

¿Qué? ¿Cuánto tiempo se ira? ¿El próximo año no estará aquí?

-¿Por cuánto tiempo?- lo tuve que interrumpir antes de que se me quebrara la voz.

-No sé, como dos semanas, porque aprovecharé estar allá para visitar a mi familia- se acercó más a mí.

Lo miré por unos segundos y luego respiré profundo.

-Vuelve, solo vuelve- dije con los ojos cerrados.

-No te dejaría sola jamás, Jan- me abrazó y luego lo besé.

No me cansaba de besarlo, era como estar en otro mundo, donde todo era perfecto y sin dudas, donde éramos solo él y yo, nadie más y eso disipaba muchas cosas.

-¿Cuándo te vas?- pregunté después de un rato.

Veíamos las estrellas pues mientras habíamos estado hablando el cielo había oscurecido.

-Mañana, me avisaron esta misma tarde y he venido inmediatamente a decírtelo- asentí dándole a entender que no faltaban explicaciones –Te llamaré cada que pueda- me acarició la mejilla y sonreí. Su mano no es que encajara exactamente en mi mejilla pero me hacía sentir reconfortada.

Atrapada en tu red (Catfish)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora