Las lágrimas seguían resbalando por mis mejillas y la inmensa jaqueca que me estaba dando no ayudaba a nada en este momento.
La cabeza me va explotar, tenía que recordar para que el dolor cesara, pero eso exactamente lo que tanto miedo me da.
Inhale y expire varias veces antes de permitir pensar con la claridad que trataba de dar mi mente.
Bueno, si voy a recordar tendré que dejar salir mis miedos y eso significaría admitirme cosas que nunca quise sacar de mí: Me considero un fenómeno, porque aunque me guste, esto de alguna forma está mal, y sí, estoy admitiendo que me gustan las mujeres, pero no todas, son ciertas mujeres que me sacan de ser y hacen que se me revuelva todo. También me gustan los hombres, no sería tan loca de acostarme con uno si no fuese así, aunque ya me he acostado con varios sin ni siquiera saber su nombre, pero ese es otro asunto que después en el futuro tratare con quien tenga algún problema con que el alcohol me borre la mente de un día para el otro.
¿Otra cosa que admitir? Sí, me considero un fenómeno pero me gusta ser este fenómeno, me hace sentir yo. Bueno, eso es mentira, si me voy a confesar hay que ser sincera, no es que me sienta un fenómeno o mal por querer a otra mujer, es porque una ya me rompió el corazón una vez.
Cerré los ojos con rudeza y entonces el muro mental se derrumbó completamente y los recuerdos volaron como almas libres por todo el lugar, ahora mi cerebro estaba infestado de memorias que me había atrevido a encerrar bajo llave, piedras y cemento.
Todo volvió a mí.
“Una tarde perfecta de verano, mi amigo Dave se había pasado temprano a mi casa a preparar galletas, puede que suene lo menos varonil posible pero no lo es cuando él es un desastre completo en la cocina y solo come masa mientras yo trato de hacer las mejores galletas. Por primera vez en una semana he decidido ir al parque donde me encontré con Teresa, me asusta lo que me hizo sentir ¿Desde cuándo es normal que una mujer te haga ruborizar de la manera que ella lo hizo conmigo?
Le comenté a Dave sobre mi nueva conocida pero no sobre lo que me hizo sentir, aunque por la cara que él coloco, sabía muy bien que yo me guardaba algo, el maldito me conocía a la perfección.
Me columpié otro rato esperando a que algo pasara ¿Que qué esperaba? No lo sé, tal vez una señal del destino o algo parecido. Por favor, llévenme a la hoguera por mis estupideces.
El ocaso ya estaba ocurriendo.
Suspiré, al parecer nada pasaría. Me fui a levantar cuando escuche una voz hermosa.
-Hola, Jane- vi sus labios mientras pronunciaba mi nombre, me encantaba como lo hacía.
Mierda, me estoy permitiendo sentir más de lo que debería.
-Hola, Teresa- quise corresponder su formalidad.
-Llámame Tessa, nadie me llama por mi nombre completo- sonrió y yo le devolví la sonrisa más un pequeño gesto para que se sentara al columpio siguiente al mío.
Ella se sentó y volteó a verme, por un largo rato nuestras miradas quedaron ahí, suspendidas una de la otra, y por mi parte trataba de descifrar si ella sentía las mis cosquillas estúpidas en su estómago.
Cuanto me odio, esto es ponerla y ponerme en una situación muy difícil ¿A quién engaño? Aunque puede que me guste ella, una chica, con solo haberla visto una vez en mi vida, lo más posible es que ella no sienta lo mismo, solo estoy confundida, eso es todo, después de todo me han gustado chicos también.
-Hey- dijo despertándome de mi cuestionamiento.
Volteé mi mirada al ocaso que ya desaparecía dando paso a la noche, una calorosa noche de verano.
![](https://img.wattpad.com/cover/22721276-288-k462820.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Atrapada en tu red (Catfish)
Fiksi RemajaJane conoció virtualmente a Alex, y esta pareja cae perdidamente enamorada, hasta que un día Alex se muda a la misma ciudad que Jane, así que deciden conocerse finalmente después de medio año de mandarse mensajes. El día que se conocen todo cambiará...