6. El legado de Melanie.

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Canción en multimedia: NEFFEX - Space

Vivir con este rencor por dentro no nos servirá, ni a mí ni a ella. Es el legado que Melanie nos dejó después de que se fue y hemos sufrido mucho por eso, pero creo que ya hemos tenido suficiente. Yo terminé impulsado a ir a un terapeuta para poder comprender mejor lo que estaba pasando, y gracias a que Blair y otras personas estuvieron ahí pude salir adelante. Pero en el caso de ella, ¿a quién tuvo a su lado? Las personas se preocuparon por mí aunque yo pensaba que estaba solo, pero nadie se preocupó por ella en realidad. La dejé sola. Todos la dejamos sola.

Ella se quedó sin nadie.

—Ya ha sido suficiente de esto, madre. Déjala.

Me mira y suelta una pequeña risita como si estuviera diciendo algo estúpido.

— ¿Dejarla? ¿La estás defendiendo? ¡¿Acaso te has vuelto a enamorar de ella?!

Niego con la cabeza. No tiene nada que ver con eso.

—No. Solo no quiero seguir viviendo envenenado. Quiero avanzar, y tú también deberías.

De repente su expresión se vuelve frágil, como si estuviera diciéndole algo sencillo pero difícil de comprender.

—No te crié lo suficientemente bien. Me pregunto qué fue lo que hice mal.

Se desploma en la silla, dejando caer todo su peso en ella. ¿Criarme mal? ¿De qué está hablando? Ella y mi padre siempre se aseguraron de que tuviera los mejores modales y de que nunca me faltara nada. Perdí el control cuando sucedió lo de Melanie, pero no me avergüenzo del hombre que soy hoy. Es cierto que cometí errores en el pasado y lastimé a personas que definitivamente no se lo merecían. Ojalá no lo hubiera hecho, pero esas cosas nos hicieron más fuertes. Y gracias a Alice soy un gran hombre, sin importar el episodio tan oscuro por el que pasé. Gran parte de lo que soy se lo debo a ella.

— ¿De qué hablas? Me criaste muy bien. Soy un gran hombre gracias a ti.

Ella se queda mirando al vacío, tanto que su expresión comienza a preocuparme.

—No lo digo por eso. No puedes decirme que lo supere y ya está. No es tan sencillo.

El silencio se forma durante unos instantes. Soy una basura de hijo y me doy cuenta ahora. Ella fue una de esas personas a las que lastimé sin merecerlo.

—Quiero irme durante un tiempo—menciona de repente—. De un momento para otro ya no soporto esta casa. Es demasiado grande para mí sola. Y demasiado vacía.

Al ponerme en sus zapatos por un momento me doy cuenta de a qué se refiere. Es verdad. Debió haber estado muy sola. Si decidiera mudarse a una casa más pequeña dejaría a muchos empleados sin trabajo, pero ella estaría mejor. ¿Eso solucionaría las cosas? ¿Vender la mansión y comprar una casa más pequeña? ¿De verdad esa es la solución?

¿O la soledad la seguirá a donde quiera que vaya?

Me arrodillo frente a ella y la miro a los ojos, tratando de que pueda verme en medio de los pensamientos que la rodean.

—Madre. Cerremos este lugar para siempre—le digo, refiriéndome a la oficina de mi padre—. Podríamos remodelarlo, o hacer algo con él. Pero no tenemos que seguirle rindiendo pleitesía durante más tiempo. Vincent fue un buen hombre mientras estaba vivo, a pesar de los motivos que tuviera para meterse con Melanie. Y ahora que ella está de vuelta, teniendo amnesia o no, voy a averiguar quién de los dos fue el que inicio con esto. Pero necesitamos que esta habitación desaparezca.

— ¿Y qué pasará conmigo?

—Lo que tú quieras que pase puede pasar. Una vez que sanes... y vengas conmigo a un terapeuta. Tienes dinero, tienes tiempo, tienes poder. Puedes hacer todo lo que tú quieras. Pero primero tienes que sanar por dentro... y yo te voy a ayudar.

Corazón de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora