❛Capítulo 19❜

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La luz ya traspasaba la ventana de la sala, eran las diez de la mañana y Rosanne ya se encontraba despierta desayunando

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La luz ya traspasaba la ventana de la sala, eran las diez de la mañana y Rosanne ya se encontraba despierta desayunando.

Miraba la televisión, y aún las noticias de lo que había sucedido en la compañía se encontraban.

—Ya pasará, YoonGi fue a hablar con ellos y decirles que todo estaba bien y...que solo una persona había fallecido. —Susurró TaeHyung que se mantenía en el sofá leyendo una revista.

—Lamento que estés sufriendo esto. —Bajó la mirada.

—Todos lo hacemos, no te culpes porque fue Jisoo. —La peli-rosa asintió y siguió bebiendo de su café.

Era un martes tranquilo, por más que debería estarse preocupando porque ya no tendría trabajo, sólo se mantenía procesando todo lo que había ocurrido en el día anterior. No lo asimilaba.

Volteó hacia donde se encontraba la rubia, completamente sumida en sus sueños. Ayer se durmió en brazos de su madre y eso le dio tiempo de que Chae y Tae hablaran un poco con la pelinegra para luego irse a el hospedaje más cercano que se hallara al hospital.

Aún dormía y de alguna manera Rosé se sentía tranquila al ver a su mayor dormir después de un día tan agitado.

—Uhm, Rossi, debo ir al hospital para ver si pueden darme una semana y poder cuidarte bien hasta que te recuperes.

—No creo que sea necesario eso por mi TaeHyungie, pero tú sí necesitas un tiempo, asique úsame de excusa. —Asintió con una leve sonrisa viendo al castaño acercarse.

—Te amo Rosé, te quiero mucho. —Tae formó una sonrisa, y por más que estaba cargada de cariño a su hermana, ella pudo notar la tristeza que se reflejaba en ese simple acto.

—También te amo, y mucho, pero no hagas eso.

—¿Hacer qué?

—Sonreír de esa manera, no la finjas, sé que no estás bien asique no hagas más por mi que por ti, —acarició una de sus mejillas, —no me gusta verte triste, no te mentiré, pero si quieres llorar o expresarte de alguna manera aquí me tendrás, siempre te acompañaré.

—Gracias, —susurró bajando la mirada, —gracias. —Repitió. —Ahora regreso. —Levantó la mirada hacia los ojos de la peli-rosa y le dio un beso en su frente despidiéndose. La misma reclamaría ya que los ojos brillantes de su hermano demostraban que nada estaba bien, pero debía salir y despejarse asique lo dejó atravesar la puerta.

Park terminó su desayuno y una enfermera entró llevándose sus platos y las sobras de aquella comida. No mucho después también ingresó otra castaña que comenzó a cambiar unas sabanas y limpiar el lugar.

—¿Todo bien? —Oyó su pregunta volteando a ver a la que se mantenía de espaldas.

—Podría estar mejor.

Éxito [Chaelisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora